Zeljko Obradovic, el entrenador más laureado de la historia del baloncesto europeo y el Panathinaikos, su casa durante los últimos trece años, se han dicho adiós o como prefieren decir ellos hasta luego.
Han sido trece años en los cual la simbiosis entre ambas partes era máxima, incluso llegando hasta parecer imposible ver a una parte sin la otra. Zeljko era y es el auténtico ídolo de la afición del OAKA. Más allá de estrellas, parte del escudo del mítico equipo del trébol pertenece al genio de Cacak, con 5 estrellas conseguidas por él.
Un icono que traspasa lo deportivo. Un padre para sus jugadores, capaz de exprimir al máximo incluso por encima de lo imaginable el potencial de alguno de sus “hijos”. Tan lejos llega su icono que en los momentos más débiles, miles de aficionados han llegado a colapsar e invadir el OAKA durante entrenamientos para pedir su continuidad y darle su más absoluta fidelidad. Momentos que ponen la piel de gallina, como al perder la semifinal en el Sinan Erdem ante el CSKA, la afición verde se ponía de rodillas para agasajar al gran icono del siglo XXI en el club presidido por los hermanos Giannakopoulos.
Siempre acompañado de su estimado amigo y entrenador asistente Dimitris Itoudis, será extraño no verles juntos en el banquillo. Zeljko apunta a Estambul, mientras el destino del alumno aventajado parece estar ligado al banquillo verde.
Era hora de partir, de emprender nuevos proyectos, de llevar toda su sabiduría a otro lado. No sentía ya que el proyecto del PAO era para poder seguir compitiendo al máximo nivel, el Olympiacos acababa de forma sorprendente esta temporada con toda una hegemonía, el tiempo en el que Mr Zeljko ha dominado sin compasión. Hora de despedirse, después de 5 Euroligas – 1999-2000, 2001-2002, 2006-2007, 2008-2009 y 2010-2011- al que hay que añadir una Suproliga en el año de la escisión FIBA-ULEB, 11 ligas griegas y 7 copas griegas.
Después de tal colección de campeonatos y ser el dueño del corazón del OAKA, hoy, Zeljko se despedía así:
"Estimados amigos,
Me gustaría compartir con vosotros que cuando llegué a Atenas en junio de 1999 como entrenador de Panathinaikos, nunca pude ni imaginar que el PANATHINAIKOS sería MI EQUIPO – MI FAMILIA Y MI CASA durante 13 años.
En estos 13 años hemos tenido muchos momentos bonitos, muchas celebraciones pero también dificultades.
Hemos vivido intensamente todos estos momentos por que siempre estuvimos juntos y conectamos como una gran y real familia.
Los principios que me dio mi familia, siempre me recuerdan que la cosa más importante es respetar a los demás, si tu quieres que te respeten. Esto es algo que me gustaría enfatizar en este momento.
Tengo un gran respeto por la familia Giannakopoulos. Esta familia se las arregló usando su poder para mantenernos a todos juntos durante todos estos años.
Me gustaría agradecer y saludar con mucho respeto a toda la gente que trabaja en en BC Panathinaikos y a todos los miembros del cuerpo técnico con los cuales he tenido un gran compañerismo durante todos estos años. También un gran gracias para todos los amigos y aficionados del Panathinaikos que SIEMPRE – SIEMPRE han estado con nosotros. Sin su ayuda nunca hubiéramos tenido éxito. Por supuesto, un GRAN gracias para todos los jugadores con los que he trabajado durante estos 13 años.
Todos juntos, la familia Giannakopoulos, los trabajadores, el equipo técnico, jugadores y aficionados del equipo conseguimos hacer al equipo de baloncesto del Panathinaikos un gran club al que todo Europa respeta.
Estos días he tenido que tomar una MUY difícil decisión para mi. Esta cooperación ha llegado a su final.
Creo, sin duda alguna, que esta decisión es la mejor para todos en este momento de dificultad.
Creo que lo que pasa en la familia debe quedarse dentro de la familia.
Hay un dicho griego que dice: “Lo que pasa dentro de una familia nunca debe hacerse público”.
Panathinaikos fue mi grupo y mi casa durante 13 años y siempre estará en mi corazón y en mi mente.
Siento y soy Panathinaikos.
Me gustaría también agradecer a todos los representantes de las páginas de Internet, Televisión, Radio y periódicos por nuestra fluida cooperación.
Por último pero no menos importante, me gustaría darle UN GRAN GRACIAS a mi mejor hombre, mi compañero más cercano y amigo Dimitris Itoudis por nuestra magnífica y gran cooperación.
Zeljko Obradovic."