Ya están aquí. Después de tres meses y medio de competición, Fenerbahce Beko ha emitido un mensaje claro tras los últimos partidos: que nadie los dé por muertos. Para ser sinceros, razones había antes de llegar a la jornada 16: se enfrentaban a un Olympiacos que tampoco llegaba a la cita en el mejor momento. Ambos conjuntos estaban muy necesitados de victorias, y en especial el equipo turco, pues habían caído derrotados ante ALBA Berlin en la decimotercera jornada de 26 puntos y ante Zalgiris por 37. Derrotas que solieron y mucho, así que se decidió tomar una decisión trascendental en el devenir del bloque otomano: el fichaje de Marko Guduric.

En la última década, Fenerbahce siempre ha estado en la lucha por el título y, pese a que solo logró aquel título en la 2016/17, año tras año se cuela en los Playoff. Este verano fue totalmente diferente a los anteriores. Más allá de la situación excepcional que se vivió en todo el mundo, el conjunto turco vio cómo jugadores de la talla de Sloukas, Datome, Kalinic o Williams hacían las maletas en busca de nuevos retos. Así pues, no les quedó otro remedio que reconstruir la plantilla, y lo hicieron con Barthel, Brown, Pierre, Eddie, Ulanovas y compañía. Quizá sin estrellas, pero sí con jugadores contrastados que habían demostrado su calidad tanto en Euroleague como en las demás competiciones.

Hasta esa jornada 16, los cambios en el roster no parecían haber convencido a muchos aficionados, pero la incorporación de Guduric lo cambió todo. El exterior serbio, que no encontró su lugar en la NBA, retornó a tierras europeas para darle la vuelta a la dinámica de Fenerbahce: desde su llegada, el balance es de 5 triunfos -la última, ante Panathinaikos por 26 puntos- y 0 derrotas. En estos cinco encuentros, el ex de Memphis ha promediado 11’6 puntos, casi 4 rebotes y 4 asistencias para 13’8 de valoración, siendo el tercer mejor jugador del equipo tras Nando de Colo y Jan Vesely. Precisamente el pívot checo es quien parece encontrarse en estado de gracia con la llegada del escolta, puesto que en los últimos 5 partidos ha mantenido una regularidad en el juego y en la anotación que todavía no había exhibido. Lo demuestra su actitud, su consistencia y sus 14’4 puntos y 18’8 créditos de valoración en estas últimas semanas. En resumen: todos han salido ganando con el regreso de Marko Guduric.

Todavía hay quien puede tener dudas acerca de hasta dónde puede llegar Fenerbahce en esta edición de la Euroleague -sobre todo si será capaz de meterse en los Playoff-, pero lo que está claro es que está en pleno ascenso y, aunque el próximo rival sea el CSKA, que se mantiene líder, el calendario que se le aproxima se avecina halagüeño. Sí, todos pueden ganar a todos, pero si Maccabi, Khimki, Zenit y ALBA son sus próximos rivales, es probable que el club dirigido por Igor Kokoskov se cuele entre los 8 primeros en las próximas semanas y todo se decida en las últimas jornadas. Ahora mismo, el balance es de 10-10 y el octavo clasificado, Zalgiris, se encuentra con 11 triunfos y 9 derrotas. Veremos si son capaces de seguir con su trayectoria ascendente.