Tuve el placer de charlar con Paco Torres un día tan significativo como el de navidad. “Felices fiestas y feliz baloncesto” nos dijimos a pesar de que ambos teníamos el día libre. Por su puesto, también le felicité por mantener una revista de baloncesto hasta el nº 1000, algo prácticamente inédito, incluso en el fútbol. “He tenido la suerte de rodearme de muy buena gente. Eso ayuda mucho” me respondió. Sobre los que aún se mantienen desde sus inicios añade que “desde aquel noviembre del 85 nos hemos mantenido José Luis Surrallés, Miguel Ángel Panadés y yo”.

Han sido muchos años disfrutando y sufriendo, ya que en varias ocasiones la histórica revista ha estado a punto de desaparecer, pero a Paco no hay quién le quite la inquietud por el baloncesto “Sigo muy ilusionado, pero no por sacar el número 1.000; la verdad es que yo ya estoy pensando en el 1001. No importa la cifra, yo nunca pensé en llegar a un número, yo siempre pensé en el próximo porque eso quiere decir que te mantienes”.

Esa es la filosofía de los mejores deportistas del mundo y la de Gigantes también. El día a día en el trabajo es lo que, una vez más, ha guiado el buen rumbo de una nave llamada Gigantes, que ha hecho de Celestina, para enamorarnos a todos del baloncesto.

En nombre de Solobasket felicidades a Paco Torres y a todo su equipo: Ignacio Doria, Quique Peinado, Raúl Barrigón, Fernándo Martín, Carlos Candel, Emilio Cobos, Vlady Talayero, Luis Redondo, Miguel Panadés, David Carro, Àlex Gozalbo, Daniel Herrera, Juanjo Longarela, Antonio Cremades, Jose L. G. Surrallés, Pedro Casado, Mónica Cruz, Carlos Rodríguez y Salvi Casado. También a los que allí estuvieron. Gracias por seguir ahí, jugando siempre del lado del baloncesto. Nosotros seguiremos tras vuestras interesantes páginas.

CONOCIENDO A LOS REDACTORES

1. ¿Cómo llegaste a trabajar en la revista Gigantes?

2. ¿Cuál era tu opinión de la revista Gigantes antes de que formaras parte de la redacción?

3. Después de este tiempo entrevistando, acudiendo a eventos e investigando ¿tienes alguna anécdota interesante que contarnos?

NACHO DORIA

1. Aterricé en GIGANTES en mayo del 90. Por aquel entonces trabajaba en el diario MARCA, pero Mario J. Hernando tuvo que hacer el servicio militar (sí, la mili…) y entré en su lugar. Y hasta hoy…

2. Tenía una buena opinión de la revista, ya que era el referente de todo lo que pasaba en el mundo de la canasta.

3. ¿Anécdotas? Pues imagínate, quince años dan para mucho… ¿Sabes quién fue el que nos ayudó a lograr las primeras palabras de Rony Seikaly como (casi) seguro fichaje del Barcelona? Su gran amigo Bertín Osborne. Curiosamente, una de mis primeras entrevistas en la revista fue con el pívot al que me encontré de casualidad en una cafetería de Madrid. Por aquel entonces, acababa de ser elegido jugador con mejor progresión de la NBA y el titular de aquella entrevista fue “seguiría toda mi vida deportiva en Miami”.

QUIQUE PEINADO

1. Estaba en tercero de carrera y trabajaba para un periódico de Madrid sobre basket de base que se llamaba “El Magata”. En marzo del 99 lo dejé y en el verano decidí irme a ver el Mundial Júnior. Le propuse a Paco Torres, al que conocía de verlo en los partidos, que me acreditaran para una sede que no fuera la que ocupaba España (fui a Almada para ver a Estados Unidos y Grecia) y escribí algo. En diciembre de ese año Raúl Colorado se marchó, Paco me llamó… y hasta hoy.

2. Por mi edad no soy de esos de haber leído muchas otras publicaciones de basket que no fuera Gigantes, así que la mayoría de mis recuerdos son de esta revista. Hace no mucho encontré una foto de cuando era un enano, igual con 10 años, en la playa con un Gigantes en la mano… De pequeño me encantaba “Cataluña por Montera”, la columna de José Manuel Fernández, al que sigo admirando (su columna del número 1.000 es mítica y de vez en cuando sigo echándole un ojo a cosas suyas revisando mi colección). Antes tenían muchos más medios que ahora para hacer cosas y salían reportajes muy buenos.
La época en la que se llamaba Gigantes del Superbasket fue la peor, daban palos a todo el mundo y era bastante desagradable leer algunos de los editoriales de Miravalls o Baeta.

3. Habría mil, pero… En el Europeo sub 20 de Ohrid (Macedonia), el primer torneo al que me mandaba Gigantes cuando apenas llevaba siete meses en la revista, tenía la idea de entrevistar a Dalibor Bagaric, que por entonces empezaba a sonar para ir en serio a la NBA. El caso es que en cuartos de final jugaban Croacia y Yugoslavia y previsiblemente iban a ganar los yugoslavos (primeros de su grupo, un equipo con NBA’s como Radmanovic y Cabarkapa), así que mi idea era “enganchar” a Bagaric de camino al vestuario para arreglar la entrevista antes de que se fueran. En esto que ganaron los croatas y yo salí igual. El tipo me agarra contentísimo por el hombro, sonriendo y diciéndome a todo que sí, y cuando se acercan a la bocana de vestuarios empiezan a llover monedas y mecheros desde la grada… y yo en medio. Alguna me pasó cerca, así que le “empujé” al vestuario y me fui de allí. Por cierto, nunca hice esa entrevista.

RAÚL BARRIGÓN

1. Estaba estudiando la carrera de Periodismo y Comunicación Social en
Valladolid cuando mi amigo y compañero David Carro le propuso a Paco Torres desarrollar la página web de Gigantes. Fue un proyecto ilusionante y que nos permitió aunar dos pasiones, el periodismo y el baloncesto (recuerdo con especial cariño las Copas del Rey en Málaga y Vitoria). Creo que hicimos una labor honesta y profesional y así convencimos a la revista de que podíamos trabajar en ella.

2. Todavía recuerdo cuando mis padres me compraron el número 1 en la estación de trenes de Pucela (que, por cierto, ¡no lo encuentro! Qué desastre). Con eso creo que está dicho todo. Es la revista de referencia de este deporte, un impagable almanaque semanal de fotografías, noticias, estadísticas; también de experiencias, alegrías, excelsos reportajes e informes, polémicas y, en resumen, una generación relatada desde el calidoscopio del baloncesto.

3. Me quedo con la oportunidad única de haber hablado con gente que ha dejado huella en la historia del basket: Jerry West, Andre Turner, el propio Pau Gasol. ¿Una anécdota? Tengo algunas, pero las de carácter nocturno no se cuentan… A ver… Hablando de personajes, me encantó conocer en persona al vehemente Ioannis Ioannidis; un tipo obsesionado con la superstición y que ha dejado perlas como la de zarandear a un árbitro en un amistoso jugado en San Fernando si mal no recuerdo, o la de dirigir/castigar a sus jugadores del Olympiakos en la Final a Cuatro de Zaragoza’95 ante el Real, dar un discurso en una manifestación en homenaje a Alejandro Magno, prohibir a las mujeres entrar en el autobús del equipo…

Conocí a Ioannidis en León, cuando la selección española jugó ante Grecia en enero de 2004. Al acabar el disputado encuentro resuelto a favor de los de Moncho López, Ioannidis se encontraba solo, en el pasillo de vestuarios, fumando ¡tres cigarrillos a la vez! Atravesé la humareda y al dirigirme a él en inglés se giró y soltó cuatro gritos para que viniese el traductor. No me miró a la cara en ningún momento; le hice cinco preguntas al intérprete y entre pregunta y pregunta Ioannidis se fumó otro par de cigarros, respondiendo a voces, moviendo los brazos sin sentido aparente y con la mirada perdida. Un par de voluntarios aceleraron el paso cuando vieron el panorama. Cuando me agarró el brazo al darle las gracias creía lo peor; al fin me miró, sonrió y echó la mano a la pitillera.

FERNANDO MARTÍN

1. Empecé a colaborar hace tres años. Necesitaban gente para cubrir la Liga EBA los fines de semana, y allí que entré. Y desde entonces hasta ahora. Este verano José Luis Mateo cambió de aires, y yo he tomado el relevo.

2. Pues la mejor posible, porque Gigantes era una revista que siempre ha estado en casa desde pequeño. Mi hermano tenía una gran afición por este deporte y no se perdía ningún número. Y así me vino a mí la afición por el basket… y por Gigantes, a quien he tenido siempre como oráculo.

3. Bueno, como te he contado yo llevo poco tiempo, te podría contar miles de historietas de redacción y redactores. Pero de partidos y torneos, no muchas. Hay una que me hace mucha gracia cuando la recuerdo. Fue en la Copa LEB 2, en la final CajaRioja y Rosalía. Estaba en el último cuarto, ambos equipos estaban defendiendo muy fuerte, y en un ataque le pitaron falta a uno de los americanos, Montgomery (el que acaba de fichar por Cornellà). El bigardo se cabreó y se volvió instantáneamente hacia el fotógrafo de
Gigantes, que estaba a mi lado, y le preguntó: “no le he tocado ¿lo has cogido?, ¿lo has cogido?”. Y Charlie (Candel) asintió como si en vez de una cámara de fotos llevara una de televisión al hombro. Fue bastante cómico.