¡¡CAMPEONES!! España consigue por segunda vez en su historia el preciado oro del Torneo Internacional de selecciones en categoría junior celebrado en Mannheim tras vencer una competida final a Serbia por 76-65. Los de Orenga aprovecharon una gran recta inicial de la segunda mitad, con un parcial de 14-2, para dominar un partido trabado y que acabó siendo el punto álgido de un combinado de jugadores dorados, con Albert Homs, mejor jugador de la final con 18 puntos, a la cabeza.
Serbia ya había puesto las cosas muy complicadas en la segunda fase y España debía ir con pies de plomo a esta final. De la mano de Nikola Radicevic, un espectacular anotador y, finalmente, MVP del torneo, el conjunto balcánico había ido superando a todos sus rivales y amenazaba a España en los primeros minutos con lo mismo. Orenga salía con todo desde el inicio: Pérez-Homs-Marín-Saiz-Hernangómez y con la intención clara de forzar la pintura serbia con el madridista como ejecutor. Si España conseguía ir sumando desde el inicio, planteando un partido de muchos puntos, tendría mucho ganado. Pero eran los balcánicos los que arrancaban bajando el ritmo de partido, aguantando las primeras embestidas del cuadro español. Tirando de calidad, con pequeños destellos de Marín y Pérez y, sobretodo, de la potencia física y superioridad en la zona del trío Saiz-Diop-Hernangómez, España cerraba los primeros diez minutos por delante (22-17 tras un canastón espectacular de Alberto Díaz). Con la entrada de la rotación, con gente como Edgar Vicedo o Sergi Hernández, el equipo de Orenga salía con mucha capacidad de trabajo para un segundo cuarto que tuvo un protagonista: Luka Andusic. El escolta balcánico intentó dinamitar el partido gracias a su efectividad desde el triple, permitiendo a los balcánicos tener las primeras ventajas del encuentro (28-33 como máxima). Pero España no se arrugó, y con la vuelta del trío Homs-Marín-Pérez, le dió la vuelta al partido antes del descanso (37-35).
El paso por vestuarios fue clave en ambos equipos. Y es que España salió con una hambre fuera de lo común en los primeros minutos del tercer cuarto que desarboló completamente al equipo serbio. Parcial de 14-2 con Hernangómez y Homs como estiletes y guinda final de Josep Pérez en forma de triple. Del 37-35 al 51-37 en tan sólo 2 minutos y 44 segundos. Ahí desaparecieron completamente las opciones del equipo serbio, que se vio incapaz de darle la vuelta a un electrónico que firmaba un muy optimista 62-48 antes de los últimos diez minutos gracias al trabajo del pívot baskonista Ilimane Diop. Serbia buscó a sus principales líderes para volver a meterse en el partido y tanto Radicevic como Dusan Ristic respondieron. El escolta iba encadenando acciones positivas, mientras que el pívot del Estrella Roja le ganaba una y otra vez la partida a los pívots españoles, especialmente en el rebote ofensivo. De esta forma, Ristic elevó sus números hasta los 17 puntos y 11 rebotes finales y Serbia conseguía reducir la diferencia hasta los diez tras una canasta de Radicevic (69-59). Entonces, volvió a aparecer Albert Homs. El exterior del Fiatc Mutua Joventut fue el rayo de luz necesario en un momento de mucha oscuridad ofensiva con una preciosa y precisa suspensión a una mano. Serbia intentaba seguir peleando, pero España volvía a estar desatada y con un triplazo de Josep Pérez cerraba el triunfo final a menos de dos minutos. De nada sirvieron los últimos esfuerzos de Ristic y Radicevic, España ya tenía la victoria en su bolsillo (76-65) por segunda vez en su historia (la última, hace 14 años con unos Gasol, Navarro y compañía…) y Orenga decidía dar su oportunidad también a Paulí, Villena y Chapela. Todos juegan, todos suman.
Una nueva generación dorada se corona en Mannheim. Una generación con muchísima hambre de títulos, de crecer y de llegar a ser algo grande. Josep Pérez y Willy Hernangómez consiguieron estar en el quinteto ideal del torneo que cerraron el alemán Paul Zipser y los serbios Mihajlo Andric (desaparecido en la final) y Nikola Radicevic. Primer paso, completado. Ahora a por un año de ensueño con el Europeo Sub18 de este próximo verano. El tren de la roja pasó por encima de todos en Mannheim. Próxima estación, Lituania y Letonia. ¡A por otro oro!