El gran acierto en el tiro exterior del Fuenlabrada empañó la labor de los vitorianos en los primeros minutos. Las cosas no empezaron muy bien para los vascos que con algunas imprecisiones en los pases solo conseguían culminar alguna canasta bajo el aro. Robert Kurz ponía la máxima ventaja tras un triple a tablero (18-9), que sería rápidamente contestado. Aun así el referente fuenlabreño de los últimos partidos, no se rendía y con un dos más uno y un tapón a Bjelica cerraría el cuarto con 21-16.

Zan Tabak daba órdenes para intentar recomponer la defensa del Laboral Kutxa. Pese a los triples fuenlabreños, decidieron atacar bajo el aro con mejores resultados. Pero como se suele decir: vale más una canasta de tres, y el Fuenla lo estaba demostrando con un triple de Gladyr seguido de otro de Colom (32-21). Con la entrada de Nocioni el Baskonia conseguía lograr el control del rebote pero no del partido, en el que continuaban desacertados (39-32).

Con la baja de Sené el equipo madrileño se veía obligado, en gran medida, a jugar por fuera, pero en este periodo se intentaron buscar más opciones por la pintura. La distancia seguía siendo semejante tras un triple anotado por el base letón Valters (48-37). Los vitorianos intentaban en el tercer cuarto recortar distancias por todos los medios, y con un dos más uno de Tibor Pleiss se acercaban a tan solo tres puntos. Leo Mainoldi, en el afán de conseguir, de nuevo, una pequeña ventaja, anotó un triple sobre la bocina (56-50).

En los instantes decisivos el Baskonia empataba el partido con un triple de Bjelica, y conseguían ponerse por encima, con una canasta de San Emeterio, por primera vez en el partido (63-64). A partir de la remontada propiciada por Nocioni, el conjunto visitante estuvo muy seguro en sus tiros dejando las cosas complicadas al Fuenlabrada (74-77). El Laboral Kutxa estaba demostrando su calidad con Heurtel como baluarte ofensivo, que dio a su equipo el acierto que no habían tenido en todo el partido (78-83). Con un triple muy lejano de Feldeine a falta de 16 segundos daba esperanzas a los suyos (81-83). Esperanzas que acabaron diluyéndose debido al gran acierto del rival en el tiro libre (83-86).