El MMT Estudiantes se impuso al DKV Joventut en el último partido de cuartos de final de la Copa del Rey, convirtiéndose en el único equipo capaz de eliminar al cabeza de serie en la eliminatoria e imponiéndose al actual campeón del torneo.

El Estu empezó el partido dominando en el marcador, pero en cuanto Luka Bogdanovic y Coby Karl entraron en calor y acertaron con sus triples la contienda se igualó y el partido se desarrolló dejando atrás los nervios iniciales.

De esta manera el Estu encontró a Wideman dentro mientras que sus exteriores pudieron encontrar tiros (Udrih) o penetraciones (Brewer). La Penya, por su parte, intentó encontrar el orden de Ricky primero y la inspiración de Mallet después, pero al no estar tan acertados como de costumbre Sito buscó una reacción cambiando a cuatro jugadores de golpe, que dieron un nuevo aire al equipo

A pesar de esto, el Estu pudo mantenerse en cabeza al final del primer cuarto (17-15).

El alemán Jan Hendrick Jagla y el francés Jerome Moiso hicieron daño a la pareja interior del Estu formada por Iturbe y Popovic, pero el partido entró en una fase en la que la ventaja se mantuvo entre los 3 y los cinco puntos, con Petar Popovic como principal referente ofensivo en la pintura estudiantil.

Fue mediado el segundo período cuando la Penya se puso por delante por primera vez merced a un triple de Mallet y un 2+1 convertido por Ricky, que estaba on fire y comenzó con una racha de juego que dejó atrás al Estu y provoco que su afición empezara a cantar el ya clásico "Ricky abusón".

Una vez por delante, los de Sito Alonso comenzaron a jugar más tranquilos, manteniendo la diferencia en el marcador hasta que apareció la garra del líder del Estu, Pancho Jasen, que puso el empate a 34 en el luminoso (resultado con el que se llegó al descanso).

El Estu empezó fuerte en el descanso impidiendo que la Penya anotara hasta el minuto 3 de la segunda parte, aprovechando para irse de seis gracias a la aportación ofensiva de, principalmente, Corey Brewer.

Después Martin Rancik incrementó la ventaja, pero un po-de-ro-sí-si-mo mate de Moiso cortó la racha de acierto en la que estaba sumido el Estu, que necesitaba segundas opciones para anotar pero las encontraba gracias al trabajo de Popovic.

Ricky Rubio volvió a revolucionar el partido con dos jugadas individuales que derrocharon calidad y dejaron a la Penya a tan sólo un punto en el marcador. El DKV Joventut se mantenía al acecho y las ventajas cómodas de los de Casimiro no duraban mucho.

Udrih desde el perímetro se estaba mostrando como un arma certera, y el ataque de la Penya se colapsó cuando Jasen puso un tapón (con recadito verbal) al joven Rubio impidiendo que éste volviera a hacer de las suyas penetrando en la zona.

El Estu conservaba una ventaja de dos puntos antes de que comenzaran los diez últimos minutos, y todo estaba por decidirse ya que en una de las primeras jugadas del último cuarto Sonseca anotó dos a pase de Rubio dejándo todo empatado.

Apareció de nuevo Ricky, que robó un balón, inició la contra y dio una gran asistencia a Bogdanovic para que éste pusiera a los verdinegros por delante. Segundos después, el 9 del DKV robó en la cancha del Estu otro balón y lo convirtió en dos nuevos puntos, la Penya ya estaba con 3 puntos de ventaja.

Después se dejó ver Karl, que cuajó un buen partido, Ricky forzó una personal en ataque y provocó una pérdida de Brewer al intentar sacarle otra (buena parte del público se volcó a favor del Estu tras esta decisión arbitral).

El base americano del Estu se extramotivó tras esta acción y recortó la distancia con una espectacular bandeja e igualó la contienda con un triple que levantó a todo el pabellón de su asiento. El empate a 67 puso la máxima emoción en la grada.

Y se empezó a decidir el partido. Rubio sumó dos, Udrih no falló desde la línea, el Estu se puso en zona y Wideman convirtió librándose del tapón de Moiso por milésimas de segundo. Faltaban 3 minutos y era la hora de tener el pulso firme para evitar que, como le pasó a Jagla, los triples no tocaran aro.

A Udrih no le tembló la mano para anotar un triple que ponía cuatro arriba a los madrileños y provocaba el tiempo muerto de Sito, la situación era límite para la Penya.

Casimiro volvió a la defensa individual y Ricky volvió a demostrar que sin teleraña zonal no tenía rival, mientras que la defensa catalana consiguió agotar la siguiente posesión del Estu. Sonseca puso a la Penya uno y faltaban sólo 1:38.

Dos jugadas después el empate volvía a ser el rey en el luminoso, Brewer falló pero el rebote deparó una falta sobre Udrih, anotó los dos tiros, Ricky montó el ataque y los de Badalona se cobraron una falta que permitió a Sonseca dejar a los suyos a uno (falló el primero).

Faltaban 20 segundos, y Brewer también fue a la línea: metió los dos y quedaba una posesión para la Penya, que se la tuvo que jugar de tres para forzar una prórroga que nunca llegó porque Bogdanovic y Mallet fallaron sendos triples y el Estu se quedó el partido. ¡El anfitrión derrotó al campeón en la primera gran sorpresa de la Copa!