Tras seis días de actividad en las redes sociales y el voto de los expertos, vosotros, los usuarios de Solobasket y los seguidores del CB Gran Canaria, habéis hablado. Gracias por vuestra activa participación en la elección de este #5IdealGranCanaria.

El aficionado del Granca ha escogido a un quinteto en el que cuatro de los cinco llegaron a coincidir sobre la pista. Sólo Marcus Goree no compartió vestuario con ninguno de los otros protagonistas, algo que deja bastante claro que para la gran mayoría el núcleo duro de la historia del conjunto claretiano lo componen jugadores que vistieron de amarillo durante el siglo XXI y que, además, fueron todos entrenados por el técnico elegido por la afición: Pedro Martínez.

No obstante, los seguidores grancanarios no se olvidaron en sus votos de nombres de los noventa como Morton, Vandiver o Burditt, además de otros más actuales como los de Eulis Báez y Gonzalo Martínez.

BASE: MARCUS NORRIS. El paso de Marcus Norris por la isla de Gran Canaria podría definirse en un par de palabras: clase, talento, visión de juego y compromiso. El norteamericano llegó cuando en el club claretiano se destilaba más el base nacional que el extranjero y cuando Gonzalo Martínez abandonó la entidad, algo que le regalaba una presión extra sin apenas aterrizar. No obstante, Norris hizo borrón y cuenta nueva para triunfar vestido de amarillo, encadenando cinco temporadas en las que hizo disfrutar a los aficionados grancanarios con su baloncesto, convertiéndose en alguien inolvidable y que todavía saca alguna sonrisa a más de uno cuando le recuerdan. 

ESCOLTA: JAYCEE CARROLL. Para muchos es el mejor tirador de la historia del Granca, para otros el mejor jugador que ha pasado por el club, pero más allá de esos debates quedó claro en la votación popular que es el preferido por la afición. Carroll dejó en dos temporadas a muchos con la boca abierta, llegó para dar un salto de calidad en su carrera y lo consiguió con el conjunto claretiano de la mano para que ambos cogieran impulso juntos. De esa manera, “Boom-Boom” se destapó como un anotador increíble y como una estrella que brilló con luz propia para marcar un antes y un después  en el Granca. Carroll es el novio que toda madre querría para su hija, y también el tirador que todo entrenador querría para sí mismo. 

ALERO: JIM MORAN. Jim Moran fue un jugador diferente, uno de esos hombres que lideran desde las sombras, lejos de estadísticas y focos. Sin embargo, el eterno dorsal número veinte del Gran Canaria dejó una huella imborrable en la isla por esa capacidad de sacrificio, de líder silencioso y de defensor incansable. Dentro de sus limitaciones, Moran fue capaz de enamorar a una grada que todavía siente la piel de gallina cada vez que le recuerda, básicamente porque fue el escudo y la bandera del club claretiano durante diez temporadas. De hecho, dicen que en el CID, si se pone un poco de oído y atención, todavía se oyen sus tapones a tabla.

ALA-PÍVOT: MARCUS GOREE. Seguramente, el texano haya sido el jugador con más talento que ha vestido la camiseta del CB Gran Canaria, algo que se evidencia en que, a pesar de estar sólo una temporada en la isla, nadie le ha olvidado. Dominador absoluto como pocos, Goree era una de esos jugadores que sumaban muchísimo con facilidad, haciendo que lo difícil pareciera sencillo y que lo imposible fuera posible. La verdad es que Goree fue una superestrella para el Granca y para la ACB, uno de los nombres propios en aquella 03/04 que catapultó a los grancanarios hasta los Playoff tras una segunda vuelta tremenda. El americano fue santo y seña de aquel Granca. 

PÍVOT: SITAPHA SAVANÉ. Capitán por y para siempre, jugador de referencia estadístico por mucho tiempo y hombre que representa unos valores que concuerdan a la perfección con el ADN del Gran Canaria. Taph Savané es el Granca y el Granca es Savané, su nombre quedará para siempre en la historia del club y las futuras generaciones oirán hablar de sus andanzas vestido de amarillo como la leyenda que es dentro del conjunto claretiano. Un pívot rocoso, intimidador y que no dejó de mejorar nunca siempre en favor de su equipo. Aquellos tiros libres con el reloj a cero ante el Joventut en los Playoff de 2007 son la imagen icónica de un jugador irrepetible por lo majestuosa de su figura. Su número siete colgará del techo del GCA algún día. 

ENTRENADOR: PEDRO MARTÍNEZ. Nadie puede entender la historia del CB Gran Canaria sin Pedro Martínez. El catalán cogió una escuadra que coteaba con éxitos y la transformó en una máquina de hacer baloncesto desde la defensa. Equipo que le daban, equipo al que hacía triunfar siendo capaz de sacar el 200% de sus jugadores. Sólo en una temporada la moneda le salió cruz, de resto todo gloria y champán. Las primeras semifinales amarillas llevan su nombre, y con ellas aquella frase de “Dormir poco, soñar mucho” que quedará para la posteridad en la mente de todos sus aficionados. Pedro es el hombre que hizo triunfar al equipo modesto y sin presupuesto de una pequeña isla en medio del Atlántico.