Tanto en la cancha como en la grada hoy se vivió un duelo muy igualado en el Fernando Martín. A la ruidosa grada local volvían hoy alrededor de 400 aficionados burgaleses en su segunda visita al pabellón Fuenlabrada en ACB. EN lo que respecta a lo deportivo, los primeros compases se vieron marcados por la igualdad, con Burgos intentando tomar la batuta del partido y Fuenlabrada dando respuesta en cada momento. Cuando el primer cuarto llegó a su ecuador Fuenlabrada encontró acierto, principalmente en una segunda unidad en la que brilló Marc García, que anotaba hasta en tres ocasiones desde más allá de los 6,75 para poner las máxima de Fuenlabrada. De mano de Ian O’Leary llegó la máxima local (26-15) que Burgos pudo reducir justo antes de que el primer cuarto tocara a su fin.

Y como en el primer período, el segundo cuarto vendría marcado principalmente por dos mitades: en la primera Fuenlabrada logró mantener un colchón de entre cinco y seis puntos frente a os arreones de un Burgos que introdujo en pista a los dos últimos en llegar, Lima y Benite, y sobre todo en manos del escolta con 6 tantos en esos minutos, pudo ir reduciendo distancias. La vuelta al parqué de Fitipaldo y Huskic terminó de inclinar la balanza del lado visitanteque conseguía terminar de dar la vuelta al marcador frente a un equipo local con minutos de cortocircuito ofensivo en el que solo Rupnik, con 11 tantos de los 16 de su equipo en ese periodo, encontraba el camino al aro.
Los primer minutos del tercer período parecían confirmar que la dinámica que se había trazado en el segundo cuarto, con Burgos dominando, iba a tener continuidad en la segunda mitad. Los visitantes se encomendaban sobre todo a Thompson, un dolor de cabeza durante todo el partido para la pintura local y sobre todo a partir del descanso, pero Fuenlabrada en el momento más delicado los puntos de Pako Cruz, su anotador de referencia con Marko aún fuera por lesión. Comandados por el mexicano y por los primeros minutos de Nogueira en el parqué, los locales daban el do de pecho y conseguían volver a ponerse por delante (53-52) de manera más simbólica que efectiva. El partido entraría entonces en una igualdad y unos constantes intercambios de golpes sin claro dominador. La respuesta a Cruz en Burgos en esos minutos sería un Cancar muy acertado que hizo especial uso de su envergadura frente a sus pares.

Esa igualdad que había imperado en el tercer período se rompía en seguida en e arranque del último cuarto, cuando a Fuenlabrada empezaron a flaquearle las fuerzas y Burgos, con los aciertos de Lima y Frazier, pudo imponer un parcial de 0-7 en el primer par de minutos del cuarto que ya marcaría la tendencia de todo ese último período. Fuenlabrada se veía en la obligación de remontar desde un ataque algo predecible, que confiaba durante muchos segundos la posesión a las manos de Pako Cruz. A Burgos, que aumentó el nivel de intensidad atrás, se le hizo especialmente sencillo defender ese sistema ofensivo en el que sólo alguna aparición de Ian O’Leary le hizo más complicada la vida. Huskic, Frazier o Fitipaldo no fallaron las suyas y Fuenlabrada, que aún consiguió mantenerse con opciones hasta el minuto 39, terminó de perder el partido en dos acciones de Daniel Clark que terminaron en pérdida. Ya en el último minuto, obligados por la desventaja, los locales comenzaron a hacer faltas buscando el error visitantes y algún acierto extraordinario desde los 6,75 que nunca llegó.