Estados Unidos sigue demostrando su poderío y su papel de favorita para la Copa del Mundo de España tras derrotar a una Eslovenia de capa caída. El comienzo del partido fue algo flojo para ambos equipos, aunque los americanos siempre mostraron una superioridad abismal en el juego interior. Eslovenia poco podía hacer ante un vendaval americano comandado por un gran Irving. Los de Krzyzewski dominaron la zona, y solamente el tiro exterior esloveno les salvó la primera parte. Ya en el segundo tiempo la superioridad de Anthony Davis volvió a ser pieza clave en el despegue americano para dejar fríos, pero que muy fríos a los de Jure Zdovc que vieron como, durante lo que quedaba de partido, los actuales campeones del mundo se pasearon.

La pujanza de los hermanos Dragic nada más comenzar el partido estaba poniendo en algunos aprietos a los estadounidenses, que se estaban viendo frenados por una buena defensa y el desacierto en el lanzamiento. Poco a poco, los de Krzyzewski fueron despertando gracias a un gran Kyrie Irving y a que habían subido su velocidad de crucero. La defensa de los americanos era muy intensa, empezada con un Derrick Rose que no mostraba signos de lesión, lo que provocó otra salida en tromba de USA para tomar una pequeña ventaja (16-7). No obstante, un tiempo muerto de Jure Zdovc hizo reaccionar a los suyos para acortar distancias a través de la línea de tres puntos. A pesar del empuje de Davis en los minutos finales, los eslovenos consiguieron salir con vida del primer cuarto (24-18).

Estados Unidos buscaba una y otra vez a sus hombres interiores, la superioridad en lo físico de los pívots norteamericanos les daba una ventaja que estaban aprovechando.  Era otra vez la defensa del combinado americano era un espectáculo, ni los Dragic ni la rápida circulación de balón eslovena conseguía romper el muro que Coach K había plantado (34-18). Una canasta de Alan Omic tras rebote rompía una sequía anotadora en Eslovenia de casi cinco minutos, reflejando el buen hacer defensivo americano. El ex ACB Domen Lorbek parecía el único esloveno que podía hacer daño a USA, la intimidación americana era un problemón. La línea exterior eslovena, con un Zoran Dragic que empezaba a encontrarse cómodo, recortó diferencias para marcharse al descanso dejando una mejor cara (46-35).

El paso por los vestuarios dejó algo fríos a los dos equipos, aunque a Estados Unidos eso le bastaba para mantener a raya a los eslovenos. Kyrie Irving seguía a lo suyo, show de penetraciones y bandejas a la remanguillé, con algún crossover incluido para seguir poniendo más y más distancia, el base de los Cavs se estaba gustando (61-39). Estados Unidos había roto el partido, jugando a campo abierto y gustándose ante el público de Gran Canaria, con Anthony Davis haciendo lo que le daba la gana en la zona, mostrando una superioridad absoluta ante los pívots eslovenos.  Eslovenia tiró de Goran Dragic y de Edo Muric para intentar rascar puntos, aunque en ningún momento los americanos dejaron de pisar el acelerador (81-54).

Eslovenia tiraba de orgullo ante unos americanos que parecían algo más relajados. Zoran Dragic era el que cargaba con el peso del equipo balcánico, reboteando y anotando para intentar recortar distancias. Sin embargo, los de barras y estrellas seguían encontrando buenas maneras de anotar, sino era a través de Klay Thompson, era con Drummond en la zona. Con Curry fuera por faltas, y para dar descanso a un Irving con minutos en la mochila, Krzyzewski dio entrada a un Rose que se encontraba bien físicamente, pero algo errático y precipitado. Al final, Estados Unidos fue bajando poco a poco el listón para acabar dándole una paliza a una Eslovenia demasiado floja (101-71).

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