1. Ricky, el director de una orquestra bien coordinada. Scariolo ha hecho de este bloque un equipo compacto, serio y muy capaz. A nivel mental, parece -ahora ya- indestructible y ante Polonia se volivó a demostrar. No le tembó la mano a Rudy cuando tuvo que meter los triples (5/5 en T3); Juancho no temió coger los galones para ser el líder ofensivo; no le pesó a Willy Geuer la responsabilidad en la zona para imponer su ley; no cesó la racha del mago, del artista de El Masnou, Ricky Rubio. El base catalán se convirtió en el máximo asistente de los mundiales desde que se contabilizan las estadísticas (1994) y, de nuevo, fue el mejor en España: 19 puntos, 9 asistencias y 26 de valoración. El próximo rival saldrá del Australia-República Checa, pero sea quien sea, delante tendrá a un hueso muy duro de roer: Patty Mills o Tomas Satoransky. Casi nada.

2. La energía polaca se acabó en el último cuarto. Realmente, Polonia dio la cara durante prácticamente todo el encuentro. Ni el primer arreón de España que los colocó +10, ni el segundo con ese parcial de 10-3, hicieron que los de Mike Taylor se achantaran. Al revés: respondieron a cada golpe mediante AJ Slaughter, Waczynski, Kulig y Solokowski. Aun así, la calidad de los de Scariolo detrás les hizo encadenar varios errores consecutivos y solo bajaron los brazos cuando ya quedaron algo más de 3 minutos.

3. El parcial de 10-3 y la efectividad el dúo Rudy-Willy. Más allá del buen partido a nivel coral y de la gran actuación, el parcial de 10-3 en el ecuador del último cuarto fue clave, porque los polacos ya no pudieron recuperarse del golpe. En esos minutos, Willy desplegó todo su potencial ofensivo y logró imponerse de manera clara en la pintura: 18 puntos y la sensación de que es una pieza importante en la rotación española. Además, Rudy ayudó en este parcial con su tiro de larga distancia para sentenciar el encuentro.

España arrancó los cuartos de final ante Polonia con la idea de siempre: generar a partir de Ricky Rubio y Marc Gasol. Sacaron provecho en las primeras acciones y generaron juego a partir del juego en la pintura, aunque los polacos respondieron con la misma moneda en esos primeros minutos. AJ Slaughter fue el más destacado, pues además de anotar un triple, impuso un ritmo ideal para lo que su selección necesitaba: juego rápido, ágil y versátil que le dio la posibilidad de correr algún que otro contraataque. En el bando español, la dirección de Ricky, el acierto de Rudy y las continuaciones de Willy Geuer mantuvieron esa renta mínima al final de un cuarto que solo duró 17 minutos reales. En este tiempo, los de Scariolo defendieron sin permitir tiros libres, fuente de puntos en anteriores partidos para los polacos (22-18).

Sokolowski abrió el segundo periodo con 5 puntos, pero fueron rápidamente contestados por los otros 6 puntos de Juancho. Y es que si el primer tramo del segundo cuarto tuvo un nombre propio, este fue Juancho Hernangómez: el alero de los Nuggets lideró a la selección en anotación, aprovechó su físico para capturar rebotes ofensivos y estuvo excepcional en defensa (32-28, min.. 14). En cuestión de dos minutos, la efectividad de Juancho y Rudy desde más allá del arco hizo que España pusiera el +10, pero después del tiempo muerto solicitado por Mike Taylor los polacos reaccionaron con un parcial de 1-9 en el que el protagonista fue Hrycaniuk. Un triple de Rudy y varias acciones defensivas neutralizaron la remontada de Polonia, que no se acabó consumando y Ricky fijó el 46-41 al descanso.

El intercambio de canastas fue una constante a lo largo del tercer periodo en el que hubo un duelo inicial e interesante entre Ricky Rubio y Ponitka. Se notó un ligero cambio en la actitud defensiva, porque en general mejoraron en muchos aspectos; de hecho, en poco más de dos minutos forzaron 3 pérdidas que, unidas a los dos triples de Rudy Fernández, realizaron un parcial de 10-3. Y como ya había pasado en el segundo cuarto, el tiempo muerto del seleccionador de Polonia surtió efecto. Kulig y Solokowski se combinaron para encadenar varias buenas acciones en la pintura y ajustar de nuevo el marcador: los polacos volvían a estar ahí (67-58).

Durante todo el partido fue un quiero y no puedo. A cada arreón español, venía después la reacción rival. Y así durante todo el partido y, cómo no, en el último periodo también hasta que faltaron 4 minutos para el final. En el combinado nacional volvió a aparecer Willy Geuer para mantener el +10 y, pese a los esfuerzos de AJ Slaughter y de Waczynski en forma de puntos y más puntos -acabó con 19 puntos-, la sombra del pívot de los Hornets fue demasiado alargada. Ya con Willy en el banco y con Marc Gasol en pista, una buena circulación acabó con un triple de Ricky (19 puntos, 9 asistencias) que colocó el 82-72 a falta de 4 minutos. Otro lanzamiento de tres anotado por el genio de El Masnou sirvió para sentenciar el encuentro, que al final acabó con el marcador de 90-78.