Este fenómeno tiene su origen en el momento que la NBA se asienta como una de las ligas más espectaculares y mejor pagadas del planeta. Por el contrario, los jugadores que no encontraban hueco decidían probar fortuna en el viejo continente, siendo España, Italia y Grecia los destinos más habituales. El nivel en Europa creció de forma exponencial.

En los años 80 / 90 esa tendencia creció en nuestro país. Los equipos incorporaban jugadores con experiencia que provenían del continente americano y el resultado era más que satisfactorio. La gran mayoría marcaban las diferencias en la zona, siendo los más completos de sus respectivos equipos. Este hecho dio un salto de calidad a la liga, aumentando el nivel de competitividad de los jugadores nacionales. El listón subía temporada a temporada.

Por contra, las tornas han cambiado. La Liga ACB ha sido y es un auténtico vivero para las franquicias norteamericanas. La formación de jóvenes promesas en la liga estatal acaba complementándose en Estados Unidos, cumpliendo un sueño hecho realidad para muchos jugadores. La otra cara de la moneda llega en el momento de volver a España, tras no encontrar sitio en una de las mejores ligas del planeta.

El precursor en España fue el inolvidable Fernando Martín en el año 1986. Formado en la cantera del Estudiantes y después de su paso triunfal por el Real Madrid decidió probar fortuna en los Portland Trail Blazers. En la franquicia de Oregon no tuvo el respaldo esperado, así que decidió hacer las maletas y volver a la capital en busca de nuevos retos. Por desgracia, en una mañana de domingo, el destino le fue esquivo en un accidente de tráfico, dejando solamente para el recuerdo momentos únicos para el baloncesto español. Su tímida incursión en Estados Unidos sirvió para inspirar a toda una generación, que sigue escribiendo con letras de oro la historia de este deporte.

Su máxima estrella es sin ninguna duda Pau Gasol, para muchos el mejor jugador español de la historia junto a Juan Carlos Navarro. La evolución del pívot de Sant Boi fue espectacular desde categorías inferiores: pasando del CB Cornellà al junior blaugrana, hasta explotar y dejar en evidencia al mismísimo Ronny Seikaly en la temporada que consiguió el doblete (Liga y Copa) más sendas nominaciones como MVP. El siguiente paso fue Memphis, rookie del año con total merecimiento en su primera experiencia, llevando después a los Grizzlies hasta los Playoff’s en dos ocasiones . La gran oportunidad le llegó de la mano de Phil Jackson y los Angeles Lakers: sus dos anillos dicen más que mil palabras.

Durante media temporada, al de Sant Boi le acompañó uno de sus mejores amigos y a la vez el mejor socio que ha tenido siempre en la pista, ni más ni menos que Juan Carlos Navarro. El escolta, escogido por los Washington Wizards en el año 2002, puso rumbo a Memphis , batiendo records de precocidad en triples convertidos (8/9 ante New Orleans). En la temporada 2008 – 2009, por razones más personales que económicas, “la bomba” volvía a la que siempre ha sido su casa, el Palau Blaugrana. Sigue siendo uno de los mejores jugadores del continente: los Lakers de Kobe Bryant sufrieron los 22 puntos que les endosó el 11 azulgrana.

Actualmente, en la franquicia del estado de Tennessee hay un nacional que cogió el relevo de sus dos predecesores: “Big Marc” continúa progresando como “center” en una competición tan exigente como es la estadounidense. Acercándose a su madurez deportiva, atrás quedaron aquellos tiempos de ostracismo en el Barça de Dusko Ivanovic, volviendo a encontrarse en el renacido Akasvayu Girona. Su nominación como MVP ACB le valió para poder llegar a la ciudad de Elvis. Hablar del mediano de los Gasol siempre es sinónimo de constancia y trabajo en la pintura.

Continuamos con Raúl López. Después de despuntar en el Pinturas Bruguer de Badalona fue fichado a golpe de talonario por el Real Madrid. En su etapa en la capital cuajó buenas actuaciones, pero los problemas físicos mermaban su progresión. Fue entonces cuando llegó la llamada de los Utah Jazz en el año 2005, una experiencia que nunca olvidará, pero su rodilla “buena” falló más de lo esperado y Jerry Sloan decidió traspasar sus derechos a los Grizzlies de Gasol. Viendo que su capacidad física no le permitía jugar en la NBA, decidió aceptar la millonaria oferta del Akasvayu Girona y reemprender camino hacia la ACB, todo un reto que finalmente no tuvo final feliz. Su máximo esplendor llegó con el Real Madrid de Joan Plaza. Una Copa ULEB y una Liga son suficientes credenciales para reconocer la clase que tiene este base nacido en Vic. Actualmente juega en el Khimki ruso, siendo una de las principales opciones en la dirección de juego.

La lista crecía en 2006: un diamante en bruto llegaba a Portland tras deslumbrar en las categorías inferiores de España y sobretodo en el Adecco Estudiantes. Sergio Rodríguez tenía un sueño, triunfar en la mejor liga del mundo y demostrar que también sabe divertirse ante jugadores como Kobe Bryant o Tim Duncan. Su entrenador Nate McMillan parecía no captar la esencia del “Chacho”, un traspaso rumbo a los Kings de Sacramento fue la mejor solución para todos, aunque la irregularidad en su juego fue el mayor lastre del base en Estados Unidos. Parecía que en la gran manzana seria una pieza importante en los remodelados New York Knicks, tercer intento fallido. Fue entonces cuando llegó la llamada de Alberto Herreros. Con toda una carrera por delante, el Real Madrid puede ser el trampolín hacia una exitosa trayectoria en Europa; lo mejor está por llegar.

Durante su estancia en el Rose Garden, el base canario coincidió una temporada con un jugador que llegaba por la puerta grande desde Badalona; Rudy Fernández sabía que esa era su gran oportunidad y no la desaprovechó, con unos porcentajes desde la línea de tres más que reseñables. Pero el escurridizo escolta mallorquín se topó con el hermético juego de Nate McMillan, que ha estado a punto de desencadenar su vuelta a España; en Barcelona le siguen esperando con los brazos bien abiertos. Su profesionalidad le hace seguir despuntando con Brandon Roy o LaMarcus Aldridge a falta de pocos días para que empiece la liga regular.

Para concluir, otra pareja que durante unos meses brilló en Canadà:la formada por Jose Manuel Calderón y Jorge Garbajosa, quienes fueron piezas importantes en aquellos Raptors del 2006. El de Villanueva de la Serena fue subiendo peldaños en ciudades como Alicante, Fuenlabrada o Vitoria; último peaje antes de llegar a Canadà.

Llegó mucho antes que el exjugador de la Benneton, TAU y Unicaja, siendo a día de hoy eje principal de los nuevos Raptors, con Jack, Barbosa y Bargnani a la cabeza. El base ha mejorado en muchas facetas (sobre todo en el lanzamiento exterior), mientras que el ala-pívot de Torrejón de Ardoz no tuvo fortuna a pesar de haber comenzado de forma fulgurante: su lesión en el tobillo fue el principio del fin. El Khimki ruso sacó la chequera, y de esta manera prosiguió su carrera en el conjunto moscovita. Por suerte, la ACB está de enhorabuena. Segunda temporada en el Real Madrid y posiblemente una de sus últimas etapas como profesional.

La conclusión es clara, se puede triunfar, pero si las cosas no salen como se esperaba siempre se está a tiempo de volver a casa y ser un jugador más completo en Europa. En el caso de los españoles así ha sido. De momento, jóvenes diamantes por pulir como Ricky Rubio o Sergio Llull seguirán avanzando en la Liga ACB, esperando el momento para coger las maletas en busca de una oportunidad en la competición más espectacular y mediática del planeta.

Aparte de esta generación dorada, hay que mencionar jugadores que han dejado huella en España a lo largo de la historia reciente.

Hablando de jugadores nacidos en Europa, el eterno Drazen Petrovic y el legendario Arvydas Sabonis compartieron club y destino (Madrid-Portland), aunque no llegaron a coincidir.

Otros que consiguieron el billete fueron el irlandés Pat Burke o el “culé” Francisco Elson. Ilyasova es el caso más reciente: su última temporada en Can Barça fue para enmarcar, ahora triunfa en Milwaukee con los Bucks. La curiosidad la pone el esloveno Goran Dragic, que sin jugar un minuto de forma oficial con el Caja Laboral fichó por Phoenix Suns.

Por otro lado, el número de exiliados que llegaron a la ACB fue numeroso, sobre todo desde los Balcanes. Djordjevic pasó de promesa en la Lega a ser suplente en Portland, en Barcelona recuperó la sonrisa, y en el Madrid arrebató a su ex equipo el título de liga en terreno hostil. El segundo en discordia es Igor Rakocevic, quien después de su fracaso con los Timberwolves recuperó sensaciones en Valencia, confirmándose en la capital y triunfando en Vitoria con el TAU. Rebraca y Tarlac son otros dos ejemplos que certifican la segunda oportunidad que siempre ha habido tras no despuntar en el continente americano. En la actualidad, Welsch (Boston-Unicaja-Estudiantes) , Korolev (Clippers- Granada) y Tskitishvilli (Nuggets-Cajasol-Fuenlabrada-Lagun Aro) forman parte de este club tan variopinto y selecto.

Respecto a los estadounidenses, la procedencia no es tan específica. Desde el “astronauta” Darrell Arstrong, pasando por el prófugo Maceo Baston, hasta acabar con los cariocas Varejao y Splitter. La tripleta albiceleste formado por Scola, Nocioni y Oberto es el ejemplo del gran trabajo formativo que se hizo en su momento en Vitoria. Para David Andersen y Serge Ibaka, la ACB fue una piedra de toque hacia la titularidad en franquicias como Houston Rockets/Toronto Raptors o Oklahoma City Thunder. Los dos últimos en probar fortuna han sido el congoleño Christian Eyenga (Cavaliers) y los ex Unicaja, Gary Neal (Spurs) y Eugene ‘Pooh’ Jeter (Kings)

La mayoria de exiliados llegaron en busca de estabilidad, hay que decir que hombres como George Karl, Brad Branson, Mike Andersen, Andre Turner , Elmer Bennet, John Pinone o el infatigable Joe Arlauckas fueron las figuras de una competición que crecía a pasos agigantados en los años 90. Al entrar en un nuevo siglo llegó una nueva generación, con jugadores como Warren Kidd, Shaun Vandiver, Aaron Swinson, Rubén Garcés, Derrick Alston y el MVP Loue Roe.

Ciudades como Manresa, Valencia, Sevilla o Madrid pudieron disfrutar del extenso repertorio de mates de cada uno de ellos. Mención aparte mereció la etapa de Rony Seikaly en la ciudad condal, tan corta como decepcionante. A continuación, jugadores como Goldwire, Raja Bell, Santiago o Casey Jacobsen dieron ápices de su calidad. Tres ejemplos más recientes son los de Marko Jaric ( Clippers- Minessota- Madrid), Rob Kurz (Golden State- Granada) y Marcus Haislip (Unicaja –Spurs-Caja Laboral).

Sueños que cumplir, errores que enmendar…La NBA es exigente, sólo los más fuertes aguantan, sólo los elegidos llegan. Europa es la vía de salida más factible, la historia lo demuestra.

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