A estas alturas de competición, y cuando lo habitual es que los equipos “sorpresa” de la temporada empiecen a desinflarse, el Iberostar Tenerife de Txus Vidorreta se ha alzado con el liderato de la Liga Endesa y está dispuesto a mantenerse en la cabeza con firmeza. 

Txus Vidorreta (Bilbao, 1966) está sentando cátedra, partido tras partido, desde su pizarra. Con un juego en apariencia simple, pero que consigue del “ABC” del baloncesto una auténtica obra maestra. Su Iberostar Tenerife se muestra como una auténtica apisonadora, fiel a una serie de principios que explotan hasta su máxima eficiencia.

A través de estas líneas trataremos de desglosar cuáles son esos principios, que están convirtiendo al Iberostar Tenerife en una de las sorpresas más agradables de la última década.

TRAMPEAR EN LA FASE OSCURA

Probablemente sea una de las señas de identidad más características de los equipos de Vidorreta. Y entendámonos, no es que Vidorreta haga trampas, sino que simplemente es uno de los técnicos más inteligentes en sus planteamientos defensivos, y plantea auténticos quebraderos de cabeza a sus rivales.

Txus es un maestro del scouting, y sabe sacar hasta la más oculta debilidad de los ataques de sus rivales, para después explotarlos a través de su defensa. Una de las partes más importantes del trabajo que realiza el Iberostar Tenerife a nivel defensivo, es que sus planteamientos generan dudas en el rival, y le hacen perder el tiempo tratando de leer las ventajas.

Defensas cambiantes, que comienzan pareciendo una zona y acaban siendo una individual, cambios en la manera de defender los bloqueos, que generan errores en la lectura de los equipos rivales, defensas presionantes que retrasan la puesta en marcha del ataque contrario o defensas hipermóviles que desconciertan son algunas de las “trampas” que el maestro Vidorreta impone a través de su pizarra.

El resultado: Iberostar Tenerife es el equipo que menos puntos encaja por partido (72.5) de toda la Liga Endesa, pero no solo eso. Si acudimos a la estadística avanzada, para ver los datos del rating defensivo (puntos recibidos cada 100 posesiones) de los tinerfeños, los de Vidorreta son la segunda mejor defensa de la liga con 103.7 puntos encajados. Es decir, son élite a nivel defensivo y esto les está facilitando poder ser líderes y sorprender a todo el mundo con su juego.

COCINANDO A FUEGO LENTO

En ocasiones, y al contrario de lo que muchos suelen pensar, lo más sencillo es lo más eficiente. Y en eso Txus Vidorreta está marcando un auténtico clínic, el ataque de los tinerfeños parece francamente simple, sin embargo en su simplicidad está su maestría.

El apartado ofensivo del Iberostar Tenerife es, poco más o menos, el “ABC” del baloncesto. Pero lo que puede parecer un sistema de juego de cadete, resulta un ataque realmente detonante. A través de una ocupación de espacios casi perfecta, de una filosofía de conjunto y extra-pass casi perfecta, de la templanza, de las buenas lecturas y de un bloqueo directo central magistral los de Vidorreta convierten su ataque en una máquina segura y bien engrasada.

Buenos bloqueadores como Bogris o Vázquez facilitan la creación de ventajas, que jugadores como San Miguel o White leen a la perfección y que tiradores como Doonerkamp o Beirán se encargan de sentenciar. La idea es sencilla, el planteamiento simple, pero el resultado es extraordinario.

Si acudimos a la estadística simple observaremos poco brillo en el ataque tinerfeño, que se ubica como el undécimo ataque en puntos por partido, con 78.55. Pero debemos acudir a la estadística avanzada para ser conscientes de la importancia de su ataque; en el rating ofensivo (puntos anotados cada 100 posesiones), Iberostar Tenerife es el sexto mejor ataque de la competición con 113.7 puntos. ¿Cómo es esto posible? Sencillo, los de Vidorreta son el equipo que juega al ritmo más lento de toda la Liga Endesa con 69,9 posesiones por partido; y es que los amarillos atacan lento pero seguro, siendo además el tercer equipo que menos balones pierde por partido (12.65).

CONJUNCIÓN GRUPAL Y FORTALEZA MENTAL

Ya hemos hablado largo y tendido acerca del desarrollo puramente baloncestístico del juego tinerfeño, pero quizás merece la pena entrar a valorar aquello que muchos denominan intangibles, y que otros calificamos de esencia del deporte de equipo.

Si hay un nexo de unión en todos los éxitos colectivos, a nivel deportivo, claramente se trata de la sensación de conjunción que se da en todos ellos, especialmente cuando llega por parte de equipos más humildes. El Iberostar Tenerife no podía ser menos; la sensación de grupo, el pegamento que parece unirlos (del primero al último) y la alegría que reflejan sus rostros, son sinónimos de EQUIPO, sí, con mayúsculas.

Y solo entendiendo esa capacidad de fuerza colectiva es posible entender el éxito que rodea al Tenerife de Txus Vidorreta esta temporada, los isleños a través de su juego coral y de su entendimiento en la pista están explotando al máximo sus virtudes.

Pero no solo eso, sino que llegan más allá. Los amarillos han sufrido lesiones de gravedad en los que están llamados a ser sus líderes (Richotti y Beirán) y se han sobrepuesto a cada uno de los obstáculos que les han puesto en el camino. Todo gracias a la perfecta armonía que domina la asunción de roles del equipo tinerfeño y a una fortaleza mental desmedida.

En todo ello Txus es una de las claves, su liderazgo es palpable en el conjunto isleño. La comunicación entrenador-jugador fluye bajo el influjo del de Indautxu; sus jugadores creen en él, con fe ciega, y él ha devuelto su confianza entregándoles unas armas que permiten sacar lo mejor de cada uno de ellos. 

Vidorreta orquesta una maquinaria que asombra, dirige a un equipo que sonríe y que, sobre todo, está tiñendo de ilusión una competición que ansía la llegada de sorpresas tan gratas como la de este Iberostar Tenerife.

DATOS GRACIAS A LA INESTIMABLE COLABORACIÓN DE STATS LI