En baloncesto es muy común utilizar calificativos como “único”, “increíble”, “irrepetible” para denominar una canasta de bella factura, que determina un partido o que es realmente difícil.

En la última jornada de LEB Plata, en el duelo disputado en el Palau d’Esports de Son Moix entre Palmer Basket Mallorca y Benicarló, líder de la Conferencia Este, se produjo una canasta inverosímil de Asier Zengotitabengoa que, de no haberse producido, podría haber supuesto la derrota del intratable líder de la conferencia.
 

La jugada se produjo en el tercer cuarto, Palma estaba poniendo contra las cuerdas al líder, pero el increíble autotriple le dio una ventaja de seis punto a Benicarló que acabó ganando el partido por 72-76.

LOS PRECEDENTES

Desde que se instauró la línea de triple en el baloncesto moderno ha habido más casos de los esperados con jugadas similares.

Vamos a repasar una surrealista lista de triples en canasta propia:

  • En 2017, Though Kabellis, jugador de North Dakota State de la NCAA, metió una acrobática autocanasta desde la línea de tres puntos al intentar salvar un balón que se perdía por la línea de banda. Lo curioso es que los colegiados decidieron que tan sólo valiera dos puntos por no tener intención de lanzar sobre su propia canasta.
  • En el mismo verano de 2017, durante el Mundial Sub 19 Femenino, se produjo otro autotriple en un Rusia vs España. Rusia lo hizo todo en una jugada en la que, incomprensiblemente, se perdió la referencia de cual era el campo propio y se realizó una jugada con los roles cambiados. El error, del que no se percataron las jugadoras de ambos equipos, los arbitros y el público, es que el triple que había anotado Daria Kurilchuk, era en realidad en su propia canasta. Increíble, pero cierto. Lo curioso es que el técnico en el banquillo español tuvo que reclamar para que los puntos subieran al marcador de España y no al de Rusia.

LO QUE DICE LA NORMA

El 18 de enero de 1962, Pedro Ferrándiz ideó una jugada para la historia. Ordenó a Alocén que anotase en su propio aro para evitar una prórroga que el Madrid afrontaba mermado y asumir una derrota leve que remontó en la vuelta. Tras este capítulo realmente rocambolesco la FIBA creó una norma que penalizara las autocanastas con una multa y dos años de sanción para el que imitara a Alocén.

Pero si la autocanasta se convierte de forma fortuita, o no intencionada, la norma dice que los puntos serán anotados en el haber del equipo rival y se computarán como anotados al capitán del equipo contrario. Aunque esta norma no neutraliza los despistes, claro está.