El Zenit dio muestras de su calidad ofensiva muy pronto, con varios triples, destacando Karasev con dos, y canastas en la zona de Gordon ante Pasecniks. La anotación fue altísima en los primeros minutos, con los dos equipos con elevados porcentajes de tiro y moviendo muy bien el balón. La diferencia estuvo en el acierto en los tiros de tres, con 5 de 5 para los rusos y 1 de 3 para los canarios (24-30). La aparición de Paulí fue muy positiva para el Herbalife, aunque su defensa de la línea exterior era muy lenta y los triples del Zenit seguían manteniéndoles por delante en el marcador. Rabaseda entró para defender a Karasev, que llevaba ya catorce puntos anotados y en cuanto los tiradores del Zenit fallaron un par de tiros exteriores, los amarillos igualaron la contienda. Los puntos y la intensidad de Báez, junto con una pequeña mejora defensiva, dieron un pequeño empujón a los locales, en un partido muy abierto y con una gran anotación (51-52).

El partido continuaba por los mismos derroteros, ataques muy bien trabajados, que provocaban que las ayudas llegaran tarde. Por parte del Gran Canaria eran los capitanes, Báez y Oliver los que llevaban en mando en el ataque, anotando y buscando a Balvin debajo del aro. El Zenit seguía por delante en el electrónico, con rentas cortas y más jugadores de rotación apareciendo para aportar, sobre todo en ataque. Kuric, con su tercer y cuarto triple del partido, intentaba crear un pequeño corte en el marcador, pero el habitual juego ofensivo coral del Herbalife les permitía no distanciarse demasiado (77-74). La energía de Mekel y Paulí dieron las primeras ventajas al Herbalife, que seguía sacando réditos positivos de la mayor parte de sus ataques, con un juego rápido y combinativo. Estaban siendo los mejores minutos del Granca en defensa, apoyados por su público y esto se unió a la cuarta falta de un jugador vital para el Zenit, el pívot Gordon. Los tiradores del Zenit fallaban todo lo que en el comienzo del partido entraba y el Granca superó la decena de puntos de ventaja y tuvo un final plácido (97-87).

Poca defensa: Los dos equipos se batieron en un duelo anotador de forma descarada, con grandes porcentajes en tiros de campo y un gran número de asistencias, fruto del buen movimiento de balón de los jugadores. La mejora defensiva del Herbalife en el último parcial del encuentro fue decisiva para que los locales acabaran llevándose el partido de forma cómoda. La aparición de Rabaseda ayudó al equipo a elevar su intensidad defensiva y a controlar a los tiradores del Zenit, que hasta ese momento habían tenido un comportamiento letal.

Colectivo: Es la clave de este comienzo de temporada del Herbalife. Anotación y participación de un gran número de jugadores para aportar. En cada partido y en diferentes momentos aparecen jugadores, no solo para encestar, también para asistir o crear espacios para que otro compañero anote. El Granca finalizó el encuentro con nueve jugadores con, al menos, siete puntos anotados y hasta diez jugadores consiguieron dar un pase de canasta, de un total de veintidós asistencias que repartieron. Los amarillos volvieron a acercarse a los cien puntos anotados, dando muestras del gran arsenal con el que cuenta Casimiro en este curso baloncestístico.

Kuric y Karasev: Los aleros del Zenit brillaron por encima del resto. En un choque eminentemente ofensivo, estos dos jugadores, puros anotadores, fueron letales. Karasev, el hijo del entrenador, empezó el partido on fire y anotaba sin fallar. Kuric salió desde el banquillo, pero tardó muy poco en hacer recordar a sus antiguos aficionados de lo que es capaz, aunque esta vez en el lado opuesto. En el último cuarto fueron superados por la defensa del Hebalife, como el resto del equipo, pero ya habían muestras de su calidad. Los dos acabaron el choque con 18 puntos y se combinaron para hacer un 6 de 8 en tiros de dos y 7 de 12 en triples.