Hace algunas semanas se puso punto y final de forma abrupta a un binomio con tintes clásicos en la historia del basket español. Tras prácticamente una década de sociedad, Caja Laboral anunciaba la destitución de Dusko Ivanovic como primer entrenador del equipo. Atrás quedaban años de una relación casi idílica entre Josean Querejeta, presidente de la entidad baskonista, y el técnico montenegrino.

Dusko Ivanovic llegó a Vitoria en el verano del 2000, tras convertirse en uno de los técnicos jóvenes de moda por llevar hasta la victoria en la Korac al Limoges francés. Duro como pocos, desde el primer día imprimió su carácter al equipo vitoriano. Ese famoso Carácter-Baskonia que ha sido mentado en muchas ocasiones. En su primer ciclo en Vitoria-Gasteiz (2000-05), el entonces Taugrés Baskonia logró 1 Liga ACB (2002), 2 Copas del Rey (2002 y 2004) y fue nada menos que finalista de la Euroliga en 2 ocasiones (2001 y 2005). Con Ivanovic en el banquillo, el equipo vitoriano se había hecho con un merecido hueco en la primera línea de la elite del basket continental. En 2005 tomó rumbo a Barcelona, donde las cosas no le fueron tan bien. Una vez fue destituido en febrero de 2008, no se lo pensó dos veces a la hora de aceptar la oferta de Baskonia y volver a "casa". El segundo ciclo en Vitoria del técnico montenegrino tuvo un primer periodo realmente brillante en lo deportivo. En 2009, Tau Baskonia volvería a hacerse con la Copa del Rey, mientras que en 2010, ya bajo la denominación de Caja Laboral, los baskonistas lograría el tercer título liguero de su historia.

Sin embargo, las dos últimas campañas han sido agridulces tanto para Caja Laboral como para el propio Dusko Ivanovic. En el verano de 2011, tras muchos dimes y diretes que anunciaban el fin de ciclo de Ivanovic en Baskonia, el montenegrino renovaba por dos temporadas con Caja Laboral. La eliminación del equipo en la primera ronda de la Euroliga a manos de Bilbao Basket dejó herido al conjunto baskonista, que tampoco tendría suerte ni en Copa ni en la Liga Endesa, no pudiendo hacer frente al dominio de los todopoderosos Barcelona y Real Madrid. En la presente temporada, las cosas tampoco habían comenzado bien. Con el equipo de nuevo en la cuerda floja en Europa y ofreciendo un juego bastante pobre en pista, la confianza en el técnico montenegrino fue decreciendo hasta que la derrota en el Buesa Arena frente al Monbus Blusens hiciera saltar por los aires lo que parecía una sociedad casi perfecta.

Los ecos del divorcio Caja Laboral-Dusko Ivanovic todavían no se han apagado. El punto y final de la relación entre ambas partes no parece haber sido todo lo amistoso que debería. Según hemos podido conocer, el técnico montenegrino ha decidido acudir a la justicia ordinaria con el objetivo de reclamar a su antiguo club las (altas) cantidades adeudas en concepto de ficha. De momento, ha presentado una demanda de conciliación que habilita para poder presentar una posterior ante los juzgados de lo social competentes en caso de fracasar la vía conciliadora. Esperemos que esta última vuelta de tuerca puede tener un final satisfactorio para ambas partes.