"Todos los equipos visitantes se ven obligados a asumir que, cada vez que van a Atenas, es muy probable que encuentren conductas antideportivas por parte de algunos espectadores, así como alteraciones de todo tipo y naturaleza". Son palabras del Juez Disciplinario Independiente de la Euroliga, que ha decidido multar al Panathinaikos con 40.000 € y la disputa de sus tres próximos partidos de competición europea a puerta cerrada ante el uso reiterado por parte de los aficionados de sirenas, bengalas y petardos.
La Euroliga por su parte ha multado al club griego con 60.000 € y otro partido cerrado a su público por superar el aforo permitido del OAKA en sus dos partidos de cuartos de final ante el Barça Regal. El Juez ha hecho especial hincapié en la reiteración continua de estas infracciones durante las dos últimas temporadas y el potencial peligro físico para aficionados, jugadores y árbitros. La Euroliga, de hecho, ya puso una multa de 30.000 € tras el primer partido en Atenas, tercer encuentro de la serie ante los azulgrana, por su entrada superior a la permitida, y tras repetirse este hecho en el cuarto partido, decidió doblarlo.
El resultado total: 100.000 € y cuatro partidos sin público para el furor del OAKA. Ahora el Panathinaikos cuenta con 10 días en caso de querer apelar estas sanciones. Desde los medios de comunicación afines al conjunto griego, como el diario Prasini, se ha criticado duramente a la Euroleague desde la eliminación ante el Barça Regal personalizándolo en todo momento en la figura de Jordi Bertomeu.