Tercer cuarto: El Gran Canaria, que en la primera parte metió 27 puntos, consiguió cambiar por completo su imagen ofensiva y metió 31 en solo diez minutos. Con los triples de Eriksson y Báez y la anotación en la pintura de Balvin, Mekel y Radicevic, lograron dar la vuelta al partido y conseguir ventajas cortas a su favor.

Mekel: El base israelí anotó los último ocho puntos de su equipo. En los últimos seis minutos de juego, cuando el partido y la clasificación para cuartos de final estaba en juego, Mekel fue el único jugador amarillo capaz de encestar. Con Báez y Eriksson, que fueron los artífices de la remontada en el tercer cuarto en el banquillo, y sus compañeros cometiendo errores, o sin capacidad para tomar la responsabilidad, Mekel fue decisivo para que el Granca lograra una victoria muy importante.

Cuartos: La victoria otorga al Herbalife la clasificación para cuartos, seguramente como segundo de grupo y probablemente se tendrá que enfrentar a uno de los mejores equipos de la competición, el Lokomotiv Kuban. A falta del partido del Darussafaka en Gran Canaria, tanto el Alba, como el Galatasaray, quedan fuera de la competición.

El inicio deparó defensas fuertes y errores de los bases (Peno y Mekel) de ambos equipos, tanto en el tiro como en el pase. El Gran Canaria empezó bien, con Rabaseda omnipresente, robando, anotando y reboteando, pero los fallos de Mekel, abusando de las acciones individuales, provocaron un parcial de 7 a 0. Dos triples de Eriksson y Rabaseda, unidos a unos buenos minutos defensivos del Herbalife, devolvieron el parcial, ahora de 0 a 8, con ambos equipos muy irregulares (7 a 12). La entrada de Butterfield, que anotó un triple en su primer ataque y varios errores de Balvin debajo de canasta, igualaron el marcador (14 a 14).

El Granca seguía muy errático en ataque, con tres pérdidas de Seeley en tres minutos y sin patrón de juego evidente. Con acciones de más pundonor que calidad, los alemanes tomaron una ventaja clara, con un parcial de 11 a 0 (25 a 17), mientras la segunda unidad del Granca estaba ofreciendo un redimiento bajísimo. El Alba tuvo numerosas ocasiones para romper el partido, pero la voluntariosa defensa amarilla y sus propios errores no forzados, mantenían al Herbalife a una distancia prudencial, dado el pobre nivel ofrecido (35 a 27).

Un parcial de 3 a 13, en tres minutos, con dos triples de Báez y otro de Eriksson, dieron ventaja a un Herbalife, que consiguió cambiar la imagen ofrecida en el primer tiempo. Alba reaccionó con Sikma y Butterfield, aunque, Eriksson, Báez y Balvin, seguían viendo el aro con facilidad. El final de cuarto se convirtió en un intercambio de canastas, algo que no se había visto en la primera parte, con el Granca con ligeras ventajas y dejando la resolución del choque para el último parcial (56 a 58).

El buen momento de los jugadores de banquillo del Herbalife, que habían sido un lastre durante el partido, cerró un parcial de 5 a 0 en contra y, con otro de 0 a 9, con puntos de Aguilar y Seeley, obtuvieron la máxima renta a su favor (61 a 67). Las canastas empezaban a ser poco habituales y la tensión provocaba que ambos conjuntos se centraran en defender con una gran intensidad (parcial de 3 a 2 en casi cuatro minutos). Alba solo anotaba con tiros libres (más de 8 minutos sin anotar un tiro de campo) y en el Herbalife, las acciones individuales de Mekel, con tres penetraciones y un tiro pisando la línea de tres, certificaron la clasificación del Gran Canaria para los cuartos de final.