Tras dos largas semanas de competición y 8 partidos disputados, a la España de Scariolo le llega la hora de la verdad. Llegan los cruces. Tres partidos que separan a la selección de la gloria, en los que no hay margen para el error. Analicemos el estado de las cosas en el juego de España. Las luces y las sombras del rendimiento de los chicos de Sergio Scariolo.
- LUCES
El juego interior español está mostrándose intratable. Por primera vez estamos viendo funcionar en pista la sociedad Gasol. Pau (20.4 puntos y 5.7 rebotes de media) está jugando de cuatro, con mayor libertad de acción en ataque, jugando tanto de cara como de espaldas al aro. El dulce momento de forma con el que se ha presentado en este Eurobasket, mostrándose más rápido y ágil que en otras ocasiones, están permitiendo ver a un Pau con un mayor arsenal ofensivo, saliendo incluso al triple para lanzar como mucho acierto (6/7 T3). La presencia de Marc Gasol como center puro y de interiores de rotación reboteadores y sacrificados en defensa están descargando y liberando a Pau de realizar el trabajo sucio. Por su parte, Marc (14.6 puntos y 7.4 rebotes de media) se está mostrando más dominador y eficaz que nunca con la selección. En la rotación y saliendo desde el banquillo, el peso de Serge Ibaka (6.8 puntos y 4.4 rebotes) está siendo menor que el esperado, pero mucha culpa de ello la tiene la está teniendo Felipe Reyes (6.3 puntos y 3.8 rebotes), que sobreponiéndose al drama familiar vivida hace pocas semanas, está ofreciendo una demostración de profesionalidad, siendo el Reyes de las grandes ocasiones.
Buena muestra del peso que está teniendo el juego interior español. Si acudimos a la estadística de eficiencia por minutos disputados que nos ofrece la página web In The Game, observamos como aparecen hasta tres hombres altos españoles en el Top-10; concretamente Pau Gasol en el 1º puesto, Marc Gasol en el 9º y Felipe Reyes en el 10º (Serge Ibaka lo encontramos en la posición 37º).
Pero las sensaciones positivas no llegan solo desde la pintura. En el perímetro España sigue contando con un seguro de vida como Juan Carlos Navarro (14.8 puntos, 1.1 rebotes y 3.4 asistencias). En el jugador del Barça Regal se tiene confianza ciega, ganada a pulso y Navarro continúa respondiendo con un rendimiento notable torneo tras torneo. Rudy Fernández (8.3 puntos, 3.4 rebotes y 3.5 asistencias) no está teniendo la misma suerte de cara el aro, aunque en el partido ante Francia volvió recuperar sensaciones en el tiro. Sin embargo, ha sido encomiable la labor del nuevo jugador de los Mavericks durante todo el campeonato. Ha sido el chico para todo de Scariolo. Ocupando la posición de 3, ha defendido con éxito como un jabato a aleros superiores físicamente (como en el caso de Luol Deng), ha aportado rebote, asistencias (el mejor pasador de toda la selección) y garra, mucha garra. Además, parece que va a más y puede tener una recta final de campeonato estelar.
Para acabar, el dato más positivo, el que nos debe llevar a ser optimistas de cara a la recta final del Eurobasket es la capacidad competitiva de nuestra selección. Cuando ha tenido que ganar, España ha respondido. Su mayor defecto ha sido cierta falta de concentración en momentos concretos, pero cuando no había margen de error, no se ha fallado. Los jugadores españoles han sabido apretar los dientes en defensa y brillar por su efectividad en ataque en los momentos calientes. Y en el momento de la verdad, cuando solo sirve ganar, los de Scariolo tendrán la maquinaria a punto y perfectamente engrasada.
Lo mejor de España ante Lituania:
- SOMBRAS
Uno de los mayores puntos oscuros del juego español en el presente Eurobasket ha sido el del tiro exterior. España es la 6ª selección en porcentaje de tiro de 3 entre aquellas que se han clasificado a los cruces de cuartos de final. Los de Scariolo firman un 32.2 % desde la línea de 6.75 (48/149). Además, si restamos los triples lanzados y anotados por Juan Carlos Navarro (22/52), nuestro único tirador regular, y Pau Gasol (6/7), nos quedamos con un paupérrimo 22% (20/90). Si vamos desgranando los porcentajes de nuestros jugadores exteriores, nos encontramos con el 7/22 de Rudy, el 7/23 de Calderón, 2/10 de San Emeterio, 1/11 de Llull o los 0/11 de Ricky. Pésimo bagaje para unos jugadores de su calidad.
Entre los aspectos negativos, no nos queda más remedio que hablar sobre la figura de Ricky Rubio. El nuevo base los Timberwolves siguen en el bache de juego en el que se comenzó a sumir en el pasado Mundobasket y que se ha prolongado a lo largo de toda la temporada pasada hasta el presente Eurobasket. Independientemente de su trabajo defensivo (que fue objeto de debate tras el partido ante Alemania), un jugador de la calidad del base catalán no puede firmar unos pobres 1.4 puntos, 1.9 rebotes y 1.9 asistencias. Se le debe exigir más, porque pueder dar más. Su falta de confianza de cara al aro es realmente preocupante. No solo son los tiros exteriores (0/11 T3), tampoco muestra la seguridad necesaria en sus características penetraciones que antaño finalizaban en no pocas ocasiones en 2+1. Necesita volver a reencontrarse consigo mismo.
Tampoco estamos viendo en este Eurobasket la mejor versión de Sergio Llull. Sale desde el banquillo más acelerado que nunca y no ha logrado ser el jugador llamado a revolucionar los partidos. Le hace falta serenarse, quitarse cierta ansiedad de encima. Su 7/28 en tiros de campo habla a las claras de su negación de cara al aro. Además, sus penetraciones están siendo finalizadas, generalmente, con pases al exterior tras rectificado sin mucho criterio y al hueco. Le hace falta un buen partido para estar en paz consigo mismo y asentarse en la cancha.
Y es que en general la segunda unidad española no está funcionando. La aportación desde el banquillo, excepto en el caso de los hombres interiores de rotación (Felipe e Ibaka), está siendo muy pobre. Sergio Scariolo tiene un quinteto inicial fijo y claramente identificable y cuando la segunda unidad ha estado en cancha con todos sus componentes, el rendimiento del equipo, en líneas generales, se ha resentido. Ricky y Llull no pasan por sus mejores horas; la raza de San Emeterio ha estado siempre presente, pero su acierto, a cuenta gotas. Sada no ha tenido excesivos minutos, pero es cierto que cuando ha estado sobre el parquet ha dado la cara. Por su parte, Victor Claver ha sido el último hombre de la rotación, apareciendo en pista en momentos puntuales, con los partidos decididos, Poca aportación desde el banquillo por la que pasa por ser una de las mejores selecciones del mundo.
Para finalizar, la selección no puede bajar la guardia, no puede perder la concentración en ningún momento. Las desconexiones de los de Scariolo vividas, y sufridas por el aficionado español, durante el Eurobasket no pueden suceder durante las eliminatorias que la selección va a tener que afrontar en los próximos días. El margen de error es cero.
Lo peor de España ante Turquía: