"Diría que todas las franquicias están molestas con Miami. Ha actuado de manera irresponsable y causó mucho daño a la liga" (ejecutivo anónimo).

No era una estrella ni su prospección apuntaba a ello cuando estaba en Tulane. Tan sólo a un buen role player con aspiraciones a titular. No era un pilar sobre quien edificar el futuro de una franquicia. Jugador desgarbado, algo torpón en ataque, pero una pieza considerada muy útil por su contundencia en ataque, empaque físico y producción defensiva, condición que empezaba a valorarse cuantitativamente en la NBA.

El pretendido

La figura de John 'Hot Rod' Williams se vio bendecida por la fiebre por los Power Forwards, otrora jugadores que rendían pleitesía a los grandes pívots y que se estaban convirtiendo en pieza clave en equipos con centers secundarios. Roy Tarpley en Dallas (James Donalson), Kevin Willis en Atlanta (Tree Rollins, antes de la llegada de Mo Malone), Otis Thorpe en Sacramento (Lasalle Thompson), Karl Malone en Utah (Mark Eaton), Michael Cage en Clippers (Benit Benjamin)… No era el caso de los Cavaliers, con Brad Daugherty formando parte del mejor grupo de pívots de la NBA y con el cuatro titular Larry Nance, menos estrella que en los Suns, pero asentado todavía en la élite de los ala-pívots. Hot Rod Williams era el cuatro suplente y un comodín válido para jugar también en la posición de cinco. Un jugador de los considerados entonces necesarios para dar empaque a un ilusionante proyecto como era el de los Cavaliers de principios de los 90. Si utilizamos el símil de la arquitectura gótica, Williams sería el arbotante que permitía a las bóvedas desarrollarse en su máximo esplendor.

youtube://v/xJHzwl9nI04

El otro pretendiente

Miami Heat desembarcaba en la NBA en la temporada 88-89 junto con los Charlotte Hornets, una temporada antes que Orlando Magic y Minnesota Timberwolves. La  novena expansión en la NBA y la primera desde 1980 (Dallas Mavericks). La atractiva Florida carecía de franquicia alguna así que muchos fueron los grupos económicos de poder locales los que intentaron atraer a David Stern. Charlotte y Minnesota resultaron ganadores en un inicio, pero quedaba por frenar la batalla de Florida entablada entre Orlando y MiamiFinalmente The Miami Sports and Exhibition Authority  se llevó el gato al agua. Miami y Orlando tenían franquicias NBA pero los Heat debutaban un año antes y los Wolves acompañaban a los Magic en la segunda parte de esta expansión de cuatro equipos dividida en dos años. Las cabezas visibles eran el Hall of famer, Billy Cunningham y su agente NBA Lewis Schaffel. El principal socio capitalista, entre otros inversores en los que figuraba el cantante Julio Iglesias, era Ted Arison, un hombre de negocios nacido en Israel (nacionalizado estadounidense en 1990)  que fundó la línea de cruceros Carnival Cruise Line. El actual propietario de los Heat, Micky Arison, es hijo de Ted.

Los comienzos de los Heat fueron muy humildes. Equipo construido gracias a un draft de expasión poco agraciado (salvamos a Billy Thompson) y el draft, desde donde resaltaron Billy Edwards (máximo anotador en el primer año de la franquicia) y el pívot Rony Seikaly, una de las estrellas de Syracuse. El salario de aquella plantilla era de 3.150.000$ con lo que había 'margen de negocio' para crecer. Después de su segunda temporada Miami, que había picado bien en el draft del 89 (Sherman Douglas, Glen Rice) cometió un 'atentado' en el mercado de fichajes que tambaleó al resto de franquicias.

El detonante

En el verano del 90, John 'Hot Rod' Williams era agente libre restringido. En su temporada rookie (86-87), tras pasar un año de castigo por un escándalo de apuestas en la universidad (fue además un mal estudiante), se despachó con 14.6 puntos, 7.9 rebotes y 2.1 tapones. Compartía titularidad con los recién llegados Brad Daugherty, Ron Harper y Mark Price. Fue incluido en el mejor quinteto de rookies junto a Harper y Daugherty. Mejor no podían empezar las cosas. La llegada de Larry Nance -por K.J, West y Corbin– le desplazó a la posición de sexto hombre. Saliendo desde el banquillo promedió unos meritorios 16.8 puntos, 8 rebotes y 2 tapones (34 minutos de media). Tocaba renovar porque Wayne Embry lo consideraba un elemento importante en unos Cavs que se vendían como el equipo del futuro (a corto medio plazo) en el Este. Los Cavaliers fueron enviándole misivas a lo largo de la temporada que el jugador -aconsejado por su agente Mark Bartelstein– rechazó. En noviembre del 89 le ofrecieron 11.8 millones por cinco años (cobró menos de 700.000 dólares en aquella temporada). Una tras otra fueron esquivadas por el jugador. La última, en julio, en pleno mercado, también: 13.5 millones por cinco campañas

"Es un buen momento para un chaval de 10 años y 2.03 o de 15 años que puede alcanzar los site pies" (Lewis Schaffel, entonces socio director de los Heat).

Miami Heat, con disponibilidad salarial para negociar, planeaba un nuevo plan de actuación. La joven plantilla tenía uno de los payrolls más bajos de la NBA y el mínimo salarial era de 9.6 millones. Seguía la apuesta por los jóvenes, pero atizando el mercado mostraban su predisposición a conseguir buenos resultados a corto plazo.  Agazapado, sin hacer ruido lanzó una oferta que tambaleó el mercado: 26.5 millones de dólares por siete años. Apuesta ciega por un sexto hombre. Williams firmó el 22 de agosto y los Cavaliers -que no querían perder al que consideraban un jugador clave- igualaron la apuesta. Repartido en años, el contrato reportaba unos 3.7 millones por temporada, cifra que sólo era superada por Patrick Ewing (4.2) y Hakeem Olajuwon (4). Sin embargo, el jugador de Sorrento (Louisiana) iba a cobrar un millón de contrato por su primer año más 4 de bonificación por la firma. Los 5 millones de dólares que iba a cobrar en la temporada 90-91 le convertían en el segundo deportista de un deporte profesional estadounidense mejor pagado. Sólo le superaba José Canseco, estrella de los Oakland Athletics (béisbol), que recibía 5.5 millones de dólares al año. Un jugador elegido en la posición 45 del draft de 1985 y que tuvo que purgar el castigo de apuestas durante una temporada en Rhode Island, en  la United States Basketball League (USBL).

TOP 10 JUGADORES MEJORES PAGADOS EN EL CURSO 90-01
  JUGADOR EQUIPO SALARIO DEBUT nba
John 'Hot Rod' Williams Cleveland Cavaliers 5.000.000$ 1986-87
Patrick Ewing New York Knicks 4.250.000$ 1985-86
Hakeem Olajuwon Houston Rockets 4.062.000$ (contrato nuevo) 1984-85
Magic Johnson Los Angeles Lakers 3.142.000$ 1979-80
Sam Perkins Los Angeles Lakers 3.000.000$ 1984-85
Michael Jordan Chicago Bulls 2.950.000$ 1984-85
Charles Barkley Philadelphia 76ers 2.900.000$ 1984-85
Chris Mullin Golden State Warriors 2.850.000$ (contrato nuevo) 1985-86
Isiah Thomas Detroit Pistons 2.720.000$ 1981-82
10º Moses Malone Atlanta Hawks 2.406.000$ 1974-75

*Datos obtenidos de SI.com y Basketball Reference

A los cinco millones de Williams había que sumar un dinero extra más. Aquella temporada debutaba Danny Ferry tras su negativa de ir a los Clippers y su experiencia en Il Messagero di Roma. La ex estrella de Duke cobraría  3 millones de dólares. Además, Wayne Embry premió la progresión de Mark Price con un contrato de 2.5 millones por temporada. Como hemos dicho antes, la apuesta por retener a Hot Rod no fue muy meditada. "No fue complicado", indicaría a Sport Illustrated. El recientemente 'premiado' La ex estrella de Georgia Tech se ponía también del lado del General Manager: "John aporta cinco veces más que cualquier veterano". El coste salarial de la plantilla superaba los 14 millones de dólares (el tope estaba en 11.871.000$). Confianza ciega en el presente y serias limitaciones para opciones de futuro.

Las reacciones

El órdago lanzado por Miami desquició a los propietarios.  Desde el anonimato algunos tildaron de "locura" una oferta que John Williams bendijo: "Me quito el sombrero por Miami. No pensaba que Cleveland igualara la oferta. Pensaban que yo valía 11.8 millones de dólares en noviembre así que ¿por qué iba a pensar que soy ahora digno de esto?".

"Esperó a que llegara su hora y consiguió un home run" (McHale)

Si un reserva cobraba 5 millones, ¿qué es lo que deberían recibir jugadores como Michael Jordan, Dominique Wilkins o Karl Malone? Algunos agentes hablaban de cómo recompensar a estrellas de la talla de Larry Bird, que estaba en esa temporada en 1.5 millones. Habría que multiplicar, al menos, por dos los contratos de las grandes estrellas para normalizar la situación. Muchos equipos empezaron a plantearse los contratos de larga duración para blindar a sus mejores jugadores. Por otro lado, algunos jugadores empezaron a mover ficha. Así, Pat Ewing obligó a los Knicks a incluir una cláusula en su contrato en la que pasaba a ser agente libre restringido si al menos cuatro jugadores estaban por encima de su salario en una temporada.

Comentó Kevin McHale al respecto (1.4 millones en el curso 90-91) que John Williams "jugó el juego según las reglas. Esperó hasta que llegó su hora y consiguió un home run". El hito alcanzado por Williams, la osadía de los Heat se traduciría en mejoras contractuales substanciales a partir de aquel momento. La televisión y la creciente globalización (Open McDonalds, Olimpiadas, partidos NBA fuera de USA…) serían la principal herramienta a disposición de los propietarios para frenar el inminente incremento salarial que se avecinaba. Sin embargo, si todo fallaba, "¿estaban dispuestos los jugadores a ceder parte de su salario como compensación?", preguntaba entonces un economista deportivo.

Impacto a medias con los Bulls como martirio

El impacto deportivo del nuevo contrato de John Williams estuvo lejos del esperado si aplicamos la regla calidad-precio. Descendió hasta los 11.7 puntos, 6.7 rebotes y 1.7 tapones en tres minutos menos de juego…en 43 partidos. Una lesión le obligó a perderse 39 encuentros. Dejó se ser el hombre de hierro que jugó por completo las dos temporadas anteriores. Además, coincidió con una lesión en el ligamento cruzado de Danny Farry, quien sólo jugó 2 partidos en su temporada sophomore. Los Cavs, equipo con un inmejorable futuro en la temporada 88-89 (fue eliminado por los Bulls tras una increíble canasta de Michel Jordan sobre Craig Ehlo) no se clasificaba para los Playoffs. Un temporada después, con la plantilla sana más el añadido de Terrell Brandon (el fantasma de K.J. se le aparecía a Mark Price) lograban clasificarse para la final del Este.

youtube://v/p5WUOnTxwPw

Ese sí era el objetivo colectivo aunque en el individual Hot Rod sólo mejoró ligeramente los números del curso 90-91. Buenos guarismos para un sexto hombre, aunque demasiado caro. El sueño se esfumó por culpa de los Bulls y Michael Jordan, quien de nuevo se convirtió en una pesadilla para los hombres de Lenny Wilkens. También les frenaron en la temporada siguiente, en semifinales. El Hot Rod (coche americano de gran envergadura y de ahí el apodo) ya presentaba unos arañazos que pulió en el curso 93-94. Se aprovechando la lesión de Daugherty y el inicio del declive de Larry Nance para incrementar niveles caídos. Chicago Bulls les apeaba la segunda fase a las primeras de cambio. Seria la cuarta ocasión y la última ya que los Knicks serían quienes eliminarían a los Cavs en primera ronda de los Playoffs del 95. Fue el fin del equipo que aspiraba a todo. Larry Nance y Brad Daugherty -de manera prematura- se retiraron y Hot Rod fue traspasado a los Suns a cambio de Andrew Lang y Dan Majerle. Curiosamente el 'Thunder' llegó a Phoenix vía elección del draft en el intercambio que trasladó a Kevin Johnson de Ohio a Arizona.

Williams jugó de pívot en los Suns de Fitzsimmonds, primero, y Ainge, después, durante tres tempordas. Su producción se alejó de las excelencias hasta los 3.6 puntos y 4.4 rebotes de su tercera temporada en Phoenix. A la finalización del curso 97-98 sería despedido fichando como agente libre por los Dallas Mavericks. Tras 25 partidos formó parte de un múltiple intercambio entre cuatro equipos que le dejó sin equipo. Entonces decidió retirarse.

La apuesta de Wayne Embry falló, como en su día lo hiciera el intercambio Harper-Ferry. Sólo un momento de gloria truncado por los tiranos Bulls. Demasiado poco para una apuesta forzada por uns Heat que vivieron tiempos mejores con Pat Riley y que alcanzaron la excelencia, primero con Wade, y, después, con LeBron James.