
Última jornada de liga regular de la Euroliga y varios puestos de playoffs en juego, entre los que estaba Baskonia. Partido en Moscú ante CSKA, equipo que no se jugaba nada, pero que plantó cara a los de Vitoria, que si ganaban se clasificaban, pero si no, dependían del resultado de Milán, que al final cayó derrotado en casa del Efes.
Clasificado Baskonia para la siguiente fase (la posición y el rival aún es una incógnita a la falta de algunos partidos), a pesar de perder en Moscú, en un partido en el que el conjunto vasco estuvo por delante en todo momento, excepto en el último cuarto.
Comenzó tímido Baskonia en la cancha de CSKA, pero pronto avisó de su mejor arma. Voigtmann, de triple, despertaba a los suyos, y les ponía ligeramente por delante. Los rusos, obviamente, reaccionaron, e igualaron el marcador. Sin embargo, Baskonia hizo uso otra vez del tiro de tres, esta vez de Shields para crear una pequeña distancia, que, aunque fue remontada, un triple de Huertas se encargó de volver a reavivar para acabar el primer cuarto con los vascos por delante (17-21).
El segundo cuarto fue de los más equitativos del partido. Toko Shengelia y Marcelinho Huertas combinaron en diversas jugadas, y que mantuvo la distancia de los visitantes en el encuentro. Los de Perasovic estuvieron tiempo sin anotar, y eso lo aprovechó CSKA para igualar, aunque no fue suficiente para que Baskonia no se fuera por delante al descanso.
En la reanudación, Baskonia volvió a estar un paso por delante, como hizo en la primera parte, pero sentenciando más su juego, sobre todo su acierto. CSKA iba siempre a remolque en el tema ofensivo, y esto abrió brechas en el marcador de hasta más de diez puntos para el conjunto vasco, que se iba al último cuarto con un 55-66 a su favor.
Y en el definitivo y último cuarto, pasó lo menos impensable. Baskonia se bloqueó en ataque y no fue capaz de frenar el de su rival, por lo que CSKA, con Hackett y Clyburn, llevaron a cabo la remontada. El parcial llegó a ser de 20-5, en un conjunto vasco que era irreconocible a lo que había sido durante todo el encuentro. Al final, 82-78 con tan solo 12 puntos anotados por los de Perasovic en el último cuarto.

1. El último cuarto. Por algo dicen que la motivación se tiene que mantener hasta el final, porque en deportes como el baloncesto, un mal final te puede condenar, y eso es lo que hoy le ha pasado a Baskonia. En un partido en el que les estaba yendo muy bien de efectividad, se quedaron bloqueados cuando ya no les salieron las cosas, y eso ante un CSKA es mortal, por mucho que no se jueguen nada. Los vascos solo fueron capaces de anotar 12 puntos en este momento, mientras los rusos hicieron 27. Una diferencia muy grande. Además, si tenemos en cuenta que Baskonia había anotado más de 20 puntos en todos los cuartos.
2. Marcelinho Huertas, el timón. Fue el capitán del barco en este partido, de principio a fin, y cuando no estuvo, el equipo lo notó. El base fue el máximo anotador de Baskonia con 17 puntos y 4 asistencias para 15 de valoración. Su importancia no solo estuvo en la anotación, sino en su liderazgo tan imponente en los tres primeros cuartos, y que se echó en falta en el momento más importante. A su alrededor destacaron Vicent Poirier con 12 puntos y 7 rebotes, Shields con 12 puntos también, y cabe destacar el buen hacer de Tornike Shengelia a pesar de no tener tan buenas estadísticas, en el buen hacer del equipo, y que ha demostrado volver muy bien tras su lesión.
3. Faltó defensa. Está claro que cuando todos los tiros entran (o al menos casi todos), es fácil despreocuparse de que hay otro equipo enfrente al que hay que parar, porque claro, tú estás siendo superior. Y de eso pecó hoy Baskonia. Le salieron muy bien las cosas con su tiro en los tres primeros cuartos, con un 71 % en triples en la primera parte, (acabaron en 41 %) y fue ligeramente superior a CSKA, pero cuando se acabó el grifo, llegó el sufrimiento. No había más ideas, y no fueron capaces de frenar a CSKA, que aprovechó el bajón de los vascos.


