Caja Laboral sigue inmerso en su periodo de reflexión y adaptación a la nueva era post-Ivanovic. Una de las máximas preocupaciones, que no es nueva, es la posición de base, que desde principio de temporada en el propio club se sabía que era el punto débil de la estructura de la plantilla. Se apostó por un jugador de perfil bajo como Taylor Rochestie, un jugador que no ha sabido dar, por un motivo u otro, lo que se esperaba de él: tiro rápido, velocidad de pensamiento y ejecución rápida en el pase. Así, a pesar de tener tres bases, ninguno ha dado el nivel exigido para el nivel de un equipo élite de Euroliga. Cabezas era un tiro seguro, que tampoco está saliendo como se esperaba.
¿Lo bueno? El precio de estos dos, que no tanto el de Thomas Heurtel, cuyo salario es algo superior a los de Rochestie y Cabezas juntos. Prescindir de cualquiera de ellos no sería difícil en el tema salarial. Aunque el tema de que Cabezas sea cupo y tenga una larga trayectoria que le avale, así como experiencia, hace que eso sea un movimiento impensable. Rochestie es el centro de las miradas, ya que además arrastra unos problemas de rodilla que según su contrato pueden hacer muy viable la desvinculación por ambas partes. Actualmente no juega, oficiosamente para darle descanso por sus molestias en el tobillo.
Baskonia necesita un base de cierto nivel y eso lo sabe Josean Querejeta desde hace tiempo. Es por ello que busca en el mercado la pieza deseada y está dispuesto a hacer prácticamente cualquier cosa. El único intocable en la plantilla es Nemanja Bjelica, del que se entiende que es patrimonio deportivo de este año …y económico para equilibrar balances a finales de año.
El problema con el que se encuentra Querejeta es que no hay suficiente liquidez para afrontar los movimientos deseados y para ello deberían salir al menos una o dos piezas. En este sentido, desde Turquía llega el rumor por parte de Ismail Senol de NTV Sport -cuya fuente parece ser el entorno del propio Ergin Ataman, entrenador de Galatasaray- de que Caja Laboral ha podido ofrecer al propio Andrés Nocioni para lograr los servicios de Jaka Lakovic, jugador bajo contrato con el equipo otomano pero al que se busca una salida. De esta forma se liberaría masa salarial y se lograría la adición de un base de experiencia contrastada. Un movimiento complejo, no solo por lo que Andrés Nocioni significa en el club, sino también por ser un tipo de operación que no es usual en el mercado del basket europeo. Las fuentes consultadas por esta web hablan de un movimiento inverosímil y restan cualquier posibiidad de que se consuma.