El Baskonia recibía al Fenerbahce con una gran confianza, pero con las bajas sensibles de Diop, Garino y McRae, y con Timma tocado a causa de las molestias en una de sus rodillas, y aún así, el letón partía de titular. El encuentro comenzaba con mucha intensidad y prueba de ello era el pequeño intercambio verbal que tuvieron Malmanis y Vesely, el canterano baskonista, por su parte, continúa demostrando que los minutos se los gana justamente con esfuerzo, descaro y calidad. Y en el otro lado, el checo no se quedaba quieto y dejaba para el gusto de todo aficionado al baloncesto un mate estratosférico. A falta de 1,22 Obradovic ya se veía obligado a solicitar tiempo muerto porque los vascos pegaban su primera zarpada marchándose en el marcador con un 21 a 15.
El segundo cuarto se iniciaba de la misma manera e incluso subían aún más las pulsaciones con jugadas para la galería. Shengelia taponaba en defensa y machaba el aro en la siguiente jugada para levantar al público del Buesa Arena. En este periodo debutaba también el nuevo fichaje azulgrana y casi recién aterrizado Kevin Jones, quien dejó claro que fuerza y carácter tiene de sobra. Los turcos apretaban en el marcador y se colocaban a tan sólo un punto y el partido volvía a manejarse en esas distancias tanto para unos como para otros.
El tercer periodo comenzaba con desorden en ambos equipos y con jugadas muy rápidas en ataque, donde la calidad turca se imponía y los de Obradovic lograban su máxima diferencia hasta entonces con un 41 a 48 en el marcador. El Baskonia parecía atascarse y no conseguía dar con la tecla para activarse y jugar con ese estilo con el que había enamorado en las últimas semanas, en parte gracias al buen juego de los visitantes. El Fenerbahce continuó haciendo daño durante el tercer cuarto con Sloukas y Nunnaly como protagonistas.
Los últimos diez minutos era un querer y no poder para los de Pedro Martínez que veían como no conseguían recortar distancias y a falta de 8 minutos para terminar el encuentro figuraba un 52 a 66 en el marcador. Al final, la sensación de superioridad por parte de los turcos fue muy clara y devolvió a los vitorianos a la tierra.
Cuando el Baskonia conseguía correr y mover el balón con velocidad se encontraba cómodo en el campo, mientras que cuando era el Fenerbahce quien manejaba los tiempos del partido con más calma eran ellos quienes mandaban en el encuentro.
La aportación ofensiva del Baskonia se vio disminuida respecto a otros encuentros. Ejemplo de ello eran Janning y Granger, dos de sus referencias, se encontraban con 0 y 4 puntos en sus casilleros personales respectivamente al comienzo del último cuarto. El escolta francés Beaubois, por su parte, tampoco logró ningún triple, una de sus mejores especialidades.
El Fenerbahce avasalló al Baskonia con su buen movimiento de balón en ataque. Esto unido a la calidad de los jugadores turcos acabó por sacar del encuentro a los vitorianos. Con esta victoria el equipo de Obradovic vuelve a ganar en el Buesa Arena, donde no lo hacía desde el 2004.