El Caja Laboral celebró por todo lo alto la recientemente estrenada capitalidad verde de la ciudad con un poderoso triunfo ante el Barcelona Regal. Los vitorianos fueron mucho mejor equipo que los blaugranas que no se sintieron cómodos en ningún momento del partido y que encima se vuelven a tierras catalanas con la lesión de Juan Carlos Navarro que apenas pudo jugar 8 minutos ya que se resintió de la fascitis plantar que viene arrastrando en los últimos tiempos.
El Baskonia ofreció su mejor cara de la temporada, jugando el partido más redondo de lo que lleva de año, con 40 minutos de regularidad, sin picos ni caídas. Así vencieron a un Barça que no se encontró cómodo y que enlaza su segunda derrota consecutiva, algo harto extraño en el equipo que dirige Xavi Pascual.
Los vitorianos sabían que sus opciones pasaban por un rendimiento alto de todos sus hombres y sobre todo por la defensa, parte del juego en la que hoy rindieron a un nivel altísimo, colapsando de forma total el juego del equipo catalán que no encontraban situaciones fáciles y que basó su juego demasiado en tiros exteriores.
Aspecto, el tiro exterior, en el que los blaugranas no estuvieron muy finos en el primer tiempo, fallando sus 12 triples intentados. El colapso les llevaba a anotar tan solo 22 puntos en esos minutos. Tan sólo un Chuck Eidson muy activo, y con lanzamientos de media distancia mantenían con vida al equipo.
Caja Laboral tenía las primeras ventajas ya bordeando los diez puntos desde el comienzo, algo con lo que estuvo haciendo constantemente la goma, a través de su defensa, de la claridad de ideas en ataque, encontrando soluciones si bien manejando el partido a posesiones largas y con otra vez un Teletovic estelar, tanto de espaldas como de cara al aro.
El primer tiempo también tuvo como protagonista a un Oleson valiente de cara al aro, jugando sobre bloqueos con mucha verticalidad.
Barcelona salió del vestuario con la muñeca más afinada, anotando siete triples en el segundo tiempo, aunque prácticamente como única arma para intentar cerrar el partido. La intensidad local hizo que no tuvieran la opción de cerrarlo y cada opción de bajar a cuatro puntos era respondida con una ráfaga de intensidad defensiva y ofensiva que alargaba la renta hasta los 10 puntos.
Heurtel daba descanso a un gran Prigioni, después de muchos partidos con minutos de mucha calidad, pero finalmente iba a ser Prigioni el que iba a cerrar el partido con un descomunal Milko Bjelica que anotó 13 puntos en el cuarto final. Extraordinario el pívot montenegrino, que leyó a las mil maravillas el Pick and Roll y el juego sin balón para acabar con las opciones de un Barcelona en el que Marcelinho no encontró su mejor juego y no pudo imponer su tempo ni Erazem Lorbek tuvo su mejor tarde, fallando tiros que no suele fallar y forzando algunas opciones que normalmente anota. Ciertamente, la vida sin Navarro, es mucho más difícil.