Baskonia comenzó el partido buscando continuamente a Voigtmann abierto, para aprovechar su buen momento de forma desde más allá de la línea de tres puntos. Esto dejaba espacios cerca del aro que aprovecharon perfectamente Janning y Shields, para anotar con bandejas. Por parte local, Rabaseda y Pasecniks ejecutaban las acciones que organizaban Hannah y Strawberry. Los dos equipos estaban bien plantados en defensa, con buena actitud, pero los recursos ofensivos de ambos salían a relucir para castigar al rival en un duelo igualado (19 a 19).
Voigtmann y los tiros libres dieron ventaja a Baskonia, mientras el Granca vivía una de sus habituales sequías anotadoras, con Oliver muy activo, pero errático en los tiros y el resto del equipo tirando mucho y con malos porcentajes. Una absurda falta antideportiva de Paulí y los puntos generados a partir de ella, dieron la máxima ventaja a Baskonia (26 a 38), con un Granca deficiente en ataque y peor en defensa. Liderados por el de siempre, Rabaseda, acompañado por la pelea de Báez y la muñeca de Eriksson, el Granca tuvo una pequeña reacción, pero no fueron capaces de frenar la capacidad anotadora del rival (40 a 48).
El Granca intentó subir el listón defensivo, pero sus propios errores daban una gran cantidad de puntos sencillos a Baskonia, que con una serie de bandejas sin oposición, aumentó la ventaja. Vildoza contra Hannah primero y Oliver después, a veces sin necesidad de un bloqueo, se iba fácilmente de su rival, encontraba a sus compañeros bajo el aro, sin ninguna ayuda cerca y finalizaban de forma sencilla. Un espejismo en forma de triples de Tillie dieron algo de esperanza a un Granca sin capacidad para competir por la victoria (65 a 79).
El último cuarto fue totalmente insustancial. El Herbalife en vez de competir y pelear, se viene abajo moralmente y se dedica a ver como le siguen metiendo puntos sencillos, sin que nadie se salga de un guión anodino y pernicioso. Mientras los jugadores de Baskonia, disfrutaban de la comodidad de un triunfo en una cancha que ha perdido su antigua capacidad de complicarle la vida a cualquiera.