El conjunto aragonés viaja a Madrid para visitar al Movistar Estudiantes en sus aspiraciones de mantenerse en la zona de privilegio de la Liga Endesa. Es así, como el equipo zaragozano busca su cuarta victoria ante un Estudiantes siendo el último clasificado y posicionándose en una grave crisis con 5 derrotas consecutivas. Un rival herido esudiantil que quiere poner fin a su mala racha para salir de los puestos de peligro de la clasificación.
Se palpaban los nervios antes de comenzar el partido. El estandarte y decisivo jugador Darío Brizuela, ya no se encontraba entre las filas de los del Ramiro. Era por tanto un choque para la salvación, o para hundirse aún más en un pozo sin fondo. Casademont Zaragoza empezó primero el baile gracias a la canasta sufrida de Javier Justiz. Las exigencias de Dzikic hicieron mella en sus chicos, y lo que parecía un duelo digno de los de rojo, se había convertido en un auténtico comienzo de baloncesto. Buenas defensas para ambos, intensidad y toque de muñeca por parte de Kadji. Un buen resultado para llegar al ecuador del primer cuarto (12-8), con valor positivo de los Estudiantes. Pero los aragoneses no se iban a quedar quietos. Mejorando notablemente las estadísticas, supieron sobreponerse con Justiz (6pts), Radovic y Benzing. Los madrileños dejaban poco a poco escapar su gas tras un triple en suspensión fallido, y con la ayuda de Fran Vázquez los de Zaragoza conseguían imponerse al final del cuarto, no sin antes disfrutar de un triplazo en el último segundo de Douglas (15 – 19).
Empezaba el segundo cuarto, el equipo visitante seguía seguro al obtener esos buenos parciales durante el comienzo (11), pero el equipo azul contaba con la ilusión del público. La garra defensiva contra Justiz y Ennis daba un soplo de aire fresco para intentar remontar acompañando las canastas de Douglas y Arteaga (19-21). Durante los primeros 4 minutos veíamos plasmada murallas infranqueables, agotándose la posesión en cada conjunto. Kadji repartía intensidad y canastas para acercar el marcador (7pts). A pesar de tener buenas intenciones, ese 41% TC de los de Madrid, no le servía a Dzikic para salvaguardar la victoria. Aún se sumaban diversos fallos en contraataques asegurados que no llegaban a convertirse en canasta. Segundos con oportunidades valiosas que aprovechaba el Zaragoza para asestar golpes contundentes como la canasta de Hlinason. Scrubb no quería perderse la oportunidad y se convertía por el momento en el segundo mejor de los del Ramiro con un nuevo triple (7pts). La igualdad reinaba en el WiZink Center, los visitantes no sabían que los azules iban a luchar hasta el final. Último minuto para el ecuador, y entre sustos y canastas de sufrimiento el choque se daba un respiro llegando con un marcador de 30-37. Era bestial los números del banquillo de aragonense (18).
Tercer cuarto, parcial de 0-6 para el Casademont Zaragoza. Palacios era el encargado de frenar este poderoso arranque y no sumar la lejanía en el marcador (34-43). Toney Douglas y Edgar Vicedo dieron un golpe en la mesa para acercase hacia los visitantes. 5-15 en triples, a pesar de esos resultados, Dzikic seguía confiando. El pabellón se alzaba ante un sesastre en lo que llevaban de temporada, sólo la fuerza de un público fiel podría dar motivación. Dos canastas seguidas de Juan Palacios ponía aún más toda la carne en el asador (13pts). Gran fuerza y distintos cambios para ejercer presión en lo que quedaba de cuarto. Pressey y Scrubb fueron testigos de que las estadísticas en TC no jugaban a su favor, una falta personal de Barreiro hizo dejar a tan sólo un punto de diferencia a los locales. Era el momento decisivo, a falta de 2min del tercer cuarto , Arteaga levantaba a todo el estadio seguido del triple de Scrubb (53-53). El corazón estudiantil latía ahora más fuerte que nunca, ruido y ruido para no dejar a Justiz ni respirar.