Aprovecho esta oportunidad que me ha brindado Solobasket.com, para compartir la experiencia de trabajo de estos últimos cinco años en un equipo profesional de baloncesto en LEB Oro, como es el Melilla Baloncesto.
De inicio, quiero decir que plantear nuestro trabajo y hacerlo atractivo a una entidad deportiva es complicado, partimos de ciertos preconceptos que suponen una dificultad a la hora de requerir nuestros servicios, por ello es necesario partir de la base de un grupo que quiera mejorar y que pueda entender la importancia de nuestro trabajo y sobre todo de la comprensión del entrenador como clave de nuestra participación.
El desconocimiento que la figura del psicólogo suscita en el ámbito deportivo, así como en el social en general, es un hándicap, normalmente se recurre al mismo cuando existe un problema. Pero al igual que hoy en día es considerada importante la labor de preparador físico, del fisioterapeuta o de los técnicos ayudantes, también sucederá en un futuro con la del psicólogo deportivo.
En el concepto popular se considera al psicólogo como la persona que resuelve conflictos mentales, pero esto es solo uno de los múltiples aspectos que puede abarcar nuestro trabajo. La psicología es la ciencia que estudia la conducta o los comportamientos humanos y los procesos mentales. Podemos entender que todos tenemos una conducta y comportamientos determinados y que cualquier acción que llevamos a cabo a diario, conlleva la implicación de procesos más o menos complejos (caminar, pensar, ver, comunicarse, relacionarse, etc…), y es ahí, donde el psicólogo deportivo puede hacer su trabajo, optimizando esos elementos en su implicación en el contexto competitivo.
En el ámbito del baloncesto profesional, partiendo desde la experiencia llevada a la práctica, nos podemos preguntar ¿qué podemos hacer, y qué nos permiten hacer?. En realidad podemos hacer mucho, pero lo que realmente hagamos estará en función del compromiso que podamos asumir, así como de la importancia que los diferentes agentes lleguen a atribuir a nuestro trabajo, sobre todo la que nos otorgue el director principal de la obra, el entrenador.
Recientemente el capitán de la Ryder Cup de Golf, Jose María Olazábal comentaba que había invitado a Pep Guardiola y que hacía tiempo había hablado con él sobre cómo motivar a los jugadores; conversaron acerca de su vídeo motivacional de la final de Roma y comentó que se había basado en él para confeccionar el que le puso a sus jugadores. Ese es un ejemplo de manejo de las emociones donde el psicólogo deportivo tiene mucho que decir. Pero un video motivacional no es más que un mínimo ejemplo de las múltiples herramientas que pueden usarse en la psicología deportiva. A veces incluso es mejor no aplicar una técnica, que hacerlo mal.
Siguiendo con el ejemplo, en mi experiencia particular he podido ver videos motivacionales bien diseñados, y otros que no lo fueron tanto. Recuerdo una ocasión donde pude observar el trabajo en un video donde se recogían momentos exitosos de los jugadores con diferentes equipos, logrando títulos, celebrando victorias importantes, y un mensaje, “esta vez vamos a conseguirlo juntos” (Copa del Rey ganada por Unicaja de Málaga con Sergio Scariolo). De un corte similar (no tan centrado en éxitos personales, sino más en aspectos de confianza, carácter y juego de equipo), se confeccionó uno cuando jugamos la Copa del Príncipe que ganamos contra Menorca. Pero cuidado, no ganan los videos motivacionales, ganan las estrategias y la aplicación de las mismas ejecutadas por los jugadores. En cambio también he podido ver vídeos que no se adecuaban a las intenciones, cuando por ejemplo se pretende motivar sobre la importancia de estar unidos para ganar un partido, tienes un grupo con problemas de cohesión y centras el montaje en acciones individuales. El resultado es bastante negativo porque no cambia el foco del problema, sino que lo acentúa. Por ello insisto en que este tipo de herramientas es interesante, confeccionadas de la manera adecuada por personal cualificado, pero es solo una de las múltiples estrategias que se pueden usar.
Trascendiendo la anécdota, queda preguntarnos ¿cómo se trabaja o a qué niveles se puede trabajar la psicología en el deporte y concretamente en el baloncesto?.
Estableceremos tres momentos importantes: previo al inicio de la temporada, durante la temporada y una vez finalizada la misma. PLANIFICACIÓN / INTERVENCIÓN / EVALUACIÓN.
MOMENTOS PREVIOS AL INICIO DE LA TEMPORADA (PLANIFICACIÓN)
¿Qué debemos tener en cuenta a la hora de plantearnos como trabajar los aspectos psicológicos?. En primer lugar considerando el tipo de deporte, sus características.
En nuestro caso se trata de un deporte colectivo: a nivel preparatorio con dobles entrenamientos diarios, con un componente físico y otro táctico; a nivel competitivo de enfrentamiento a rivales, con una serie de normas y reglas determinadas, en un tipo de competición de enfrentamiento múltiple a doble vuelta. A esto debemos añadir que se produce en un entorno de Club, con una historia, estructura, normas internas y características contextuales que deben considerarse.
Por lo tanto nuestro primer trabajo será analizar estas variables y trabajar a nivel de directiva y cuerpo técnico donde podamos intervenir. Evidentemente el tipo de jugador que se ficha depende de dos aspectos fundamentales: la filosofía del club o entrenador, así como de los medios económicos. El psicólogo tiene poco que decir en cuanto al jugador que se deba contratar, pero si puede ofrecer su asesoramiento en referencia a las características que debiera tener el deportista desde un punto de vista personal que encajara con la política del club, e igualmente puede colaborar en todo lo referente a las primeras atenciones que, sin necesidad de ser demandadas, el jugador debería recibir, ya que esto supondrá un cartel de presentación importantísimo para que las primeras impresiones adhieran y comprometan al jugador con el club.
Un segundo nivel de trabajo en la planificación vendrá determinado por el grado de intervención del psicólogo deportivo en la estructura del equipo. Se puede dar la posibilidad de trabajar como “coach” o asesor del entrenador y cuerpo técnico (trabajando sobre los procesos psicológicos que ellos mismos van a tener que manejar), asesorando sobre la dinámica del equipo; interviniendo con los jugadores (de forma directa, o indirecta), etc. En definitiva teniendo en cuenta el factor humano del trabajo. Este concepto está ampliamente reconocido en el mundo empresarial encaminado a la mejora de la satisfacción laboral así como al máximo desarrollo de los potenciales individuales y colectivos. El coaching o asesoramiento sobre elementos como el foco atencional, los objetivos, las dinámicas de grupo, el manejo de las situaciones de presión y la motivación están muy presentes en ese ámbito. Ese grado de participación en el equipo determina el tipo de planificación e intervención que se pueda llevar a cabo, así a modo orientativo se podría establecer la siguiente secuencia de trabajo.
Ejemplo: Plan Global De Preparación Psicológica Temporada 2011-2012
1. Consideración de los Objetivos Deportivos. En función del momento de la temporada, considerando el momento de pretemporada:
– Mejorar la condición física.
– Desarrollar la identidad de grupo y equipo.
– Desarrollar una mentalidad de equipo Campeón (no en función de los partidos que se ganan, sino de la forma en la que se juegan: esfuerzo, solidaridad, compañerismo, compromiso…)
Nota-tendremos que hacer explícitos objetivos de trabajo personales, bien colectivos o individuales y algún objetivo general a corto- medio plazo.
2. Estudio del plan de actividades deportivas.
3. Detección de necesidades, posibilidades y riesgos psicológicos.
4. Consideración de características relevantes de los deportistas.
5. Detección y consideración de necesidades psicológicas paralelas.
6. Integración del plan de trabajo psicológico en el conjunto del plan de preparación.
7. Planificación del plan de trabajo psicológico en cada una de las variables relevantes en el deporte competición.
8. Programación de intervenciones concretas.
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