Los errores predominaron en los primeros minutos del partido, con el duelo Báez – Shengelia acaparando los focos. Los puntos del dominicano y dos triples seguidos de Eriksson sacaron al Granca del tedio ofensivo en el que seguía inmerso un Baskonia con problemas para encontrar tiros cómodos. Shengelia, cerca de canasta era el único escollo para la defensa amarilla, hasta que apareció Granger, que hoy salió desde el banquillo y que consiguió anotar diez puntos en un santiamén (27-18). Granger seguía dominando por completo a sus defensores y buscaba ayuda desesperadamente de sus compañeros, que seguían sin aparecer con regularidad. Janning y Voigtmann se sumaron durante unos minutos a la causa y Baskonia se acercó, aunque Oliver devolvió a Granger algún golpe de los que antes había recibido. Los amarillos, que habían dominado el rebote claramente, estaban empezando a perder rechaces en su propia canasta y esto generaba puntos para Baskonia (46-43). 7 a 0 en un minuto y medio, tras el descanso y Prigioni tuvo que volver a recurrir a Granger, que había empezado en el banquillo. Granger respondió con su quinto triple, aunque esta vez se encontró con Eriksson, que anotó tres seguidos y encendió a la grada del Gran Canaria Arena. El partido ganó en intensidad, con el duelo entre Shengelia y Báez que continuaba, además de numerosos roces y discusiones entre los jugadores. Granger y Shengelia estaban manteniendo a su equipo en la lucha por el partido, pero estaban demasiado solos y el Granca seguía manteniendo rentas a su favor cercanas a los diez puntos (79-70). Oliver cogió el testigo anotador de Eriksson en un Granca con más jugadores repartiéndose la responsabilidad anotadora, como viene siendo habitual en el comienzo de temporada. El gran nivel ofensivo del Granca y la poca aportación de los “secundarios” de Baskonia, provocó que los locales se marcharan definitivamente de su rival y las ventajas se acercaran a la veintena a pocos minutos del final (100-82).