Un nuevo problema vuelve a surgir esta temporada con motivo de los jugadores extranjeros que deben ser considerados o no cupos, en este caso, en el nuevo marco en que se mueve la ACB, Jugador de Formación. La ABP (Asociación de Baloncestistas Profesionales) ha solicitado la revisión de varios casos de jugadores a los cuáles la ACB les ha otorgado la plaza de Jugador de Formación por no estar de acuerdo. Se refieren a Tomas Satoransky, Buka Burjanadze, Henk Norel, además de los polémicos temas de Lucas Nogueira y Augusto Lima.

El lío viene surgido por el ambiguo texto redactado al inicio de la pasada campaña para abrir un nuevo marco de contratación. Dicho texto, en el que se relata los puntos que debe cumplir un jugador extranjero para ser admitido como Jugador de Formación, tiene algunas lagunas, por las que puede crear discordancias en las interpretaciones que de él puedan hacer distintas personas, de ahí este nuevo problema surgido.

En los casos de Norel, Satoransky y Burjanadze se considera que no han cumplido las tres temporadas que se exigían para ser Jugador de Formación, alegando que Norel llegó a España con 18 años, Satoransky a un mes de cumplirlo y que Burjanadze está ahora cumpliendo su tercera campaña, por lo que no no podría ser admitido hasta el paso de seis meses de esta temporada.

Más espinas tienen los casos de Lima y Nogueira, por el hecho de no ser europeos, sino brasileños. Aún tiene más lagunas el texto en estos casos, y puede provocar mayores quebraderos, aunque parece ser que el caso del jugador de Unicaja está prácticamente resuelto a favor de aceptarle como Jugador de Formación, pues lleva en Málaga desde los 16 años y además obtuvo a principios de este mismo año la doble nacionalidad.

Pero no es nada nuevo en el baloncesto español. Desde la famosa "Ley Bosman" la ACB no ha sido capaz de adaptarse al nuevo marco de contratación de trabajadores que ofrecía la Comunidad Europea. Continuos cambios de criterio a la hora de admitir que un jugador extranjero no rezase como tal, lo que ha provocado confusiones además de algunos casos bastante liosos, incluso algunas ‘trampas legales’, si se les puede llamar así.

Recordado es el caso de Mindaugas Timinskas, jugador lituano que pertenecía al TAU Vitoria y el cual no fue admitido como comunitario por la ACB, lo que provocó que el jugador tuviese que abandonar el club vitoriano. Diez años después, la Audiencia Nacional le dio la razón a Timinskas y la ACB tuvo que indemnizarle por el posible daño provocado.

Tras el ‘Caso Timinskas’ surgieron los "Comuntarios B", aquellos que no ocupaban plazas de extranjeros al obtener parentesco con ciudadanos europeos, ya fuese por sangre o por casamientos. Por esta segunda vía empezaron a levantarse polémicas, la mayor de ellas explotó a poco del inicio de la temporada en 2007.

La considerada esposa de Will McDonald, por aquel entonces en las filas del TAU Vitoria, admitía en una entrevista que el suyo había sido un "Matrimonio de Conveniencia" para lograr la nacionalización del jugador. Estas declaraciones provocaron un gran revuelo y a punto estuvo de suspenderse el inicio de la temporada y de dejar de admitirse a otros "Comunitarios B" que había en la Liga, aunque finalmente se pudo arrancar admitiendo a todos los jugadores como comunitarios.

En estos últimos años también se ha conocido el caso de nacionalizaciones un tanto exóticas, por decirlo de algún modo, y no sólo en España, sobre todo de jugadores americanos que logran pasaportes macedonios, búlgaros o incluso del Congo o Azerbaiyán, como ocurre con CJ Wallace o Jaycee Carroll, respectivamente.

Distintos marcos de contratación, distintas vías para esquivarlos, varios años de tiras y aflojas entre distintas instituciones, hacen que surjan muchas dudas, ¿Se cuida de verdad al jugador nacional utilizando estos marcos de contratación?, ¿no sería más fácil con la libre circulación de jugadores?