Empezaba mucho más conectado al partido en cuanto al deseo Tenerife, que hoy se jugaba un puesto de Playoff ante un Fuenlabrada que en el primer cuarto se mostró bastante aturdido en lo emocional, en el que iba a ser el último partido como profesional de Marko Popovic y su despedida de Fuenlabrada. Tras el 5-5 inicial, Tenerife, en manos de un Richotti muy cómodo en ese baloncesto rápido con el que se movió Tenerife en el primer período, y de Brussino enlazaba un 0-10 de parcial. Intervenía Cuspinera con un tiempo muerto rápido tras el que Fuenlabrada acortó la desventaja hasta el 10-15, mero espejismo de reacción, puesto que a Tenerife aún le daba tiempo a volver a ampliar su renta hasta 12 puntos al final del primer cuarto (10-22).

Sería esa la máxima visitante hoy, ya que en el arranque del segundo período Fuenlabrada sí encontró la reacción que no pudo dar de manera prolongada en el primero. Y esta fue en manos de los primeros minutos de Marko Popovic, que , aunque jugaba hoy con problemas en el ligamento de su rodilla, se unió a Pako Cruz y Christian Eyenga como amenaza ofensiva local. Al descanzo, azteca y congoleño sumaban 8 tantos, por 7 del croata. Ese acelerón local sirvió para que los de Cuspinera fulminaran la renta de Tenerife en los 2 primeros minutos, y en colchones de uno y tres puntos fueron manejándose los visitantes hasta que Fuenlabrada, con un triple de Marc García, volvía a colocarse por encima en el marcador, 29-28, posición en la que no se habían encontrado desde el primer minuto de partido. Tuvo tiempo de enlazar Tenerife un 0-5 que Fuenlabrada consiguió igualar al término de los primeros 20 minutos con una última bandeja de Popovic que dejaba el marcador en tablas (36-36).

Dos aciertos de Niang en sendos alley-oops y un triple muy alejado de Beirán daban de nuevo un liderato en el marcador provisional para Tenerife, que sin embargo no consiguió dar continuidad a esos aciertos pricipalmente porque Fuenlabrada comenzó a encontrar la sintonía defendiendo. Y en la defensa y el run & gun es donde Fuenlabrada empezó a construir una segunda mitad en la que sería superior a Tenerife y en la que lograría colocarse de manera prolongada por encima en el marcador con rentas de entre 6 y 9 puntos. Con Pako Cruz y Eyenga de ejecutores, Rupnik lanzando contraataques y tanto Chema Gonzalez como Osas Ehigiator trabajando mucho en el rebteo en ambos lados, los de Cuspinera se situaron con esas rentas hasta el minuto 36 de partido. Ahí entró de nuevo en juego el deseo de Tenerife por jugar el Playoff, con Brussino, Beirán y Abromaitis sumándole centímetros y acierto al juego exterior de los de Vidorreta. Precisamente del triple fallado de Abromaitis llegó un espectacular rebote y suspensión de Beirán que dejó el partido empatado (75-75) al término de los 40 minutos de juego.

Parecía que el partido iba a desarrollarse en similares guarismos e igualdad en la prórroga y así lo fue haciendo hasta que Cuspinera decidió dar entrada a Marko Popovic, privilegiando lo emocional a lo deportivo, queriendo darle al croata la posibilidad de despedirse de este deporte desde dentro del parqué. Lo que pasa es que Popovic no es un jugador cualquiera y, a 15 segundos del desenlace, cuando la posesión de Fuenlabrada iba camino de finalizarse sin poder siquiera levantado un tiro, anotaba un triple de 9 o 10 metros que desataba el júbilo entre la afición local. En la jugada inminentemente posterior, además, el croata conseguía quedarse con un rebote que terminaba de dilapidar las opciones de Tenerife.