Segafredo Virtus Bologna comenzó la final con la misma receta que le permitió llegar a ella: defensa. Los italianos dejaron a Iberostar Tenerife en tan solo 8 puntos en el primer cuarto mientras ellos anotaban 20. Esa renta de doce puntos fue la que el equipo de Sasha Djordjevic defendió todo el partido para hacerse con el título de la Basketball Champions League. Iberostar no conseguía acertar con los triples.

Tras ese horrible primer cuarto, los de Vidorreta comenzaron a jugar surtiendo de balones a Iverson y Abromaitis y apoyándose en la intendencia y generación de juego de Beirán, pero la Virtus respondían a cada golpe. Kevin Punter lideraba a los suyos en ataque, muy bien acompañado por Amath M’Baye y con Tony Taylor bien en la dirección. Los italianos se fueron al descanso habiendo aumentado la ventaja en dos puntos (38-24). Además los canarios seguían negados en el triple, consiguiendo el primero tras quince intentos errados a falta de poco más de un minuto para el descanso.

Iberostar mejoraba su ataque en el tercer cuarto, pero Punter se iba ya hasta los 21 puntos, M’Baye sumaba 14 y aparecía Pietro Aradori, que estuvo desaparecido en la primera parte pero que tomaba las riendas en los minutos decisivos. El último cuarto comenzaba con los italianos manteniendo la ventaja de 14.

Los canarios aumentaron su defensa para intentar la remontada y por fin consiguieron atascar el ataque italiano, frenando a Punter y M’Baye. Pero su ataque no era igual de efectivo, abusando del triple y con la mirilla totalmente desviada desde esa distancia (5 de 37 final). Aradori y Mario Chalmers tomaban las riendas, demostrando su carácter y esperiencia. El italiano hizo mucho daño con sus penetraciones en esta fase, mientras que el campeón NBA anotaba cuando más atascado estaba su equipo. Iberostar consiguió acercarse hasta el 65 a 59, a pesar de haber recibido una discutible falta en ataque y técnica San Miguel en la jugada anterior. Pero en ese momento Mario Chalmers realizó una gran jugada individual que prácticamente cerraba el partido. El último clavo fue el fallo de Gillet en un triple claro tras una buena jugada marcada por la pizarra de Vidorreta en un tiempo muerto. Los de Djordjevic se llevan justamente una Basketball Champions League que los vuelve a meter en el mapa baloncestístico europeo tras años de travesía por el desierto.