Comenzaba bien el partido para San Pablo Burgos, con el equipo muy enchufado y defendiendo bien, sobre todo en la línea de pase, llegando a poner un 6-0 en el marcador al poco de empezar. Sin embargo, Burgos se enfrió enseguida y Gipuzkoa Basket supo aprovechar la falta de acierto para mantenerse en el encuentro, con dos faltas cometidas por Deon Thompson y comenzando a mostrar una superioridad en la pintura por parte de Henk Norel a quien la defensa local no conseguía parar. A trompicones, Burgos cerraba el marcador con la igualada 20-20 a pesar de su buen comienzo.

Tras la reanudación, Porfi Fisac encontró una brecha en la defensa de San Pablo, con un hombre dispuesto a demoler el muro: Danny Agbelese. El pívot de Gipuzkoa anotó 8 puntos y recogió varios rebotes divirtiéndose en el contraataque abusando del aro. Junto a él, Fede Van Lacke con 8 puntos, 3 asistencias y 4 robos. Demasiado para Burgos, que se alejaba del marcador con 35-47 al término de la primera mitad.

El partido terminó en el tercer cuarto. Balones perdidos, rebotes sin cerrar, muchísima más intensidad por parte de los de Porfi Fisac y un 56-80 al terminar el cuarto que hacía de la remontada un sueño y del partido una pesadilla para Burgos. Cuesta destacar a alguien del juego coral que puso en pista Gipuzkoa, pero Swing Jordan realizó un muy buen cuarto, aprovechando las numerosas ocasiones de tiros liberados. El resumen: falta de intensidad para el peor cuarto que se ha visto en el Coliseum Burgos esta temporada.

El último cuarto fue puro trámite. Gipuzkoa hizo lo justo para mantener las distancias, pero Burgos no pudo hacer más que tratar de reconciliarse con su público. Problemas para San Pablo que vuelve a la cola de la clasificación y con problemas muy urgentes en la pista.