1. Los parciales de 14-0 y de 13-1 en el momento oportuno. Pocos se esperaban que Túnez estuviera 18-27 en el segundo cuarto con una sensación de superioridad en el juego y una claridad de ideas ejemplar. Y justo en ese momento, cuando más lo necesitaba España, apareció el acierto exterior. Primero Quino Colom, después dos de Llull y finalmente Rudy Fernández. En cuestión de 2 minutos y medio, los de Scariolo pasaron del 18-27 al 32-27 que, además de subir la moral, dejó buenas sensaciones. El siguiente parcial se produjo en otro momento clave, el inicio del tercer cuarto. Si bien no sirvió para romper el partido -eso llegó escasos minutos después-, fue un golpe sobre la mesa y sirvió para que las cosas volvieran a su estado normal. El parcial del tercer cuarto fue demoledor: 30-8.

2. Túnez duró poco jugando bien. Realmente, Túnez jugó a la perfección. Será difícil ver a una selección menor jugar al nivel que jugaron los tunecinos durante tantos minutos. Rompieron una y otra vez la defensa de España y los interiores (Mejri y Ben Romdhane) se lucieron, fueron un verdadero quebradero de cabeza para los defensores, que veían cómo una y otra vez su atacante finalizaba solo. Lo anotaron todo, pero duró poco y no pudieron mantener el nivel. Después de ese buen momento, llegó la debacle tunecina. Sin ideas, superados por una España demoledora y sin recursos ni reacción.

3. Todos suman y todos están implicados. Está claro que Marc Gasol y Ricky Rubio han sido, son y serán los estandartes de esta selección, pero hoy ha sido la fuerza del conjunto la que ha superado el bache. De hecho, tanto en el segundo cuarto como en el tercero el protagonista en ataque fue Llull, autor de 16 puntos. Y es que todos los jugadores aportaron algo, desde las dos asistencias de Rabaseda hasta los 17 puntos y 9 asistencias de Ricky; desde los 8 rebotes de Juancho o los 6 de Oriola, al 4/5 en triples de Ribas. Poco a poco, este bloque se fue haciendo más fuerte para finiquitar un partido que se complicó en el segundo periodo. El dato a destacar que lo demuestra todo: 31 asistencias del equipo español.

La Copa del Mundo no pudo empezar mejor para España, que se encontró en poco tiempo con un parcial de 7-0 orquestado por Ricky Rubio y Marc Gasol. No obstante, la alegría duró poco, pues Túnez se puso el mono de trabajo y a base de penetraciones y balones doblados apretó el marcador. La pareja Ben Romdhane-Mejri se combinó a las mil maravillas para poner en apuros a la defensa española escondiéndose junto a la línea de fondo y apareciendo en el momento justo para anotar; además, los tunecinos se cerraron en defensa para dejar sin ideas al combinado nacional. La circulación de balón dejó de ser la de los primeros minutos y los problemas a la hora de generar se acentuaron, por lo que la anotación vino de acciones puntuales como el alley oop de Ricky a Juancho. Antes del final del periodo, Michael Roll anotó un 2+1 que puso por delante a Túnez por primera vez en el encuentro (16-17).

El inicio del segundo cuarto fue la prolongación del final del primero. Túnez lo hizo todo bien: minimizaron los errores y explotaron sus virtudes sin un Ben Romdhane (6 puntos en el 1Q) en el banquillo con 3 faltas. Salah Mejri luchó en la zona y Roll acertó desde más allá del arco para poner el 18-27 antes de llegar al ecuador del periodo. Fue entonces cuando España reaccionó con la segunda unidad: en cuestión de 2 minutos y medio, entre Llull, Quino Colom y Rudy anotaron 4 triples y el parcial total fue de 14-0. Todo el acierto exterior que no habían tenido durante el partido -y durante la preparación- llegó en el momento oportuno y, aunque después los tunecinos pudieron neutralizar la remontada, Ricky sacó la varita -otra vez- para dejar a España con un 42-39 favorable al descanso.

Si el encuentro había empezado de la mejor forma posible, el tercer cuarto no fue para menos: parcial de 13-1 y una circulación de balón que no se veía desde el primer cuarto para que Juancho Hernangómez se luciera. Todos los componentes de la selección se implicaron en defensa y acertaron en ataque. Cada decisión, cada pase y cada lectura sirvieron para ampliar una ventaja liderada, de nuevo, por Ricky y Marc (60-42, min 25). Los tunecinos, por su parte, fueron anotando canastas de manera puntual, pero ni mucho menos exhibieron un juego parecido al de la primera mitad. Se les notó cansados, faltos de ideas y poco productivos en ataque, en parte gracias al nivel defensivo y al ritmo impuesto por el combinado nacional. Y para finalizar el cuarto, 10 puntos consecutivos de Llull y el partido casi sentenciado para encarar los últimos 10 minutos (72-47).

España no levantó el pie del acelerador. No quiso relajarse después de ver los resultados de los otros candidatos a las medallas y buena prueba de ello fue el acierto desde más allá del arco de Pau Ribas, que enchufó tres triples seguidos (86-55, min.35). Con un juego totalmente diferente al del primer cuarto, España se gustó en cada acción y Ricky se lució en varias acciones para seguir aumentando la diferencia en el marcador. En los últimos minutos, Túnez ya no supo que hacer y solo pudo ver cómo el vendaval hispáinco pasaba por delante sin piedad (101-62).