Los Lakers empezaban esta temporada con inmejorables sensaciones. Eran campeones de la NBA y además habían hecho una de las acciones que caracteriza a todos los equipos ganadores: reforzarse en la victoria. La marcha de jugadores como Avery Bradley o Dwight Howard se recompuso con buenos nombres como Dennis Schöder o Marc Gasol. En teoría, los que llegaban eran mejores que los que se iban y en el caso concreto de Marc, se trataba de un gran veterano con una enorme inteligencia en pista que nunca había mostrado ningún egoísmo ni ganas de engordar sus cifras. Parecía un jugador perfecto para los Lakers, pero la relación está distando mucho de ser la ideal.
Bajada de números en Toronto
Si bien Marc Gasol nunca ha sido un jugador de números, en su estancia en Memphis el pívot no solo brilló por sus cualidades defensivas. Marc promedió más de 14 puntos por partido en 9 de sus temporadas en los Grizzlies, en las que muchos balones pasaban por él, para que distribuyera el juego o simplemente acabara las jugadas. Con el tiempo fue trabajando su rango de tiro hasta que llegó al triple, lo que le permitió también ser una amenaza desde el perímetro y dejar espacios a sus compañeros.
EL PARTIDO DE MARC GASOL
— Anastasio Ríos (@Tasio93) January 26, 2017
42 ptos (19 en el 1er cuarto) -career-high-
7 rebt
2 asis
1 robo
2 tap
MEM 101-99 TOR. pic.twitter.com/jy0m3opNue
El traspaso en mitad de la temporada 2018/19 a los Raptors redujo muchísimo el rol ofensivo de Marc en la NBA. En el equipo canadiense, todo giraba en torno a Kawhi Leonard, que tenía como ayudantes en la generación de juego a Kyle Lowry y Fred VanVleet. Así, Marc tuvo su primera temporada en la que bajó de los 10 puntos por partido, pero fue el ancla defensiva en la zona de los canadienses, que finalmente y contra todo pronóstico acabaron llevándose el anillo.
La pasada temporada fue la confirmación de la involución ofensiva de Marc. Con un físico más lento y castigado por las lesiones, se quedó en solo 7,5 puntos, muchos de ellos venidos desde la línea de tres, lugar desde el que se jugaba más de la mitad de sus tiros. Si Marc había sido toda la vida un distribuidor y finalizador desde la zona, ahora su papel se centraba mayormente en abrir espacios para sus compañeros.
Marc Gasol ya da muestras de los mucho que puede hacer por Toronto: una visión de pase sublime y un sólido tiro exterior pic.twitter.com/gy3dOhfsk8
— NBA 305 (@NBA_305) February 12, 2019
Papel muy secundario en California
El fichaje de Marc por los Lakers fue a muy bajo precio (5,3 millones en 2 años) por el alto payroll de los angelinos. Parecía el fichaje perfecto: jugaría de titular y sería un gran distribuidor desde la zona y el protector del aro que los campeones necesitaban. Pero con el paso de los partidos se veía que la importancia de Marc en el equipo era bastante escasa y sus números así lo atestiguaban (5,3 puntos, 4,1 rebotes en 19,5 minutos).
Marc jugaba poco y le llegaban pocos balones. Su objetivo principal sobre la pista era abrir el campo (1,5 tiros de dos intentados, 2,5 triples intentados por partido) pero apenas recibía balones en el poste medio o bajo y no se producían cortes a su alrededor para que sus compañeros trataran de recibir en posiciones cómodas. Los Grizzlies del grit&grind habían sido la excepción de la NBA y en Toronto y Los Ángeles Marc comprobaba cómo funcionaba el star system.
Además, si bien no se le ha dado la importancia y el rol que podía merecer, la edad no perdona y el físico de Marc se ve castigado para poder ser el bastión defensivo que antes era. En la era del triple y del cambio de asignación, Marc sufre mucho contra pívots que tiren de fuera y jugadores exteriores. Sigue siendo un buen jugador protegiendo el aro, pero los rivales suelen buscarle para atacarle desde fuera, donde Marc tiene pocas opciones de salir victorioso.
Cómo juega @MarcGasol al baloncesto. Una maravilla. pic.twitter.com/6EwDbyDlpu
— Jose Sáenz de Tejada (@jsaenzdetejada) January 6, 2021
La llegada de Drummond
Estos problemas defensivos, además de las lesiones y el mejorable récord de los angelinos (5.º de la Conferencia Oeste) llevaron a la gerencia amarilla a reforzar el equipo de la manera más barata y segura que hay hoy en día: el marcado de cortados. Y así llegó Andre Drummond a los Lakers. El pívot procedente de Cleveland era todo lo contrario a lo que Marc ha demostrado en la NBA: estadísticas infladas, poca presencia defensiva y una tradicional sombra de sospecha ante su rendimiento. Como muestra, en las ocho temporadas que ha disputado en la NBA, Drummond solo ha jugado dos veces los playoffs y en ambas fue derrotado con un 4-0 en la primera ronda, es decir, no ha ganado un partido de postemporada en su vida.
Sin embargo, la capacidad de finalización, presencia reboteadora y atletismo de este jugador les puede venir muy bien a los Lakers, además a un muy bajo precio (salario mínimo). El damnificado ha sido Marc Gasol, dado que Montrezl Harrell sigue ocupando su puesto como pívot suplente, con una vocación más ofensiva. La reducción de minutos del pívot español ha sido enorme, a pesar de que se ha beneficiado de las bajas por lesión que han tenido últimamente tanto Drummond como Harrell. Sin embargo, cuando han estado los tres, Marc no ha pisado la pista. Volvió a jugar el sábado tras más de una semana sin saltar a la cancha.
Marc parte como tercer pívot de la rotación Laker. Además, Frank Vogel utilizó en la pasada postemporada a Anthony Davis como 5 en muchos minutos, o incluso a Markieff Morris en otra versión de small ball. Con este panorama, se especuló con el corte de Marc, para que tuviera la posibilidad de fichar por otro candidato al título, pero finalmente no se produjo. Gasol puede quedar fuera de la rotación en playoffs, pero debe tratar de ganar más protagonismo en ataque y limitar la producción de puntos de sus rivales dentro de la zona, para así volver a ganar la confianza de Vogel.