Sin apenas tiempo de recuperarse de dos abultadas derrotas como fueron las últimas de Fuenlabrada en su desplazamiento a Valencia y, sobre todo, la aún más reciente ante Hapoel Jerusalen, el conjunto de la ciudad del sur de Madrid recibía, inmerso sin duda en el tramo más duro del calendario, a otro de los cocos de la competición doméstica, el Barça Lassa. Los de Pesic, haciendo gala del fondo de armario, saltaban al parqué del Fernando Martín con un 5 inicial poco habitual (Heurtel solo había disputado 6 minutos en el último partido liguero en el que Oriola ni siquiera saltó al parqué) y algo amable para los locales sobre todo por la falta de centímetros en la pintura. Oriola y Seraphin era el frontcourt y precisamente sobre el francés recayeron las primeras opciones y fallo visitantes en un Barcelona que arrancó sin guión ofensivo. Fuenlabrada atacaba y defendía con más brío y pronto se hizo con la delantera en el marcador (8-4) con Christian Eyenga como principal recurso ofensivo. No estaba muerto Barcelona y por medio de Oriola, el más constante de los visitantes hoy sellaría un parcial de 2-7 que le daría por primera vez la delantera en el marcador.

En la igualdad discurrían prácticamente los siguientes 15 minutos. Pesic echaba mano de Tomic, bestia negra del Fernando Martín, para intentar castigar una pintura en la que el Ché rotaba de manera fluida las marcas del croata primero con un Zanna que podía echar mano de su físico como respuesta a los centímetros y luego de dobles marcas con Daniel Clark con ayudas constantes. El propio Clark y las primeras apariciones de Luka Rupnik daban respuesta en el otro lado del parqué a los mejores minutos defensivos de los visitantes.

Con igualdad se marchaban ambos conjuntos por el túnel de vestuarios pero quien mejor saldría de los mismos sería Barça Lassa, que encontró acierto en los primeros minutos de la segunda mitad de mano, principalmente, de Oriola y de un Heurtel que al descanso se marchó sin anotar y que en el tercer cuarto ya se iría hasta los 7 puntos. Eran los minutos más sensibles de Fuenlabrada, con 7 puntos de desventaja (43-50). El que cogería las riendas del equipo local ahora sería Pako Cruz y, por encima de todo, Néstor García desde la banda. Los constantes gestos del argentino encendieron al gradería, que hoy consiguió calar en la moral visitantes. De dos de los momentos de ruido más intenso llegarían dos robos de Fuenlabrada, completamente atribuibles a la grada. Fuenlabrada se crecía y comenzaba entonces una remontada que casi culmina en el tercer cuarto (51-52), pero que no sería completada hasta el último período. Entraba entonces en terreno de jugadores calientes y ahí se manejaron como pez en el agua Luka Rupnik, que anotaría 8 de sus 15 puntos hoy en esos últimos 10 minutos; Marko Popovic, que sumaría otros 5 tantos después de un partido aciago en el tiro hasta entonces (0/6 en el triple en los primeros 30 minutos); Marc García, con otros 4 puntos; y un Tomás Bellas que sumaría dos recuperaciones en momentos clave.