Unicaja seca al binomio Shermadini-Huertas y empieza con buen pie la fase final (70-83)

¿Y SI SÍ?

Baskonia recupera a sus dos bases, el Barça da una mala imagen, pero gana, sin embargo, ¿por qué no creer?

A Unicaja le van los torneos cortos este año y Luis Casimiro ya ha avisado que este sistema "es propicio para dar la sorpresa". En frente estaba Iberostar Tenerife en un choque clave que marcará el camino de cada conjunto de cara al resto de enfrentamientos. El cruce de viejos amigos -por el pasado de Shermadini, Dani Díez o Sasu Salin- es el de las esperanzas para luchar por semifinales y colarse en una posible final. ¿Y si sí?

En el capítulo de bajas, a Jaime Fernández se le han sumado los descartes para hoy de Melvin Ejim y el canterano Pablo Sánchez, mientras que por parte de los aurinegros se quedan fuera Alberto Cabrera y Dino Radoncic.  

SIN PRISAS PERO SIN PAUSAS

Antebrazo en un ángulo de 90º con el suelo, mano estirada y un movimiento vertical, de arriba a abajo. El gesto lo conocemos todos y y hoy Marcelinho Huertas lo empleó más de la cuenta. El carioca, como extensión de Vidorreta en la cancha, pedía calma desde el principio para no entrar en el ritmo rápido, de correcalles, que quería imponer Unicaja en la Fonteta. 

Pues al final ni una cosa ni otra. Iberostar no pudo adaptarse al tempo del partido por culpa del gran acierto de su rival desde el triple y la férrea defensa a la que fueron sometidos durante ciertos tramos del encuentro. Curiosamente, el técnico aurinegro sonreía al final del partido, quizás conocedor de los errores que habían cometido sus chicos. 

OTROS TRES MESES CASTIGADOS 

Eso tiene que haber pensado Txus Vidorreta al ver el festival desde el perímetro que se ha marcado Unicaja. Incontenibles en la primera parte, la tarjeta de tiro con siete aciertos en 11 lanzamientos habla por sí sola. No solo afectó en el marcador a Iberostar, que se marchó 11 puntos por debajo al descanso (32-43), sino también al factor mental de sus jugadores, incapaces de frenar la racha anotadora de los malagueños. 

Especialmente inspirados estuvieron Adam Waczynski (4/4 T3) y Marko Simonovic (2/2 T3) en contraposición al mediocre 3/12 en triples con el que se marchó el conjunto lagunero al descanso. Ya lo decía el entrenador vasco al descanso: "no parece que lleven tres meses sin jugar".