Precioso ambiente en el Coliseum Burgos con muchos aficionados venidos de Zaragoza para animar a los suyos en la búsqueda de la salvación y con un San Pablo Burgos que quería cerrar cuanto antes su participación en la Liga Endesa para la próxima temporada.

Con Deividas Gailius totalmente recuperado y todas las miradas sobre Gary Neal arrancaba el encuentro. Y no estuvo acertado ninguno de los dos equipos: hubo que esperar dos minutos para que fuera precisamente el lituano quien estrenara el electrónico en una bonita penetración que dio muestras de que su lesión es ya un recuerdo.

Al desafío respondía Gary Neal con un tiro a media distancia y San Pablo empezaba a buscar el juego interior presionando la pintura en ataque y defensa y buscando las faltas de los pívot maños: el primer cuarto acabó con dos faltas de Xavi Rey y Nicolas De Jong y otra para Bjelica. A pesar de todo, Neal mantenía a los suyos en el encuentro; con un cuarto marcado por los errores de ambos conjuntos y que sólo empezó a acelerar a dos minutos del final y con mucha igualdad (19-18).

El segundo cuarto empezaba con una petición de matrimonio sobre la pista y un San Pablo Burgos mucho más enchufado. La entrada de Sebas Saiz reforzó la defensa local y tanto Jenkins como Deon Thompson quisieron arreglar los fallos del primer cuarto. Sin Neal en pista Zaragoza perdió muchos enteros, con Ennis anotando pero sin defender y el equipo muy desenchufado. El final de la primera parte marcaba +11 para los locales (49-38) con John Jenkins superando a Neal como mácimo anotador (15 y 13 puntos respectivamente).

Tras el descanso, Diego Epifanio quería cerrar el partido cuanto antes. La presión de San Pablo Burgos que salió a morder desde el principio consiguió un parcial de 6-0 que destrozó anímicamente a los de Pep Cargol. Goran Huskic y Deividas Gailius machacaban a la defensa de Tecnyconta Zaragoza y el público se vino arriba. Notable fue el cambio de actitud en Gary Neal. Si en la primera mitad había anotado 13 puntos y mostraba una gran intensidad defensiva, en la segunda parecía otro jugador. Apenas dos puntos en el tercer cuarto, con Bjelica tratando de tomar el relevo pero muy sólo ante la defensa de Sebas Saiz y Deon Thompson.

Al final del cuarto, el partido estaba decidido: 75-52 sin opciones de remontada para los maños; no tanto por el resultado, que era muy abultado, como por la actitud que mostraron en cancha.

 

Al partido le sobró el último cuarto, de no ser por lo que disfrutó la afición local y lo trabado de un partido que los árbitros penalizaron en exceso para Burgos y permitió a los de Cargol maquillar el resultado.

San Pablo Burgos se dejó ir demasiado ante el enfado de Diego Epifanio que vio como el marcador se acercaba demasiado ante la pasividad de los jugadores locales. Dos tiros libres de Gailius a falta de 20 segundos para el final daba la tranquilidad a San Pablo que ganaba por más de 20 y que notaba el aliento de Zaragoza demasiado cerca. Los nervios cundieron aún más cuando Ennis (gran último cuarto del canadiense) dejaba el electrónico con un inquietante 91-88.

 

Burgos perdió la bola a falta de 12 segundos para el final pero los árbitros pitaron una falta de Xavi Rey que Sebas Saiz se encargó de convertir en dos puntos desde los tiros libres. Y el protagonismo aún se mantenía en los colegiados cuando pitaron pasos de Ennis y una técnica posterior al propio Rey por protestar. Deon Thompson no falló el tiro y los de Diego Epifanio evitaron más sufrimientos a los suyos en un partido que se complicaron en exceso al bajar los brazos en un exceso de confianza.

Pero bien está lo que bien acaba para los burgaleses. Al final, lo que importa es la victoria y la permanencia y el Coliseum Burgos lo celebró como si de un título se tratara. El año que viene, Burgos volverá a ser ACB.