Si las renuncias de Kevin Love y Blake Griffin ya afectaban seriamente el juego interior de Estados Unidos, esta vez la tragedia recae sobre un exterior. Y es que en la madrugada de ayer el alero estrella de los Indiana Pacers Paul George, en una mala caída durante un partido de entrenamiento, se fracturaba la pierna derecha. En seguida se le trasladó al hospital para ser operado, y esta mañana el propio jugador ha enviado un tweet optimista en cuanto a su situación y lleno de agradecimiento:

La conmoción fue inmediata en el seno del Team USA, con todo el roster impactado por una lesión de alta gravedad, poco frecuente en el deporte. El último precedente en el mundo del baloncesto todavía retumba en muchas cabezas: la inoportuna lesión de Kevin Ware, escolta universitario de los Louisville Cardinals. 

Con esta baja el potencial de los estadounidenses sigue bajando, todavía sin conocer si habrá otra llamada de refuerzo como hicieran con Paul Millsap. Ahora llegan 12 días de descanso para los hombres de Mike Krzyzewski, pero antes se cortará la lista hasta 14 o 15 jugadores, según apunta Sam Amico en su Twitter.