Anoche los Pelicans consumaron la mayor sorpresa que se ha dado hasta ahora en playoffs: han conseguido eliminar a los Portland Trail Blazers por 4-0 sin contar con el factor cancha. Holiday ha sido protagonista con 41 y 8 asistencias, razón por la cual ha conquistado los titulares que siempre le han negado.
El base de los Pelicans ha hecho una destacada temporada, en la que podemos destacar dos aspectos: la alta anotación (19 puntos por partido con un 49,4% en tiros de campo) y su resistencia a las lesiones (ha jugado 81 partidos). Además, ha tenido que dar un paso adelante en su carrera, puesto que ha tenido que compartir, por primera vez en su carrera, el backcourt con un base puro: Rajon Rondo.
Podemos considerar a Holiday como uno de los jugadores más infravalorados de la NBA actual y eso se debe a varias razones: nunca ha estado en un equipo de la parte alta de la clasificación, ha sufrido demasiadas lesiones y, sobre todo, su juego es mucho más efectivo que espectacular. Holiday no es un jugador que nos deje mates bestiales, crossovers espectaculares ni asistencias de cara a la galería, de modo que llama menos la atención de los aficionados.
El base californiano solo jugó una temporada en UCLA y decidió presentarse al draft del año 2009, con solo 19 años de edad, donde fue elegido por Philadelphia con el número 17. Su rendimiento en Pennsilvania fue creciente y la temporada 2012-13 fue elegido para disputar el All-Star, con solo 22 años. A pesar del brillante futuro que tenía por delante, en 2013 todo cambió en la ciudad del amor fraterno. Sam Hinkie fue contratado como general manager y su primera decisión marcó el devenir de los siguientes años: Jrue Holiday fue traspasado a Nueva Orleans a cambio de Nerlens Noel y una futura primera ronda del draft.
Comenzaba una nueva e ilusionante etapa en Lousiana, donde Holiday partía como escudero de una de las estrellas emergentes de la NBA: Anthony Davis. Pero aparecería un factor que le marcaría durante las siguientes cuatro temporadas: las lesiones. Holiday jugó 34, 40, 65 y 67 partidos en sus primeras entre 2013 y 2017. En la temporada 2016-17, además, tuvo que perderse 12 partidos debido al cáncer que sufrió su mujer embarazada. Un auténtico calvario que influyó para que los Pelicans solo disputaran los playoffs en 2015, donde fueron eliminados por los Warriors por 4-0. Un mermado Holiday solo pudo promediar 6,3 puntos y 18 minutos en esa serie.
A pesar de los problemas físicos de su base, los Pelicans no tenían dudas con él, razón por la cual le ofrecieron un contrato en el verano de 2017 que muchos analistas criticaron: 126 millones por 5 años. De este modo, la gerencia de Nueva Orleans se quedaba sin mano de obra para firmar futuros agentes libres y lo fiaba todo a la plantilla actual.
Los Pelicans han hecho una temporada por encima de las expectativas. Se ensalzaba a su pareja interior, mientras se desprestigiaba a su juego exterior. Holiday ha demostrado que el backcourt ha estado a la altura y tras la lesión de Cousins supo dar un paso adelante para mantener a su equipo en zona de playoffs. Pero una vez dentro, ha explotado.
El base ha sido una de las claves del superlativo rendimiento de los Pelicans. La clave de la serie contra Portland iba a ser el rendimiento de sus estrellas. Mientras que Davis ha estado fantástico (33 puntos y 12 rebotes por partido), Lillard ha rendido muy por debajo del nivel mostrado en temporada regular y eso es debido a la extraordinaria defensa de Holiday. El base de los Pelicans ha defendido al de los Blazers en 37,5 posesiones por partido, en las que Portland ha anotado 37,3 puntos (menos de 100 de ratio ofensivo, por debajo del peor equipo de la liga, Phoenix). Este brutal dato ha condicionado la serie, en la que Lillard solo ha anotado el 25,8% de los tiros de campo intentados ante la pegajosa defensa de Holiday. Nuestro protagonista ha secado a Lillard, seguro que Stephen Curry (si vuelve) se ha sentido incómodo sabiendo lo que se va a encontrar en la siguiente ronda.
El excelso nivel defensivo del jugador del que hablamos se ha visto igualado en la otra parte del campo. Holiday ha anotado 27,8 puntos por partido con un 56,8% en tiros de campo, una barbaridad para un base. El destacado porcentaje se debe a una selección de tiro fantástica, sin legar a forzar en ningún momento, todo lo contrario que el backcourt de los Blazers. Rondo y Holiday se han comido a Lillard y McCollum y querrán hacer lo mismo con Curry y Thompson. Las semifinales de conferencia van a estar más bonitas de lo esperado en el Oeste.