Que la temporada 2020-21 iba a ser atípica, lo imaginábamos todos aún antes de empezar. Que los equipos contarían con bajas, partidos aplazados, sobrecarga de jornadas y muchos problemas de organización, entra dentro de lo razonable. Pero hay cosas que ni el mejor guionista de plataforma de series de moda podría imaginar.

Y, si no, que le pregunten a Joan Peñarroya. Hereda San Pablo Burgos afronta su Jornada 9 de la Liga Endesa con sólo 6 jugadores disponibles, tras los positivos por COVID que registró hace dos semanas el conjunto burgalés. Y, además, llegan prácticamente sin entrenar, un handicap deportivo evidente, pero también para la salud de los deportistas.

“Nos encontramos en una situación en la que un equipo profesional,en estos momentos,tiene seis jugadores con opciones de disputar el partido de mañana. Estos seis únicamente han hecho un entrenamiento en catorce días, habiendo estado diez de esos días sin salir de sus domicilios, en los que evidentemente no pueden mantener mínimamente un estado de forma”. Así definía la situación el coach del equipo burgalés, preocupado por la salud y la forma de sus pupilos, definiendo como “difícil de entender” que se tenga que jugar el encuentro, a pesar de que las normas FIBA lo permita: “Tienen que regular este caso nuestro porque es el primero de estas características”. Una situación más que atípica para un club profesional de la mejor liga de Europa. Todo ello empaña la previa del partido que enfrentará al club burgalés con un  Urbas Fuenlabrada con muchos cambios en el banquillo y en la plantilla, con las llegadas  de Javi Juárez a la dirección del conjunto madrileño y de Shevon Thompson, Oliver Stevic y Charlon  Kloof a la plantilla.