Las primeras jugadas, con sabores propios de la tierra. Teodosic se paraba sin pensárselo en el contraataque para intentar dar la primera picadura desde fuera, pero no acertada. En el otro lado, el gran signo de identidad USA, los pasos, en la primera jugada que devolvía el balón a Serbia para que esta vez Teodosic asistiese a Macvan, que apuntaba y anotaba la primera canasta de la final (3-0). DeAndre Jordan contestaba con un 2+1 y tras un más que previsible fallo en el tiro libre, Irving tiraba de recursos para volver a anotar. Teodosic, imprevisible en estos primeros compases, seguía a lo suyo y estaba dispuesto a amargar la fiesta poniendo el 7-4. Con Serbia cambiando en todos los bloqueos, las superioridades de los norteamericanos les permitían atacar donde atacaron a España: en el rebote ofensivo. Sin embargo, la colectividad de Serbia seguía manteniendo a los suyos (4 asistencias por 1 americana). Comenzaban las rotaciones y Bogdanovic nada más salir asistía a Radjulica para que machacase y el propio escolta del Fenerbaçe la robaba y a la contra sacaba dos tiros libres que les mantenían por delante (13-11).

El rebote ofensivo daba segundas y terceras oportunidades a EEUU, pero la defensa serbia se mostraba tan compacta como en la semifinal. El equipo americano se mantenía en el partido gracias a los tiros libres, ya que desde el exterior estaban completamente anulados (0/6 en sus primeros intentos). Solo el desacierto de Serbia (no mucho mejor que su rival, con 1/6) permitía a los yankees correr y DeMarcus Cousins, que jugó su mejor partido en estos Juegos con 13 puntos, 15 rebotes y 27 de valoración, ponía a los suyos por delante tras muchos minutos. Durant anotaba el primer triple de la noche para ponerse por delante al final del primer cuarto (19-15), aunque sufriendo con una Serbia realmente sólida atrás. Como España, se veía masacrada por el rebote de ataque (8-1).
Paul George volaba en el Carioca Arena y se colgaba del aro para estirar la renta, mientras Radjulica cometía su segunda falta personal. Serbia no encontraba opciones en ataque y era USA quien ponía ahora el tono defensivo, quizás más que nunca en todo el torneo. En ataque, una rueda de palmeos, con Cousins haciendo estragos con su cuarto rebote ofensivo en 3 minutos y medio. Un auténtico agujero en cada rechace. Usa ponía la máxima con el 15-25 tras un parcial de 0-9 que rompía Kalinic con una penetración. Durant se entonaba desde fuera, pero Markovic se atrevía a contestarle. Pero quien busca pelea con Durant, tiene muy pocas opciones de ganar. El alero anotaba su punto 12 y 14 en apenas 10 segundos que avivaban la llama y provocaban el tiempo muerto de Djorjevic al verse por primera vez 13 abajo (21-34). Kalinic cometía su cuarta falta a 6 minutos para el descanso, por las tres de Radjulica, por lo que Serbia se encomendaba al talento de un desacertado Teodosic, aunque Durant seguía firme en su castigo desde los 10 metros con un nuevo lanzamiento. Su nuevo compañero, Klay Thompson, era quien ponía la diferencia de los 20 puntos con 4 minutos por jugarse del periodo (43-22).
Simonovic desde la esquina daba algo de aire a una Serbia ahogada en en el triple (3/15) y sometida al poderío de Cousins, que al descanso ya firmaba un doble-doble de 11 puntos y 12 rebotes. El balón en manos de Durant estaba predestinado a acabar dentro del aro, y anotaba otros dos disparos desde fuera para ponerse con 24 puntos antes del descanso y una diferencia insalvable para una Serbia quehabía sido un niño entre adultos en los primeros 20 minutos (52-29).

Carmelo Anthony, el primer hombre en lograr tres oros en baloncesto en unos Juegos Olímpicos, anotaba otro triple para impedir la resurrección moral de Serbia, aunque Nikola Jokic ( el mejor de los suyos con 13 de valoración) respondía con una bomba para abrir el camino en ataque de su equipo. Entraba por primera vez al encuentro, para no volver a sentarse, un inédito Nemanja Nedovic con su característico ímpetu en ataque (anotó 14 puntos en 16 minutos de juego), aunque EEUU estaba dispuesta a acabar con el partido, si no lo había hecho ya. Thompson (de menos a más durante el campeonato, hoy 12 puntos y 3 rebotes) corría y servía el balón para que el gran especialista, DeAndre Jordan, dejase su sello en el aro en esta final. Con un triple de Paul George, la diferencia se elevaba por primera vez por encima de la treintena (37-69), y EEUU celebraba ya el oro olímpico. Un estratosférico Durant anotaba su punto número 30, con los que acabó el partido, y cerraba el cuarto con un 43-79.

El último cuarto fue un trámite en el que debutaban en el partido Green y Barnes y llevarse sus propios puntos de recuerdo en esta final. Todos los jugadores americanos anotaron. Con Serbia feliz tras lograr una meritoria plata tras jugar el preolímpico hace un mes y pasar como cuarta del grupo A, Djorjevic también rotaba el banquillo y firmaba la tregua. USA consigue su tercer oro olímpico consecutivo con autoridad (66-96) en el año del décimo aniversario de su última derrota, 76 partidos consecutivos. Estos Juegos han tenido algún susto, pero siguen dejando presente que su baloncesto, sigue estando muy lejos del alcance del resto del planeta. Lo volveremos a intentar.