Partido para ambos equipos: UCAM Murcia busca alejar el fantasma del descenso y afrontar tranquilos el final de temporada mientras San Pablo Burgos quería llegar al último partido con opciones de competición europea.

Quizá fueran los nervios o la mala suerte, pero los de Burgos salieron a pista sin puntería y sin fortuna. Lo que ya no depende de la suerte es el rebote, que San Pablo Burgos dejaba abierto una y otra vez para regocijo de un UCAM que, sin estar tampoco finos en ataque, veía cómo sus oportunidades acababan entrando.

Con el primer cuarto muy igualado en el marcador, pero con UCAM Murcia marcando el ritmo, llegaron dos triples seguidos de Milton Doyle, uno de ellos mal defendido y otro, directamente, sin oposición. Con el marcador 11-16, los locales seguían viendo pequeño su aro y sin trabajar el rebote. Y Damjan Rudez se quiso unir a la fiesta y anotó otro tiro exterior que, junto a un tiro libre de Cate dejaban un 13-20 al final merced al acierto de Álex Barrera y con unas muy malas sensaciones para los de Diego Epifanio.

No pintaban bien las cosas para los de Burgos y muchi menos cuando UCAM Murcia seguía anotando y Booker tomaba el relevo de Rudez y Radoncic para alejar a los suyos hasta 20-29, momento en el que el partido cambiaría el rumbo. Tuvo dos triples Dejan Todorovic completamente sólo en dos jugadas consecutivas y ambos los falló. Como respuesta, Álex López anotaba otro triple y Diego Epifanio pedía a los suyos ensanchar el campo y usar la línea exterior.

Zipser primero y Fitipaldo después volvían a meterse en el partido los de azul, pero el aprtido se enfangó en un par de jugadas polémicas con jugadores de ambos equipos por los suelos y respondía el Coliseum Burgos subiendo la presión sobre la cancha, muy quemados con los arbitrajes recibidos en los últimos partidos. Esa presión y confusión no le sentó bien a Murcia, con  Booker fallando dos tiros libres y con Ovie Soko tomando malas decisiones, tirando con poca seguridad y cometiendo dos faltas, una sobre Javi Vega a ocho segundos del final (Vega falló los dos) y otra sobre Branden Frazier con poco más de un segundo por jugarse. De sus tres tiros, anotó dos para dejar el marcador en 43-35 y un UCAM Murcia muy nervioso de cara a la segunda mitad.

Tras la reanudación, San Pablo Burgos salió con una misión en mente: mejorar y cerrar el rebote. Con la vuelta de Cancar a pista, fuera por faltas, y la concentración, los locales parecían cerrar mejorar en todos los aspectos a partir de ese cambio en los rechaces.

Sin embargo, Askia Booker no iba a dejar que el partido se fuera del lado local así de fácil. 9 puntos para el base de UCAM Murcia que parecía el único que quería pelear hasta el final mientras Benite y Fitipaldo lanzaban desde fuera para ir abriendo brecha en el marcador. Aunque la ventaja no era demasiado grande, parecía que Burgos iba a tener 10 puntos de margen para el último cuarto… hasta que Emmanuel Lecomte anotaba de 3 justo sobre la bocina de final de cuarto. 66-59 en el electrónico mientras San Pablo Burgos mandaba ya en ambos lados de la pista.

Y tras el comienzo del último periodo, no parecía que las cosas fueran a cambiar. Y es que precisamente, sólo Booker parecía creer en la remontada. Es cierto que peca de individualismo y que muchas veces puede forzar tiros, pero el base fue el único de los murcianos que mantuvo el espíritu hasta el final. La distancia no era tan grande, pero UCAM Murcia no pareció creer en sus opciones durante el último cuarto, que transcurrió sin emoción y en el que lo más destacado fue la desafortunada lesión de Ovie Soko.

Al final, San Pablo Burgos se llevó el partido con solvencia, a pesar de que parecía que UCAM le iba a poner las cosas muy difíciles. Último partido de la temporada en el Coliseum Burgos y la afición burgalesa que acabó celebrando su pequeña fiesta al final del partido.