La selección azteca de baloncesto ha vivido estos últimos años su mejor época a nivel internacional de la mano del español Sergio Valdeomillos, con triunfos en el FIBA Américas 2013, el Centrobasket 2014 y la participación en el pasado Mundobasket de España después de 40 años de ausencia en citas mundialistas.

Los éxitos deportivos no se han visto continuados desde los despachos, pues sorpresivamente el máximo mandatario Juan Manuel González decidió despedir al entrenador granadino tras el Mundial cuando aún le restaba un año más de contrato. Fueron varios los jugadores que mostraron públicamente su malestar por esta decisión, entre ellos dos de las estrellas de la selección como Lorenzo Mata o el madridista Gustavo Ayón. Tal fue el descontento que incluso Ayón decidió no volver a jugar más con el combinado nacional de su país.

El estrepitoso fracaso del siguiente seleccionador, el ex-NBA Bill Cartwright, en los Juegos Centroamericanos y del Caribe, donde ni siquiera pudieron optar a medallas, no hizo si no agravar la situación y dejar al aire la errónea decisión que se había tomado despidiendo a Sergio Valdeomillos. De cara a los Juegos Panamericanos y el próximo Preolímpico que se juegan este verano, la apuesta de la LNBP ha sido el boricua Eddie Casiano, vasto conocedor del baloncesto mexicano, donde ha sido campeón de liga con Halcones Rojos de Veracruz.

A día de hoy, la ruptura entre varios de los pilares fundamentales del baloncesto mexicano es un hecho, pero hay alguien que está tomando cartas en el asunto para intentar mediar y buscar el bien común es un proyecto que estaba dando sus frutos pero que se vino abajo por una mala gestión en los despachos. Esta figura es la de Alfredo Castillo, director de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (CONADE), que hace unos días mantuvo una conversación telefónica con el propio Gustavo Ayón.

Uno de los temas que se trataron en esta conversación fue la vuelta de Gustavo Ayón, algo que el jugador empezaría a considerar si se reconsidera la contratación de Sergio Valdeolmillos. Se da la circunstancia de que la LNBP le debe el 10% de su salario de la temporada 2013-14 y el 100% de la pasada temporada, donde se consiguieron los éxitos del título del Centrobasket y la presencia en el Mundial. "El año pasado los jugadores sabían que estaba todo muy ordenado para el Mundial y el Centrobasquet, eso daba una confianza que se cortó", explica Valdeolmillos en declaraciones que recoge el diario Excelsior. "Depende de qué voluntades haya respecto al tema y, lo más importante, que tengamos credibilidad unos de otros. Yo perdí la credibilidad en muchas de las personas que trabajaron en la parte directiva"

El coach granadino habla en esa entrevista de la falta de desarrollo del jugador mexicano. "La LNBP debe dar más espacio al jugador mexicano, eso no está ocurriendo. Hay una buena liga universitaria, pero debe haber mayor presencia en la liga para que tenga un mayor bagaje y que quien tenga talento, pueda salir". Esta falencia en el desarrollo de jugador también fue un tema que tratamos en la entrevista que Solobasket realizó hace unas semanas al español Alfred Julbe, que esta temporada estuvo en México entrenando a Titánicos de León. 

La realidad es que muchos de los equipos basan sus plantillas en los jugadores extranjeros (normalmente estadounidenses) y suele ser demasiado habitual la figura del jugador mexico-estadounidense. Existen otras competiciones fuera del calendario de la LNBP, como la Liga Premier de Chihuahua, la Cibacopa o la recién creada Liga Nacional, que abogan con mucho más enfásis en el desarrollo del jugador nacional, pero no es suficiente.

Lo que está más claro es que un país que cuenta con una selección que en los últimos años ha dado dos jugadores NBA como Gustavo Ayón y Jorge Gutiérrez, además de jugadores importantes como Lorenzo Mata, Román Martínez o Héctor Hernández y que cuenta con presencia internacional en las competiciones de clubes como el título en 2012 y el subcampeonato este año de Pioneros de Quintana Roo en la Liga de las Américas, no merece un desorden en los despachos como el que se está viviendo en México.