Bouroussis, Fotsis y Zisis, tres miembros de la vieja guardia, auténticos pilares de la victoria griega, lideraban ya desde el inicio un asombroso parcial que crecía conforme avanzaba el choque. La máxima, al final del primer cuarto: 34-8 y una mala imagen de los de Ivkovic.

La reacción serbia en el segundo cuarto fue tímida, bajando de los 20 de diferencia pero todavía muy lejos de unos griegos que seguían anotando con asombrosa facilidad.

Sí se redujo de 20 en el tercer período, pero muy lentamente. Las rentas se estabilizaban en unos 15 puntos en los que se movería todo el choque. Bouroussis seguía muy cómodo bajo los aros, y para colmo, los exteriores serbios se cargaban de faltas.

En el inicio del último cuarto, una canasta de Teodosic puso a Serbia a 10, ¿reacción? Nada más lejos de la realidad. Los griegos volvían a subir a las rentas de 15 y los exteriores serbios caían por faltas. Markovic, Teodosic y Paunic eran eliminados, lo que unido a las bajas de Tepic y Rasic, dejaba a Serbia con un pintoresco quinteto formado por Bjelica, Keselj, Savanovic, Macvan y Krstic.

El mejor: Ioannis Bouroussis (27 puntos y 6 rebotes) nunca pensó que estaría tan cómodo bajo los aros en un partido contra Serbia. 10 de 16 en tiros de campo, con 2 de 4 en triples. Destacar también el doble-doble de Nick Calathes con 10 puntos y 10 asistencias.