Finalmente la diabetes, enfermedad que sufría desde hace años derivada de su gigantodromegalia, acabó con el bonachón cuerpo de Jorge González a la edad de 44 años. Una complicación arterial obligó a trasladarlo de urgencias a la clínica de San Martín (Argentina) pero no se pudo hacer nada más por su vida, falleciendo el pasado 24 de septiembre.

Jorge González se dio a conocer en Europa en el Trofeo de Navidad del Real Madrid, en el ya lejano 1987. La selección argentina era una de las invitadas y todos los ojeadores se fijaron en el potencial que podría haber en aquel corpachón de 2.31, todavía por hacer. La NBA también le siguió la pista. Sus buenas maneras en el torneo clasificatorio para las Olimpiadas de Seúl ’88 , en Montevideo, derivaron en una elección por parte de los Atlanta Hawks en el draft de aquel mismo año. Jorge González era elegido en la posición 54, dos antes que Hernán Montenegro, la gran estrella argentina.

La posibilidad de jugar con las estrellas se quedó en un sueño. Sus problemas con los kilos -180– y su escasa fuerza de voluntad a la hora de intentar eliminarlos le impidieron jugar con los profesionales. Ted Turner, magnate de la CNN y propietario de los Hawks quería explotar el filón que podría tener González en televisión. Pasó del parqué a los cuadriláteros y durante unos años le vimos codeándose con las estrellas de la lucha libre. Era una estrella de la pequeña pantalla y llegó a aparecer en capítulos de Los Vigilantes de la Playa o Los viajes de Hércules.

Su aventura se desplomó como su cuerpo. Una lipotimia en un espectáculo de Japón, en 1996, le obligó a retirarse. Luego se le diagnosticó diabetes y más tarde gigantodromegalia. Poco a poco se fueron los amigos que llegaron atraídos por la fama y el dinero fácil y pasó a vivir en el umbral de la pobreza en su casa, en El Colorado.

Diversas iniciativas altruistas evitaron el abandono total del jugador y a finales del 2009 , la Confederación Argentina de Básquetbol (CABB) le rindió un homenaje en el marco de su programa CABB solidaria.

Solobasket.com le dedicó un artículo con motivo de un retorno esperanzador a la esfera pública.

Descanse en paz, cerca de las estrellas.