Ya lo avisábamos en la previa: saltarían chispas en Pisuerga. Y el partido fue muy emocionante, sobre todo en sus instantes finales. Dos equipos que veían en este encuentro la oportunidad perfecta para asegurar de forma matemática la permanencia. Al Cajasol le valía ganar o, en su defecto, que el Lagún Aro perdiera. Al Blancos de Rueda sólo le valían las dos variables juntas: vencer al Cajasol y que Lagún Aro cayera. El resultado donostiarra no se conoció hasta una vez finalizado el encuentro en Pisuerga, por lo que ambos equipos salieron a evitar cábalas.

La ansiedad por controlar el encuentro hizo mella en la salida a pista del Blancos de Rueda, que en apenas 10 minutos ya había perdido 6 balones. Estos regalos permitieron al Cajasol, sin demasiado esfuerzo, colocarse arriba en el marcador y conseguir las primeras rentas (17-23). Además, la mala suerte llegaba al banquillo pucelano con la lesión de Cizauskas.

En el segundo cuarto los morados, gracias a las arrancadas de David Navarro (9 puntos en el segundo cuarto) y Jordi Grimau (6 puntos), lograron remontar los 10 puntos de ventaja (22-32) que habían logrado los sevillanos liderados por Satoransky (7 puntos y 4 rebotes). A Navarro y Grimau se unía también Nacho Martín que, sin hacer mucho ruido, sumaba ya 10 puntos y 7 rebotes (18 de valoración) y el Blancos de Rueda empataba el partido a 40.

Tras el descanso llegó la igualdad propia de un encuentro de estas características. La tensión fue subiendo y la presión de la grada se comenzó a notar. Montañez (8 puntos) y O’Leary (11 puntos) se convirtieron en los jefes de mando del Blancos de Rueda, y Bogdanovic y Sastre (13 puntos cada uno) ponían la réplica por parte visitante. Con ambos equipos procurando no cometer errores se llegó al final del tercer cuarto con un punto arriba para el Cajasol. En el periodo definitivo la defensa pucelana incrementó su intensidad, y con un Montañez excelso (17 puntos y 4 asistencias, 20 de valoración) y Nacho Martín (20 puntos, 10 rebotes y 25 de valoración) apareciendo de nuevo colocaron a su equipo con ventaja, que se mantendría hasta el emocionante fin del encuentro gracias al acierto local en los tiros libres. Al final, 88-84 favorable al equipo de Roberto González y, con el posterior resultado en Illumbe, ambos conjuntos contentos por la salvación.