
Con un quinteto inicial poco habitual (Ribas, Navarro, Hanga, Moerman y Tomic), el FC Barcelona comenzó muy activo en defensa, sobre todo con el carácter y la actividad de Hanga -un rebote ofensivo y un robo al inicio del partido-. En esos primeros minutos, el intercambio de canastas fue una constante: mientras los blaugrana buscaban a Navarro y a Tomic, los rusos daban todo el protagonista a su estrella, Shved, aunque 5 de los primeros 8 puntos de Khimki provinieron de Anthony Gill.
Chase down
The defensive player of the year @HangaAdamOnline ending 2017 strong on the boards. #7DAYSMagicMoment pic.twitter.com/JelCMVPzrj
— EuroLeague (@EuroLeague) 29 de diciembre de 2017
La dirección de juego del Barça fue sublime en los primeros compases del encuentro, y es que Pau Ribas repartió 6 asistencias en el primer cuarto. Y quién mejor que un Tomic imperial para aprovechar esas asistencias: 7 puntos, 5 rebotes y 14 de valoración en 8 minutos y medio. Se impuso sobremanera el ataque sobre la defensa y el parcial del primer periodo fue de 15-25, con un acierto ilusionante para los hombres de Sito Alonso.
Si hablamos de contundencia, Seraphin nos entiende. Él solo entiende el lenguaje del espectáculo, y al arrancar el segundo cuarto su potencia le permitió empezar con un mate y llevar al Barça hasta la máxima ventaja hasta ese momento (+12). Aun así, el quinteto versátil de Khimki hizo que se redujera la ventaja a 6 (23-19). La defensa planteada por Bartzokas, basada en cambios en los bloqueos y en unos jugadores más físicos, surtió efecto. La consecuencia de este planteamiento fue que las ventajas que los blaugrana habían encontrado en los 2vs2 al inicio del partido ya no eran tan claras.
Honeycutt tomó el protagonismo de Gill y Shved, y en el segundo periodo anotó 10 puntos. Es decir, la segunda unidad de Khimki se estaba imponiendo sobre los suplentes de los visitantes (30-32 a falta de 1:30 para el descanso). En cambio, la defensa de los blaugrana no fue la misma y las situaciones en la zona para Tomic no fueron tan fáciles de materializar en el segundo cuarto.
Tras pasar por los vestuarios, idéntica situación que al principio del partido: pelota recuperada, canasta de Hanga y tiro errado de Khimki. Pero con la diferencia de que en esos momentos el resultado estaba mucho más ajustado y los rusos aprovechaban cada acción para intentar acortar diferencias. Charles Jenkins, con dos triples casi consecutivos, y Shved, con otro triple, pusieron por delante a los de Bartzokas tras el 5-3 del inicio (46-45, min. 27). Y entonces llegó él. Shved, Alexey Shved, el jugador franquicia. Con un 2+1 y un triple alcanzaba -aún en el tercer periodo- los 22 puntos.
Pero cuando el partido parecía ir abocado hacia un final ajustadísimo, surgió un Barça nuevo. Un FC Barcelona que se comió literalmente a Khimki y anuló por completo a Shved. Un FC Barcelona que ilusionó antes de cerrar el año. Con ganas, acierto y una defensa impecable, los de Sito lograron un parcial de 8-22 que les hizo llevarse la victoria por 65-79.
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1. Ribas, Navarro, Hanga, Moerman y Tomic, quinteto titular.
Un quinteto poco habitual. Ni Seraphin, ni Sanders -no estaba ni convocado-, ni Heurtel. Pero no ha supuesto ningún problema. Con un Ribas repartiendo asistencias por doquier, los demás jugadores contribuyeron poniendo su grano de arena. Dominaron a su rival a su antojo y, menos en los primeros minutos, Khimki no encontraba la manera de poder superar la defensa de este cinco inicial. Además del reparto de juego de Ribas, fueron clave la defensa de Hanga y la eficiencia en la zona de Tomic.
2. Heurtel, Hanga, Vezenkov, Claver y Seraphin, quinteto revulsivo.
Estos cinco jugadores fueron determinantes en la remontada, después de que Alexey Shved hubiera puesto a su equipo por encima en el tercer cuarto. Heurtel dirigió bien; Hanga estuvo muy bien en todas sus facetas; Vezenkov, atrevido y sin tapujos; Claver, ayudando en el rebote y sumando; Seraphin, con su recital de mates. En el último cuarto, Khimki fue incapaz de mostrar un ápice de remontada frente a este quinteto. En ningún momento se vio que pudieran poner en peligro la victoria que finalmente se llevaron.
3. Shved, anulado cuando Khimki quería remontar.
Anulado quiere decir anulado. Sin más. 22 puntos en tres cuartos y ahí se quedó. La defensa de Hanga fue sublime y el genio ruso no pudo aportar nada más, ni puntos, ni presencia, ni liderazgo. Un fallo tras otro mientras veía cómo el FC Barcelona se iba imponiendo. Si en el tercer cuarto parecía que estaríamos ante otro partidazo del base, no acabó por tener una noche de ensueño y se quedó en un buen partido -el 3/12 en triples le penalizó mucho-.


