A Málaga se llega por aquí. Visita del colista, enajenado de repente de su jugador franquicia y virgen aún de victorias a domicilio, ahogado ya por las exigencias de una dura competición. Una suerte de obligación matutina de domingo temprano en forma de victoria para los locales, en este carrusel de horarios que todo lo cambia. Y aun así, gradas llenas. Anunciaba con alborozo la web canarista la ausencia de butacas desde mediados de semana. No falla la parroquia lagunera a la misa de doce dominguera. Y es que todos ellos lo saben, nadie duda que, a Málaga, se llega, irremediablemente, por aquí.  

E intentando evitar los comienzos tibios a los que acostumbra últimamente, salían los dueños de la casa buscando el camino más corto hacia la Costa del Sol. Con Shermadini y Dani Díez anotándolo todo de inicio, se ponía la cosa tibia en los primeros cinco minutos (11-6). Sin embargo, no quería venir con los billetes ya vendidos el colista y dos triples seguidos y el espectacular inicio de Whittington le daban de repente, la vuelta a la cosa. Por fin había alguien nuevo en el ataque aurinegro y dos triples de Yusta Y Álex López dejaban la primera pausa como quería la grada: 21-17.

De vuelta de los primeros dos minutos de pausa, Santi Yusta seguía con el bombardeo revisado para marcar un poquito más de distancia en el marcador (23-17) y menos hasta Málaga. Pero definitivamente no habían venido los de Segura a llorar las pérdidas ni a reír las gracias. Izundu todo lo empataba un par de posesiones después. Aprovechaba el bonus temprano Iberostar Tenerife para apenas mantenerse por delante. Le salía respondón el colista. Mientras Nacho Martín aprovechaba los minutos que antes no tuviera, Slaughter todo lo fallaba. El camino pasaba por el georgiano del Canarias y el estadounidense con pasaporte macedonio del Betis, aspirantes ambos dos ya a jugadores de la jornada. Entraba Huertas por fin al partido y con él se estiraba de nuevo la ventaja (39-32 min. 18). Si ya con Shayne no podía, ni con Petit Niang se enteraba Álex Suárez y un 2+1 del ex canarista lo dejaba todo muy cerquita y con todavía mucho camino por hacer (40-37).

Volvía de las cabinas aún mejor Coosur Real Betis y con un 0-4 de parcial se ponía por delante: 40-41. Vivía, de repente, Iberostar Tenerife de los triples. Y poco era, claro. Cerrándose sobre Shermadini, los ex canaristas Niang y  Borg se marcaban una pequeña venganza para poner un 50-54 visitante. Se hacía grande Petit con cuatro tapones ya. Hoy, hasta los tiros libres metía. Las cosas del coco serán. Sacaba clase Nacho Martín para la máxima bética (53-61 min. 28) con Whittington descansando plácidamente en la banca. Culminaba la venganza del tercer cuarto Tobias Borg con dos tiros libres para un 57-66 de puras curvas en el camino. 29 puntos había hecho Coosur Real Betis en el cuarto de la venganza. Necesitaba Iberostar Tenerife la enésima remontada.

Mantenían las ventajas los visitantes, a pesar de la auto eliminación de Izundu y su falta antideportiva que dejaba la cosa en la mitad (66-71 min. 32). Se calentaba Finlandia al mismo tiempo que la afición canarista y con los triples de Salin y el poco cuidado de balón andaluz, parcial de 14-7 en tres minutos para un 71-73 de casi nuevo partido. Aguantaban los verdiblancos el chaparrón como podían, con un colchón de cuatro puntos con el que ahuyentar los míticos fantasmas de sus últimos cuartos. No conseguía todavía Iberostar Tenerife la acostumbrada ya vuelta de la nada. El marcador se acercaba a los 90 puntos. Cosa rara por la Hamburguesa este año. Será cosa de los caminos, que son inescrutables. Lo empataba Salin, con su cuarto triple del periodo y lo culminaba por fin Santi Yusta con un 2+1 (90-87 min. 38). Shermadini, en la siguiente posesión hundía las aspiraciones visitantes y recrudecía sus fantasmas. Curioso el alambre en el que vive últimamente Iberostar Tenerife con sus tremendas remontadas. Y es que cualquier camino es válido para llegar hasta Málaga.