La selección y los medios volaron ayer de vuelta a casa y ya están celebrando en España. Yo me he quedado un día más para disfrutar de mi familia y de paso para ver las reacciones de la prensa lituana después de este gran torneo. Es mi último día en casa. Cuando vuelva en Navidad ya estará todo nevado.
El domingo prometía ser un día de emociones fuertes. Unos minutos ante del partido, me entrevistaron en TV3 de Lituania y me pidieron mi opinión sobre España. Cuando estaba respondiendo a la tercera pregunta me sorprendí al ver entrar en el set a Dalia Grybauskaitė, la presidenta de Lituania. Para mi fue ya la primera emoción fuerte de la tarde, cruzarme en el mismo programa con la presidenta y poder intercambiar unas palabras con ella.
Luego llegaba lo más importante, el partido. Lo primero hoy es felicitar a España, a la FEB, al cuerpo técnico y a los jugadores por el extraordinario trabajo que han realizado durante estas semanas. Este grupo es una generación histórica en Europa y han marcado un tiempo en el que han destacado no sólo en el juego, sino también en resultados. Es difícil destacar individualidades, porque la mayor ventaja de este grupo humano es precisamente que son una familia y eso se nota en la cancha cuando van todos a lo mismo, sin ahorrar esfuerzos y ayudando al otro. Pero me alegro especialmente por Calderón, porque llevaba unos años que por problemas físicos no era el mismo que deslumbró a toda Europa antes de irse a la NBA. Ayer volvió a ser ese líder que además de hacer todo lo que hace, anota y mucho.
Me alegro de que el trofeo al MVP que os enseñé en el anterior post haya sido para Navarro, posiblemente el jugador con más talento de toda Europa. El baloncesto le debía un momento de gloria así, después de no haber podido triunfar en la NBA. Rudy ha hecho un campeonato buenísimo también. Ha estado activo, eléctrico y no ha tenido momentos de desconexión, siempre estaba concentrado. Ha jugado en una posición que no es la suya y además ha sido el recambio de Navarro en muchos momentos. Ha defendido, anotado, reboteado y asistido. A Ibaka le hicieron el mejor regalo de su vida justo el día de su cumpleaños. Él no tenía tarta, pero invitó a sus compañeros a una fiesta de tapones que no se quisieron perder ni Pau ni Marc. Además, me emociona que Reyes y Claver hayan podido dedicar el trofeo a sus padres.
En resumen, es imposible no darse cuenta de que todos disfrutan haciendo lo que hacen, que les encanta estar con el grupo y jugar al baloncesto juntos. El futuro además tiene muy buena pinta. Para Londres, Ibaka, Ricky, Llull o Claver tendrán un año más de experiencia. Si todos llegan en un momento tan bueno de forma como han llegado a Lituania, que USA se vaya preparando para sudar.
Después del partido, el ambiente durante la celebración en la casa de España fue extraordinario. Allí no sólo había españoles, sino periodistas e invitados de muchos países; rusos, lituanos, por allí estaba también Sine Buyuka. ¡A Rudy y a Felipe no se les da nada mal bailar! La anécdota de la noche para mí fue cuando el hijo de Sabonis se acercó para pedirme una foto.
Cambiando de tema, me entristeció mucho la derrota de Lituania en cuartos. Yo esperaba que al menos luchasen por la medalla de bronce, aunque el quinto puesto no está nada mal. Aquel partido lo ganó Macedonia, que consiguió hacer que el equipo más alegre y vistoso del campeonato, que anotaba siempre por encima de 80 puntos, que corre y tira sin miedo, aquel día jugase a otro ritmo, gracias a una defensa brutal. La igualdad en el marcador, la presión de defraudar a tanta gente y el rival, hicieron que apareciese la presión, que las muñecas se encogieran, y a medida que avanzaba el partido las caras mostraban el miedo a perder, a defraudar, la responsabilidad era muy grande y nadie la quería asumir. El balón quemaba y no había un Linas Kleiza, una estrella para jugar en los momentos decisivos. En el último minuto, llegaron los errores de los más veteranos, Songaila y Jasikevicius. Valanciunas, que había estado a un gran nivel durante el torneo, aprendió una importante lección. Algo que no vivirá en toda la temporada con Lietuvos Rytas. El futuro ahora pasa por el pre olímpico, por saber qué pasa con Kemzura, por encontrar recambios para Jasikevicius, (es decir, un sustituto de Kalnietis), por renovar el juego interior (Motiejunas tiene que aparecer ya) pero sobre todo, por las recuperaciones de Kleiza y Maciulis. Para más adelante, en Lituania hay que ver cómo evolucionan Pukis, Cizauskas, Redikas, Butkevicius, etc…
Como curiosidad os cuento que Ozzy Osbourne estuvo en Lituania. No en persona, pero sí estuvo su doble de cartón. Los aficionados lituanos lo tenían con ellos en la grada, como uno más. Imagino que lo habréis vito por TV. La silueta nació la última vez que el mítico rockero tocó en Vilnius, porque apareció con la camiseta de LIETUVA en el escenario. Claro, al día siguiente ya estaba su foto a tamaño real. Y Ozzy no se podía perder el Eurobasket (ni las Svyturys). Allí estaba Ozzy en la semifinal que enfrentaba a España y a Macedonia. En ese partido yo me colé en el palco VIP donde estaban Sabonis, sus hijos y sus amigos (españoles y lituanos), todos animando a España.
Otros que han merecido el MVP, son los aficionados españoles que me he encontrado por Lituania. Tengo que agradecer el buen ambiente que han traído, su alegría, todo lo que me han ayudado con mis reportajes, ¡incluso haciendo de operadores de cámara alguna vez! Me despido con una sensación de vértigo. Lo que llevaba tanto tiempo esperando, el Eurobasket de Lituania, en mi casa, con mi gente, ya se ha terminado. ¡Hasta la próxima!