París. Olympiacos se enfrentará en el partido por el título ante el Regal Barcelona después de doblegar en la prórroga a un sensacional Partizan, que tuvo el partido en sus manos, pero que no lo pudo ganar a pesar de que Kecman anotó otro grandísimo triple, por culpa de un mágico vuelo de Childress. En la prórroga la experiencia se dejó notar a pesar de que Bozic tuvo otro tiro para forzar la segunda prórroga
El Partizan salió muy fuerte como de costumbre en su defensa, con una zona que se atragantaba al Olympiacos gracias a un interminable Vranes que daba como resultado las primeras ventajas a los sepultureros. A los dos minutos parte del plan de Vujosevic se partía con la segunda falta de Vranes que hacía que Maric tuviera que aparecer por primera vez en pista.
Olympiacos no encontraba fluidez en ataque, con la impresionante defensa planteada por Vujosevic, que lograba darle un equilibrio en ataque al Partizan con su gran circulación en estático y corriendo incluso con Maric para finalizar. Así mediado el primer cuarto forzaba a Yannakis a pedir el primer tiempo muerto con 10-2 en el marcador.
Papaloukas salía a pista para dar dirección al Olympiacos junto a Teodosic, con ello los griegos lograban ver soluciones ofensivas, sobre todo para Schortsianitis, pero ofensivamente el Partizan creaba a través de Maric con facilidad y atacaba excelentemente el rebote ofensivo. McCalebb anotaba un triple tras una excelente circulación que ponía a siete a los serbios. Pero Papaloukas mostraba su mejor versión y junto con un triple de Teodosic sobre la bocina cerraban el partido al final del primer cuarto.
Vranes comenzó haciendo mucho daño defensivamente en el tercer cuarto, pero Childress le sacó la cuarta personal intentando hacer un mate por encima suyo. Yannakis tenía claro, que tenía que utilizar sus mejores armas, defender fuerte y salir muy rápido, por ello colocó en primera línea a Childress y Beverley. Funcionó, aunque ya sin Beverley, Partizan siguió viendo muy fácil la construcción ofensiva, mientras que las defensas alternativas serbias se les atragantaban de sobremanera.
Tras unos ataques de errores, Bourousis empataba el partido con un movimiento de escolta para anotar un triple. Bozic anotaba un triple sobre la bocina, pero Papaloukas repetía por tercera vez en el partido una excelsa penetración para con un 2+1 poner por primera vez en el partido a su equipo arriba a falta de tres minutos y medio para el descanso. Schortsianitis, Teodosic y Kleiza sacaban la clase, Beverley la garra para llevar al descanso a su equipo 5 arriba al descanso.
Tras el regreso de vestuarios ambos equipos seguían marcando un partido tremendamente físico, en el que se dedicaban a intercambiar golpes. Vesely seguía haciendo un partido tremendamente serio en todas las facetas, al igual que Kleiza en el equipo rojo que convertía los últimos siete puntos de su equipo, echándoselo completamente a la espalda.
La pelea continuaba, los golpes iban de un lado a otro, nadie quería quedarse fuera de la gran final, Teodosic anotaba un triple extraordinario, a lo que Bozic respondía a continuación, Kleiza seguía a lo suyo, mientras que Maric seguía forzando faltas a la zona de Yannakis. Martilleaba Schortsianitis, fallaba Partizan, pero McCalebb se recomponía para robar y hundir el aro, aunque cayendo lesionado en la propia caída.
Pero ahí estaba Kecman que tras una buena circulación anotaba un triple que ponía a un punto de nuevo a los sepultureros, siendo Maric el que con un empate llevara el partido empatado al cuarto final, después de anotar “Sofo” un tiro libre.
Maric rompía el hielo en el último cuarto con un 2+1 y McCalebb volvía a pista, lo cual era una grata sorpresa, ya que además volvía de forma imparable y hay que sumar que Maric era un tremendo quebradero para los rojos, mientras que estos eran incapaces de anotar más allá de Kleiza.
Los serbios se ponían 6 arriba y se colocaban en zona, la guerra de los banquillos empezaba, ya que Olympiacos pedía un tiempo muerto para preparar el ataque y a continuación sin jugar Vujosevic pedía otro para intentar desmantelar lo preparado por Yannakis, pero Papaloukas demostró ser el más listo de la clase.
Otro mágico final
Partizan intentaba parar el partido aún más, pero Olympiacos daba un paso adelante en su defensa y movía más rápido su ataque para desajustar la defensa y ponerse a uno. Vesely respondía con un mate en rebote ofensivo, replicado por Childress – siete puntos seguidos- con otro tras tres ofensivas rojas, que ponía un minuto después a los suyos un punto arriba tras otro carrusel de fallos.
Tras dos ataques fallados por equipo, Teodosic cogía un rebote ofensivo fundamental y desde los tiros libres daba un colchón de tres puntos a su equipo. Pero Kecman al que no le tiembla el pulso en estos momentos anotó un triple con 35 segundos por jugar empata el partido. Teodosic falla su tiro a media distancia, y al contraataque McCalebb pone a su equipo 67-65 con 6.8 segundos por jugar.
Con 6.8, Olympiacos saca de medio campo, Teodosic lanza de tres puntos el balón vuela a ningún lado, pero ahí aparece Childress volando mágicamente para culminar un alley hoop que empata el partido a falta de 2.6. Esta vez es el Partizan quien saca de medio campo, pero McCalebb, uno de los héroes de la noche falla el triple y el partido se va a la prórroga.
En la prórroga Childress volvía a convertirse en omnipresente para poner desde el tiro libre a su equipo 3 arriba. Kecman ya se encontraba en el banquillo con cinco faltas. Dos asistencias de Papaloukas culminadas por Bourousis y Kleiza daban un colchón de cinco puntos muy importante para los griegos.
Pero ni cuando las cosas parecían más oscuras para el Partizan y que la veteranía lo tenía todo para ganar, Vesely anotó un gran 2+1. Olympiacos atacó largo y Borousis consiguió tres rebotes ofensivos y así anotar dos tiros libres. Seguía Partizan sin rendirse, ya que Bozic ponía a uno a su equipo con un rápido triple. Teodosic anotaba dos tires libres y dejaba 9.5 segundos para otro milagro partisano.
Lógicamente, Papaloukas hizo falta y Bozic no perdonó para volver a poner a su equipo a uno. Teodosic no perdonó y Bozic sobre la bocina un buen tiro no fue capaz de anotar, siendo así Olympiacos el finalista.