El Caja Laboral certificó su presencia en la Copa del Rey con una trabajada victoria ante un durísimo Cajasol. Ambos equipos demostraron que son dos escuadras que van hacia arriba y ofrecieron un partido con mucha variedad táctica, mucha defensa pero que fue bonito para el espectador. Además con esta victoria el Baskonia se queda a tan solo un partido de ser matemáticamente cabeza de serie en la cita de febrero en Bilbao. La noticia más notable de la jornada fue el regreso de Walter Herrmann.

Los de Joan Plaza cayeron finalmente por 7 puntos, un resultado que no nos muestra a las claras lo que ocurrió en el parqué de un Buesa Arena casi lleno. A falta de 20 segundos, los sevillanos, tuvieron un balón para empatar o ponerse por encima, pero un tapón muy justo de Mirza Teletovic y una buena defensa después de saque de banda otorgaron la victoria al cuadro de Ivanovic que en los últimos segundos maquillaron un poco el marcador.

Las defensas se impusieron a los ataques, lo cual era una consigna que tenían muy clara los jugadores del Cajasol y es que intentar jugar al conjunto vitoriano en su pista al ataque es algo realmente arriesgado. Por lo tanto el partido fue a un tanteador bajo, en el que Plaza empezó con mucha presión al balón lo cual causó muchos problemas al Baskonia, cuando encima Savanovic se hacía dueño de la zona.

A pesar de ello, los vitorianos empezaron a entrar en partido cuando lograban subir el nivel defensivo que en algunos momentos fue excelente y cuando lograban abrir la pista para correr o jugar más rápido en estático.

Aún así, ninguno de los equipos conseguía una distancia significativa y reinaba la igualdad, a pesar de que ambos entrenadores se desquiciaban con el nivel exhibido por el arbitraje, costándoles técnicas a los dos. De hecho Plaza se quejó en rueda de prensa diciendo que como era posible que “un equipo con intensidad de juego Euroliga tuviera 9 faltas menos” y de que los árbitros sufrieron de miedo escénico sin pitar algunas cosas que a su costa eran clarísimas.

Esto no logró desconcertar a ninguno de los dos equipos. La sorpresa del partido vino, cuando Dusko Ivanovic decidió dar un golpe de tuerca al partido al final del tercer cuarto cuando puso en pista por primera vez a Walter Herrmann que regresaba a una pista siete meses después. Herrmann dio una visión diferente al juego, abriendo oportunidades en el poste bajo en los emparejamientos contra rivales más débiles físicamente. El argentino consiguió aportar cosas positivas a su equipo, a pesar de que todavía tiene poca resistencia física y se le ve algo lento.

Estaba claro que el partido se tenía que decidir al final del partido, con los intercambios de buenas defensas – a pesar de que no le fue demasiado útil la zona planteada por Plaza en los últimos tres minutos- y los lanzamientos de Calloway y del otra vez colosal Mirza Teletovic, que jugó uno de sus partidos más completos, lanzando de fuera, posteando y defendiendo.

En los últimos veinte segundos se dirimió el signo del partido. Con un tapón de Teletovic y una gran defensa del conjunto vitoriano. Marcelinho – buen partido en la dirección- sentenció desde la línea de tiros libres.

Como nota destacable, destacar la no participación de Lior Eliyahu, que no jugó por decisión técnica.